Alonso, sobre Newey: "Creo que piensa que es tarde y se habría querido unir un año antes"

En uno de los momentos más difíciles de su etapa en Aston Martin, Fernando Alonso ha decidido mirar al futuro. El presente, con un AMR25 que no responde, lo condena a sobrevivir fuera de los puntos —su mejor resultado hasta ahora ha sido un discreto 11.º—, y ni siquiera sus habituales milagros en pista han sido suficientes para cambiar la dinámica de un coche que, simplemente, no está a la altura.

Por eso, Alonso ya se ha pasado mentalmente al 2026. No es una temporada cualquiera: el cambio de reglamento que llega dentro de un año puede sacudir el orden actual de la Fórmula 1 y Aston Martin lo ha apostado todo a esa carta. Y sobre todo, lo ha apostado a un nombre: Adrian Newey.

Un día con Newey en la fábrica

Durante el parón entre carreras, Alonso visitó la renovada sede de Aston Martin en Silverstone: instalaciones de última generación, un nuevo túnel de viento, simuladores de alto nivel... y, por primera vez en esta temporada, un encuentro con Newey, que ya trabaja allí desde marzo.

El ingeniero más codiciado del paddock está centrado en construir el coche del 2026, y Fernando se muestra ilusionado con lo que está por venir: "Tuvimos un par de charlas, pero nada realmente enfocado en el coche de este año. Fue más una conversación general sobre el equipo y cómo se ha sentido él en estas primeras semanas en Aston, y sobre algunos de los cambios que podrían llegar para mejorar el futuro bajo su liderazgo y su experiencia".

"Siempre es emocionante hablar con él y, por fin, poder trabajar juntos, así que fue un día muy agradable”, añade, dejando entrever que la química entre ambos ya ha empezado a fluir.

"Este coche ya está descartado"

Sin embargo, el asturiano no se hace ilusiones con el presente. Preguntado por si le gustaría que Newey se implicara también en mejorar el AMR25, es tajante: "Este año no tiene nada que ver con él. No tocó el coche, no lo diseñó. No creo que le corresponda arreglarlo". De hecho, ya asume que el proyecto actual no tiene solución, pues el año que viene cambia el reglamento por completo: "Nada del coche de este año estará en el de 2026. Es un reinicio completo. Nunca he perdido la confianza, no me preocupa el próximo año".

Esa frase, "reinicio completo", lo resume todo. Alonso no espera milagros para lo que queda de temporada. Sabe que el coche tiene vicios de nacimiento, herencia de una estructura técnica que todavía está en reconstrucción. "Pienso que esta temporada es simplemente una continuación de algunos de los problemas que ya encontramos en los dos últimos años y que no hemos sido capaces de superar", admite.

La revolución se cocina a fuego lento

A pesar de la frustración, Alonso reconoce que la llegada de talento externo ya ha empezado a cambiar cosas. "Se sumó gente que viene de equipos campeones y saben qué se necesita. Ahora entendemos mejor dónde estamos por detrás", asegura. Pero también pide tiempo: "Nada cambia de un día para otro. Necesitamos paciencia, aunque como pilotos nunca queremos esperar".

En ese sentido, comprende perfectamente el enfoque de Newey, centrado exclusivamente en 2026: "Yo no tengo ni la experiencia ni los conocimientos que él tiene diseñando coches, ni sé cuánto se requiere ni cuánto tiempo necesita dedicar. Creo que probablemente incluso habría preferido unirse al equipo hace un año para empezar con el proyecto de 2026. Así que incluso para el coche de 2026, estoy seguro de que él piensa que llega tarde. Por eso entiendo perfectamente que necesite centrarse solo en el coche del año que viene".

2026 o nada

Aston Martin ha dejado claro que esta temporada será de transición. "No va a mejorar mucho la cosa", dijo Andy Cowell, jefe del equipo, hace apenas unos días. La estrategia es clara: asumir el golpe en 2025 para llegar con todo en 2026.

Fernando Alonso, con 43 años en el horizonte y un contrato renovado, lo tiene claro: el futuro es ahora. O mejor dicho, en 2026. Porque solo un coche ganador podría justificar todo lo que está aguantando hoy. Y porque si hay alguien capaz de construirlo, ese es Adrian Newey.