¿Qué es el 'Fast Friday' de las 500 Millas de Indianápolis?

Las 500 Millas de Indianápolis 2020 cuentan con varias novedades respecto a ediciones pasadas. Quizás la más aparente es el Aeroscreen (pantalla de protección del piloto en la cabina), por el que la IndyCar optó frente al Halo elegido por la FIA para sus categorías de monoplazas. 

Pero los monoplazas que desde el 12 de agosto recorren a casi 400 km/h el óvalo de Indiana cuentan también con una modificación técnica especial que podría hacer que la clasificación de la Indy 500 2020 sea de récord. El récord data de 1996: 382,216 km/h (237,498 mph), de Arie Luyendyk.

Los organizadores del campeonato han dado a los equipos la opción de aumentar la potencia de sus turbocompresores en 0,2 bares de la configuración de carrera, a la de clasificación. El motivo: compensar los 26 kg de peso del Aeroscreen y su influencia aerodinámica. 

Así, en el llamado Fast Friday (que se disputa el viernes previo a la clasificación), los equipos podrán subir a 1,5 bares las presiones de sus turbos, alcanzado cifras de cerca de 700 CV con los motores 2,2 turbo V6 de Chevrolet y Honda. 

Por lo tanto, se llama Fast Friday (viernes rápido) porque en esta jornada se hacen las simulaciones de clasificación y se alcanzan las velocidades más altas.

Hay que recordar que la media de velocidad de la pole position de Simon Pagenaud (a la postre ganador de la carrera) en 2019 fue de 229,992 mph (370,136 km/h).

En las dos sesiones de entrenamientos previas al Fast Friday, Scott Dixon ha sido el que más rápido ha rodado, llegando a alcanzar una media de 226,102 mph (363,875 km/h) en su vuelta rápida del jueves. 

El Fast Friday de la 104ª edición de las 500 Millas de Indianápolis se disputará desde las 11.00 a las 17.30 (hora local, ET), 17.00-21.30 hora peninsular española.

Coche de IndyCar en un Superspeedway como Indianápolis vs. circuitos ruteros

En los llamados Superspeedway (óvalos de alta velocidad), los monoplazas de la IndyCar cambian completamente su configuración respecto a la que llevan en los óvalos cortos y en los circuitos ruteros (los trazados habituales en Europa). El motivo principal es claro: generar la menor resistencia al avance y alcanzar la mayor velocidad punta.

Así, en un óvalo como Indianápolis, el alerón delantero este un solo elemento, frente a los complejos alerones de los circuitos de ruta, con múltiples superficies para generar carga aerodinámica. Algo parecido ocurre en los alerones traseros. 

Óvalo: Alex Palou, Dale Coyne Racing with Team Goh Honda

Los conductos de freno son prácticamente mínimos ante la ausencia de grandes frenadas, frente a las amplias aberturas en circuitos de ruta para refrigerarlos lo máximo posible. 

La convergencia de las ruedas se inclinan hacia la derecha del piloto, y esto permite que el coche esté más equilibrado a alta velocidad en la bancada de los óvalos, además de configurar el monoplaza para optimizar los giros a la izquierda. En ruta, las ruedas apuntan hacia adentro.

Además, como nota curiosa, las almohadillas de los reposacabezas de la cabina del piloto llevan más acolchado en la parte derecha, dado que se gira continuamente hacia la izquierda en las cuatro curvas de Indianápolis. 

Ruta: Alex Palou, Dale Coyne Racing with Team Goh Honda