Galería: la primera victoria de Michael Schumacher en F1

Había debutado hacía un año en el mismo escenario, pero con un Jordan 191, y consiguió un 7º puesto, sorprendiendo al mundo de la Fórmula 1, aunque no pudo brillar en carrera por un fallo en el embrague. El tal Michael Schumacher había comenzado 1992 con dos terceros puestos en las tres primeras carreras con la evolución del Benetton 191, el 191B, con el que disputó cinco pruebas después de aquella en Spa-Francorchamps en 1991.

Sin embargo, no fue hasta la 12ª cita de aquel mundial que se llevó Nigel Mansell por goleada con aquel mágico Williams FW14B, cuando el joven alemán de 23 años logró subirse al primer peldaño del podio vestido de amarillo. 

Cuenta Willem Toet, ingeniero cercano a Michael Schumacher cuando llegó a Benetton, que el germano pidió cambiar el tacómetro del monoplaza por un velocímetro que le indicara también la marcha en la que iba. "Si llegó a una curva en tercera o si llego a la misma en segunda, quiero saber lo que ayuda en mi aceleración. ¿Consigo una velocidad más alta o pierdo la aceleración de ir en segunda cuando cambio de marcha?", cuenta el australiano que dijo aquel joven nada más llegar al equipo.

La obsesión por el detalle siempre caracterizó al piloto alemán y eso le llevó en parte a lograr unos números que ningún otro piloto ha sido capaz de igualar, a pesar de que Lewis Hamilton igualó su número de pole position en el pasado Gran Premio de Bélgica.

Aquella tarde tarde fría del 30 de agosto de 1992, en la 18ª carrera del alemán en Fórmula 1, Spa-Francorchamps se convirtió en el patio de su casa. Allí donde los pilotos más salen a relucir sobre las máquinas.

Aunque Ayrton Senna voló en la salida para dejar a Nigel Mansell y Riccardo Patrese por detrás, solo le duró una vuelta y media el liderato, mientras que la lluvia comenzó a caer. El baile para montar los neumáticos de lluvia dejó a Michael Schumacher tercero por detrás de los dos Williams. 

El alemán se salió en Stavelot en la vuelta 30 y eso le hizo ver que era hora de cambiar a slicks después de que la lluvia cesase. Allí comenzó el triunfo. Williams actuó tarde y eso fue definitivo a pesar de su monoplaza casi imbatible (ganó 10 de las 16 carreras de aquella temporada). 

El león británico presionó a Michael Schumacher, pero su FW14B rompió el escape y perdió terreno para terminar segundo. Williams aseguró su quinto título de constructores, pero la felicidad plena estaba en Benetton y en ese chaval de Hurth (Alemania) que acaba de empezar a hacer historia.

Las fotos de aquel día en el que Schumacher estrenó su casillero de victorias en F1:

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