Alex Crivillé explica cómo cambió Valentino Rossi la forma de pilotar

La irrupción de Valentino Rossi en el Mundial de Motociclismo y en su categoría reina fue un auténtico vendaval, un soplo de aire fresco en muchos sentidos. El carismático piloto italiano ya había mostrado maneras en las otras clases, al ser campeón del octavo de litro (125cc, en 1997) y del cuarto (250cc, en 1999).

En 500cc se le esperaba con los brazos abiertos, y no defraudó. Tras un primer año en el que ya quedó segundo de la general, en 2001 alcanzó el título al manillar de la Honda. Así lo hizo también en 2002 y 2003, antes de poner rumbo a Yamaha, marca que levantó junto a su equipo y sacó de la crisis de resultados, para hacerla campeona del mundo ya en 2004 y en 2005. Todo ello en unos años en los que el 'Dottore' también hizo gala de su forma de ser, dejando por el camino algunas polémicas, pero también popularizando al máximo el Mundial de MotoGP, abriéndolo al mundo como nunca antes y convirtiéndose en el gran referente del campeonato, estatus que duraría hasta su retirada de las dos ruedas, en 2021.

DAZN, la plataforma que emite MotoGP en España, ha analizado ahora la figura del mítico #46 en su último programa 'DECOD3D'. Y Alex Crivillé, primer campeón de 500cc para España, que compartió parrilla con Rossi durante su primera campaña, ha desgranado la irrupción del corredor de Tavullia y su evolución con el paso de los años. Sobre todo, desde el punto de vista del estilo de pilotaje, el cual Rossi perfeccionó de primeras y luego adaptó a las nuevas generaciones para seguir siendo competitivo hasta el final.

"Con más de dos décadas en la categoría reina, Valentino se ha encontrado con motos totalmente diferentes, ha sabido sobreponerse y adaptarse a la nueva era de pilotos y de motos distintas, y siempre ha sido competitivo. Desde las 500cc hasta las 1.000cc y las 800cc. Al final, le costó un poco más, pero luchó contra los mejores", empezó diciendo.

"Era un piloto alto, espigado, con un estilo clásico, nada fuera de lo normal", recuerda 'Crivi'. Pero algo sí le sorprendió: "Frenaba siempre con cuatro dedos, cuando normalmente se hacía con uno o dos. También usaba el embrague para reducir marchas, algo que ya no se ve. Era un estilo muy clásico, cómodo sobre la moto, sin gestos extraños, con las muñecas firmes en el manillar y siempre mirando lejos".

Valentino Rossi

Foto de: Gauloises Fortuna Racing

El paso de las motos de dos tiempos a las de cuatro tiempos obligó a Rossi a evolucionar: "Ya con una moto de cuatro tiempos, los motores eran diferentes y si no sacabas un poco el cuerpo, costaba girar. Valentino empezó a cambiar, pasó a frenar con tres dedos, el embrague se usaba cada vez menos y ya sacaba un poco más el cuerpo para acercar la moto. Seguía siendo un piloto rápido, empezaba a ganar mundiales, pero no destacaría todavía un estilo propio".

Hasta que llevó a cabo un cambio radical, que marcaría tendencia y se quedaría, a la postre, en la parrilla de MotoGP: empezó a sacar la pierna en las frenadas. Así lo explica Crivillé: "Valentino, en las frenadas, frena pero saca la pierna. Y todos decimos: ¿pero qué pasa, para qué saca la pierna? La saca, pero gana carreras. Empieza a ganarlas, y a raíz de ese estilo de pilotaje propio de Rossi, todo el resto de la parrilla empieza a sacar la pierna y a imitarle. Ahí se ha quedado esa moda, hasta el día de hoy, que todos los pilotos utilizan esa técnica".

¿Por qué lo hacía? El español responde así: "A día de hoy, todavía no está muy claro. En la recta frenaba, y sacaba la pierna un poco. Hacía un contacto para tener un poco esa estabilidad tanto delante como detrás. Los pilotos frenan, miran lejos y levantan, ya con el cuerpo saliendo ya".

"Esa pierna, yo diría que es un poco para tener balance, para notar la ergonomía de la moto, la posición. Dicen que aerodinámicamente también descarga un poco más a la curva, en la cual la pierna está descalzada. Y te ayuda un poco, aunque sea una milésima, pero te ayuda. Y ahí quedó la moda de Valentino", concluyó.