Suspendida la Compensación de Rendimiento para Le Mans en GTE Pro

El último Balance of Performance (Compensación de Rendimiento), que se empleará en el test para Le Mans el 3 de junio, tiene poco que ver con el que se utilizó en la primera ronda del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) en Spa a principios de mayo.

Le Mans no forma parte de la Compensación de Rendimiento automática introducida en el WEC el año pasado, dada la naturaleza única que tiene el Circuit de la Sarthe.

Los grandes cambios impuestos también se deben a un intento por mantener las diferencias de velocidad, incluso en las rectas, entre las categorías durante la carrera del 16 y 17 de junio, lo que explica por qué a todos los coches GTE Pro se les ha dado más potencia que en Spa, pero también llevarán más peso.

La mejor manera de compararlo es con el Balance of Performance que hubo en Le Mans el año pasado.

El Chevrolet Corvette C7.R, que no compite en el WEC, empezará con una Compensación de Rendimiento sin cambios respecto al año pasado, habiendo recibido un peso mínimo de 1.244 kg, uno más que en 2017, y la misma brida del motor, de 29,5 mm.

El Porsche 911 RSR tiene 10 kg más de peso que el año pasado, 1.268 kg, pero se le ha dado un motor con un diámetro 0,2 mm más grande.

El Ford GT es 12 kg más pesado que en 2017, pero le han dotado un funcionamiento más permisivo de turbo, mientras que el Ferrari 488 GTE, que ahora rueda con la especificación 'Evo', tiene 21 kg más de peso que hace 12 meses.

Los dos nuevos coches de GTE Pro, el BMW M8 GTE y el Aston Martin Vantage GTE de segunda generación, tendrán un peso mínimo de 1.268 kg.

El BoP puede cambiar entre la prueba oficial y la semana de la carrera y nuevamente entre la clasificación y el inicio de las 24 Horas, como ocurrió en 2016.

Las reglas deportivas también permiten sanciones en la carrera, que se impondrán a los fabricantes que se considere que hayan ocultado su rendimiento.