Cómo se deshizo Palou de sus rivales en Toronto para acercarse al título

El líder de la IndyCar, el español Alex Palou, amplió el pasado domingo en Toronto su ventaja en la general sobre casi todos sus rivales por el título, a pesar de salir en la novena fila de la parrilla, en su intento por convertirse en tricampeón.

El barcelonés llegó a la cita canadiense con una ventaja de 35 puntos sobre Will Power, del Team Penske, y salió con un margen de 49 tantos sobre el australiano de cara a las últimas 5 pruebas de la temporada, de las cuales cuatro serán en óvalos.

Power lastró sus propias opciones de título al chocar con su compañero de equipo, Scott McLaughlin, y ganarse un drive-through de penalización cuando ambos rodaban por delante del líder del campeonato. Aunque Power sigue cerca de Palou, McLaughlin quedó a 83 puntos. Esto también permitió al dominador en Toronto, Colton Herta, saltar a la cuarta posición de la tabla, y no descarta pelear por la corona, ya que está a 57.

El compañero de equipo de Palou, Scott Dixon, subió al tercer lugar de la clasificación, tras pasar de la 15ª a la tercera posición en Canadá, pero sólo recortó cuatro puntos a Palou en la general. Ahora está a nada menos que 53.

Dixon admitió que recortar solamente eso era "frustrante", dado que Palou salía aún más atrás, en 18ª posición, tras ser penalizado por obstaculizar a Pato O'Ward en clasificación. Aunque Alex no remontó tanto como el neozelandés gracias a su agresiva estrategia de 'overcut' en las dos paradas en boxes, acabó a sólo siete décimas al cruzar la línea de meta tras una secuencia de banderas amarillas, por muchos incidentes que le ayudaron a ganar posiciones.

"Estábamos ahí, esperando a que alguien cometiera esos errores", dijo Palou sobre su pilotaje, que fue sigiloso. "Así que lo necesitaba, y el resto [cometió errores] hoy. Fue una pena tener que salir desde la 18ª posición. El coche era increíble, súper rápido y fácil de conducir. Terminamos entre los cuatro primeros, tres coches Ganassi en el Top 5".

Cuando se le preguntó si cambiaría su mentalidad de cara a la lucha por el título, con las rondas de en Gateway, Portland, Milwaukee (doble cita) y Nashville después de las vacaciones por los Juegos Olímpicos de París, respondió: "No, en absoluto. El objetivo sigue siendo el mismo: ganar tantas carreras como sea posible. Todavía hay muchos puntos en juego, así que tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo. Va a ser bueno recargar las pilas un poco ahora, antes de que estemos listos para presionar en las últimas carreras".

Aunque el cuarto podio de la temporada de Dixon mejoró su posición en la general con respecto a Palou, el seis veces campeón del campeonato señaló a las circunstancias externas que le han obstaculizado:  "Algunas personas se apartaron de su camino en las últimas 10 vueltas", opinó Dixon, refiriéndose a los tres puestos que Palou ganó gracias al choque de los Penske y al accidente de O'Ward.

"Yo no diría que es buena suerte. Hacen un gran trabajo. Por eso ha ganado dos campeonatos en los últimos tres años. No quiero quitarle nada. Uno crea mucha de su propia buena suerte. Hacen un buen trabajo en ese sentido. Seguiremos luchando. Creo que sin nuestro problema de neumáticos en Road America y el de la parte híbrida en Mid-Ohio, tal vez estaríamos liderando el campeonato", siguió.

"Es frustrante, pero no puedes hacer nada contra esas situaciones. Está fuera de tu control. Mantendremos la cabeza baja. Creo que el año pasado, por estas fechas, estábamos a 120 puntos, y lo redujimos a 60 ó 70 al final. Son un equipo duro. Veo todo lo que hacen, y lo hacen bien. Pero hasta que no estemos fuera de la pelea, nunca nos rendiremos", remachó.