La FIA revela más detalles sobre el nuevo puesto de director general

La incorporación de un director general, también conocido como CEO, era uno de los objetivos destacados de Mohammed Ben Sulayem, el nuevo presidente de la FIA, elegido en diciembre, y en febrero de este año ya estaban buscando candidatos.

Ben Sulayem considera la introducción de un gestor profesional que esté bien cualificado como una parte clave de su estrategia para actualizar la FIA y, especialmente, para poder mantener un control adecuado de sus finanzas.

En febrero, creó el Grupo de Trabajo para la Contratación de CEO, con el objetivo de determinar exactamente lo que implicaría el puesto y las habilidades requeridas para el mismo.

La búsqueda de candidatos para el puesto, que tendrá sede en Ginebra, continúa ahora a través de la agencia de búsqueda de talentos Russell Reynolds. Todavía no se ha fijado una fecha límite para la presentación de las candidaturas para un puesto en cuya oferta queda claro que tendrá que aumentar los ingresos de la entidad.

En una descripción del trabajo elaborada conjuntamente con la agencia, la FIA dice que "desea contratar a un líder comercialmente orientado y transformador, para modernizar la organización y mejorar el valor que ofrece a sus diversos miembros en todo el mundo".

Además, señala que "el Presidente de la FIA y los dirigentes elegidos establecen la visión y la política de la FIA. Respondiendo ante el Presidente del Senado, el CEO será responsable de desarrollar la estrategia de la organización para cumplir con esa visión, y para el éxito del rendimiento operativo y financiero de una administración de la FIA integrada y alineada".

Añade que "las prioridades clave del nuevo director general serán estabilizar las finanzas de la FIA, racionalizar las estructuras de gobierno y los procesos operativos, y desarrollar sus capacidades de liderazgo ejecutivo para apoyar la diversificación y el crecimiento de sus futuras fuentes de ingresos".

La FIA deja claro que quiere generar más ingresos, ya que, a lo anterior, suma que una de las responsabilidades del nuevo director general será "desarrollar planes de crecimiento comercial para aumentar y diversificar las fuentes de ingresos de la FIA, en apoyo de las propias actividades comerciales de los miembros (y nunca en competencia con ellos)".

El papel del nuevo director general incluirá además "devolver a la FIA la rentabilidad y mejorar su rendimiento financiero global a largo plazo, tanto mediante la reducción de costes como con la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos comerciales, rindiendo cuentas de su rendimiento financiero".

La FIA deja claro que espera que los candidatos tengan "experiencia de liderazgo ejecutivo de alto nivel en un negocio comercial internacional o en una organización compleja de escala comparable a la organización administrativa de la FIA".

Aunque los candidatos no están obligados a tener una formación directamente relevante, la FIA señala que "la experiencia previa o el conocimiento de la industria del automovilismo y/o de los mercados más amplios de la automoción y la movilidad sería una ventaja considerable".

"Independientemente de los antecedentes en la industria, el director general debe ser un apasionado del automovilismo y/o de la transformación de la movilidad global, y de sus importantes funciones en la sociedad".

Entre las aptitudes personales que se esperan de los candidatos están un "enfoque humilde y de bajo egoísmo, que reconozca que la organización existe para apoyar a sus miembros globales; que anime a otros a compartir el protagonismo y que celebre y apoye visiblemente el éxito del equipo".