El ingeniero español de Nissan al que Rowland dedicó su victoria en México

Oliver Rowland logró con Nissan una sensacional victoria en el segundo ePrix de la temporada, el disputado el pasado sábado en Ciudad de México, y tras cruzar la línea de meta y celebrarlo con el equipo lanzó un mensaje de ánimo a uno de sus ingenieros. Se trataba de Asier Sebastián, español ingeniero de rendimiento del piloto británico, que había tenido que vivir la carrera desde un hospital, o más bien desde el quirófano.

Asier sufría malestar en la parte derecha del abdomen desde el día anterior, sospechando que algo le había sentado mal, y en la mañana del sábado, llegó al circuito a primera hora (sobre las cinco de la madrugada) con aún más dolor, lo que encendió las alarmas.

El médico de la FIA en el circuito aumentó la sospecha de apendicitis, y luego el equipo médico de la Federación fue a buscarle al garaje para llevarle al hospital con el que tiene convención la FIA para la Fórmula E y la Fórmula 1, el Hospital Ángeles Acoxpa, previo paso por el centro médico de la pista para hacer una radiografía rápidamente.

Su ángel de la guarda fue otra española, María de Juana, responsable de la comunicación de la escudería, que le acompañó en todo momento, sentados (Asier prefirió no tumbarse) y de charla en la ambulancia y luego en el hospital, donde pudo ver la FP2 desde urgencias y la clasificación (desde la habitción) con el ingeniero.

Ella fue la que hizo el papeleo mientras atendían a Asier y confirmaban la apendicitis aguda. De hecho, se le había empezado a rupturar y se le había empezado incluso a salir la infección, por lo que hubo que operar de urgencia. Los doctores no se explicaban que Asier no tuviera más dolor, que la noche antes hubiera podido dormir más o menos bien y que no llevara tiempo fastidiado.

Mientras en el circuito se abría el pitlane para sacar los coches a pista, Asier entraba al preoperatorio, cuando se cerró el pitlane 10 minutos antes de la carrera, Asier el ingeniero justo entraba a quirófano, y cuando le empezaban a operar, arrancó la carrera, que sólo María pudo ver, y que acabó cuando ya Nissan iba hacia el podio a celebrar la victoria de Rowland, que lanzó un mensaje por la radio acordándose de Asier.

Tal es la pasión de Asier por su trabajo y su escudería, que cuando se despertó de la anestesia lo primero que hizo fue preguntar por el resultado. Cuando el médico le dijo que habían ganado, no se lo podía creer, y emocionado y aún algo somnoliento, no atinaba a ver los resultados de la carrera que le mostraba el cirujano.

Tras la carrera, el director Tomasso Volpe, y los pilotos Rowland y Nato, fueron al hospital, y María organizó la entrada sorpresa de Rowland con el trofeo de ganador, tras lo que llegó una foto que todo el mundo pudo ver en redes sociales, en la cuenta del piloto.