La mentalidad de Verstappen, clave en su título de F1 de 2021
El piloto neerlandés demostró una filosofía y fuerza mental increíble durante la temporada de Fórmula 1 en la que se proclamó campeón del mundo por primera vez en su vida.
El piloto de Red Bull se mostró frío, a prueba de balas durante toda la temporada. Se quitó de encima los momentos difíciles y nunca pareció obsesionado con un campeonato que podría ser el mayor logro en la carrera deportiva de un piloto.
"No va a cambiar mi vida", dijo en octubre. Para Max Verstappen, siempre fue sencillo, y el neerlandés y su equipo lo hicieron lo mejor posible. Este trabajo se tradujo en la conquista del título mundial en la última cita del año 2021 en Yas Marina, aunque no fue una tarea nada fácil.
Esa mentalidad fue puesta a prueba al máximo en las 58 vueltas del Gran Premio de Abu Dhabi, un cita en la que sucedió de todo, desde perder la pole position en la salida en favor de Lewis Hamilton, el rival por el campeonato, hasta un giro de infarto en el que el #33 pasó al británico para arrebatarle el cetro mundial, pasando por un coche de seguridad en donde las opciones del holandés se redujeron hasta dar casi por perdida la oportunidad.
La defensa de Sergio Pérez provocó que Verstappen regresara a la contienda, y la decisión de entrar en boxes bajo el coche de seguridad virtual le dio otra oportunidad de luchar, pero el ritmo del Mercedes era simplemente de otro mundo para el Red Bull.
La vuelta final, o el "milagro" que Christian Horner dijo que Red Bull necesitaba a diez vueltas del final, no hizo más que aumentar la mezcla de emociones que Verstappen sintió después de cruzar la línea de meta y salir de su coche, antes de fundirse en un abrazo con lágrimas en los ojos con su padre, Jos, que estuvo a su lado durante toda su trayectoria.
Una vez que llegó la calma tras la tormenta y celebrar la consecución del título, el holandés comenzó a procesar el enorme logro que consiguió. Verstappen volvió a ser el mismo de siempre cuando aparecieron las protestas de Mercedes y todo lo que eso trajo.
En la rueda de prensa posterior a la carrera, el piloto de 24 años admitió que estaba asimilando "poco a poco" lo que había hecho, y habló de cómo el viaje que protagonizó a través del automovilismo "pasa por tu cabeza" al lograr lo que definió como "el objetivo final".
Sin embargo, sostuvo la idea de que su vida no cambiaría al ganar el título. "Por supuesto, estoy muy contento de haber ganado el campeonato", dijo Verstappen. "Ese es el logro final que quería en la Fórmula 1, así que todo lo demás que venga ahora es un extra".
La posición del neerlandés parecía contrastar con la de Hamilton, el hombre que se había sentado en la misma rueda de prensa de campeón durante cada uno de los cuatro años anteriores.
Tal vez la opinión de Verstappen cambie si -o, muy probablemente, cuando- añada más campeonatos a su palmarés. No será un simple añadido a su carrera, sino que es la prueba de su posición entre las leyendas de la F1 y el inicio de su legado. Ya tiene muchos de los récords relacionados con la precocidad, y tiene el tiempo a su favor para batir a muchas de las marcas que pertenecen a Hamilton.
Pero también hay una cierta mentalidad que Verstappen desarrolló durante el campeonato del año pasado que debería ponerlo en buena posición para el futuro.
En 2014, cuando trabajaba para una emisora de televisión, un periodista planteó una pregunta muy sencilla a los aspirantes al campeonato, Hamilton y Nico Rosberg: ¿qué significaría para ti ganar el campeonato?
La respuesta de Rosberg fue breve. "Sería genial, ¿no?", respondió. "Es un sueño de la infancia, así que sería increíble". Un total de 16 palabras.
Hamilton, por su parte, dio una sentida respuesta diez veces más extensa en la que habló de que nunca sintió que disfrutara de su primer título en 2008 como debía, y que era la "cosa más especial". En ese momento, parecía una señal de que Hamilton simplemente lo quería más que Rosberg. Y lo consiguió.
Sin embargo, todo se reduce a la diferencia de filosofía. Rosberg, al igual que Verstappen, siempre parecía bastante serio sobre estas cosas, incluso en los últimos momentos de la temporada 2016, cuando seguía predicando un mantra de "carrera a carrera". En privado, por supuesto, estaba formulando planes para colgar el casco al alcanzar la cima de su carrera tras convertirse en campeón del mundo de F1. Llegó a su cima y no vio la necesidad de seguir escalando.
La afirmación de Verstappen de que el título no cambiaría su vida pudo ser extraña de escuchar a veces, especialmente por ser un piloto que va a por su primer campeonato, pero sirvió como una importante mentalidad para manejar los altibajos en un deporte de élite como es la F1. Es una postura similar a la de su antiguo compañero en Red Bull, Daniel Ricciardo.
"Si pones todos los huevos en una cesta, y no funciona, el pensamiento de lo que podría pasar podría ser aterrador", dijo Ricciardo sobre el final de la temporada en un encuentro con medios entre los que estuvo Motorsport.com.
"Si pusiera todo el trabajo de mi vida en convertirme en campeón del mundo y no me convirtiera en campeón del mundo, ¿voy a estar triste el resto de mi vida? No sé, es algo arriesgado. En este deporte, cuando hay tantas otras variables, nada está garantizado. No es blanco o negro".
Ricciardo citó una historia sobre el luchador de la UFC Rashad Evans como ejemplo de esa mentalidad cuando se consigue ese objetivo.
"Trabajó toda su vida para ser campeón, y se convirtió en campeón", dijo Ricciardo. "Y creo que a la semana siguiente volvió al gimnasio, y sus compañeros le preguntaron: '¿cómo se siente? Y él dijo: 'No me siento diferente'".
"En cierto modo, es bastante triste, porque quieres que pase algo, pero supongo que la cuestión es que tener el cinturón del título no le cambió como persona. Así que si también trabajas para que sea algo, y luego no lo es, creo que eso también puede ser bastante decepcionante".
"Así que traté de equilibrar un poco las cosas. Si llego a ser campeón, genial, pero si no, la vida sigue".
"Solo quieres ser maduro con el enfoque. Lewis tiene siete. ¿Se siente diferente a antes de tenerlos? No lo sé. No digo que tenga esa respuesta. Podría ser bastante aterrador invertir todo en ello, porque hay mucho más en la vida".
Verstappen ha estado disfrutando de su vida desde que ganó el título en Abu Dhabi, pasando las vacaciones en Brasil con su novia, Kelly Piquet, hija del legendario tricampeón del mundo, Nelson, y aprovechando al máximo el descanso antes de que comienza con la defensa del campeonato en las próximas semanas.
Una vez que el número 1 se suba a su coche por primera vez en los test de pretemporada y empiece su defensa del título, Verstappen se encontrará en territorio desconocido.
Sin embargo, si el año pasado sirve como referencia, cuando estuvo por primera vez en la lucha por el mundial, y si su enfoque sigue sin cambios, el neerlandés será capaz de lidar con los altibajos que afrontará en su camino.
Como dijo Ricciardo, nada está garantizado en la F1. Así que el hecho de que Verstappen tenga un campeonato en su haber seguramente hará que tenga menos presión, por alcanzar la cima y cumplir con el "logro final" por el que había trabajado.
Puede que el título no cambie a Verstappen, pero a medida que lleguen más victorias y campeonatos, sus pensamientos sobre la importancia de dejar un legado pueden entrar en su mente.
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