Quién durmió peor anoche en F1 tras Silverstone: Charles Leclerc

¿Se acuerdan todavía de Jean Alesi? El apasionado francés de Ferrari, cuya intrepidez siempre nos recordaba un poco a Gilles Villeneuve, que estaba considerado como un futuro campeón de Fórmula 1, sobre todo al principio de su carrera. Nunca olvidará cómo desafió al gran Ayrton Senna en Phoenix en 1990 con un Tyrrell inferior y terminó segundo en el inicio de sólo su segunda temporada en la categoría reina del automovilismo.

Durante años, los expertos del paddock de la Fórmula 1 coincidieron en que Alesi se proclamaría campeón del mundo tarde o temprano. Más pronto que tarde. En el verano de 1990, dos de las grandes escuderías, Ferrari y Williams, quisieron ficharle. Alesi firmó con ambas, y los abogados decidieron que tenía que ir a Ferrari. Muchos se preguntan aún hoy cómo habría sido su carrera si hubiera estado en Williams en lugar de Nigel Mansell en 1992, Alain Prost en 1993 y Ayrton Senna en 1994. Quizás sería tricampeón del mundo ahora mismo.

Pero las cosas fueron diferentes. Alesi se fue a Ferrari, un equipo que seguía buscando su nueva identidad inmediatamente después de la muerte de Enzo y que sólo la encontró a finales de los 90, cuando llegó Michael Schumacher y Alesi ya se había marchado.

Puede que esté fantaseando. Pero, ¿alguno de ustedes ve paralelismos con Charles Leclerc?

¿Ha encontrado Hamilton la forma de batir a Leclerc?

El monegasco, de 27 años, necesitó siete "joder" para describir su actuación del sábado ("Joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder. Soy una puta mierda. Soy una puta mierda. Eso es todo lo que soy", dijo.

Y tampoco se mostró demasiado satisfecho con su propia actuación tras la carrera: "Ha sido jodidamente malo". En otras palabras: "Ha sido muy malo por mi parte".

Puede sonar extraño, pero cuando el propio Leclerc es superado por Lewis Hamilton, empiezan a sonar las alarmas. "¿Dónde estoy perdiendo con Lewis? Supongo que un poco en todas partes...", preguntó una vez durante la carrera en Silverstone. "Sí, un poco por todas partes", respondió su ingeniero de carrera. Y cuando Leclerc fue informado de que podría ganar más tiempo en las curvas 1, 2, 12 y 13, simplemente se maravilló: "¿Cómo puede ser? Ya voy a fondo en las curvas 1 y 2".

Silverstone fue el primer fin de semana en el que Leclerc fue el más lento de los dos pilotos de Ferrari. No es de extrañar, porque el antiguo aeródromo militar no solo es el hogar del automovilismo británico, sino también el salón de Hamilton, por así decirlo. Desde 2013, el siete veces campeón del mundo siempre ha terminado allí en el podio (hasta ayer) y, con nueve trofeos de oro del RAC, es quien más veces ha ganado en Silverstone.

Sin embargo, hay algunos indicios de que lo de Silverstone no fue un simple destello en el pulso interno del equipo, sino un cambio de tendencia. Jerome D'Ambrosio, sustituto de Fred Vasseur como director del equipo, reveló el viernes que Hamilton se ha dado cuenta en términos de puesta a punto de que, al igual que Leclerc, simplemente tiene que tratar de vivir con una parte trasera floja en lugar de tratar de arreglarla. Y he aquí que la dinámica interna cambiase a su favor.

Respetable, ¿pero insuficiente al final?

Leclerc llegó a la F1 en 2018. A finales de 2025, habrá completado su octavo año, el séptimo en Ferrari. Y todavía tiene unas relativamente míseras ocho victorias. Terminó segundo en 2022 y tercero en 2024. Logros respetables, sin duda. Pero básicamente muy pobres para un piloto de su talento.

En Silverstone, Leclerc terminó 14º, casi una vuelta por detrás. No quedaba mucho del despreocupado que, tal y como predijo el fisio de Sauber Josef Leberer en su momento, le complicó la vida a Sebastian Vettel nada más empezar 2019 y acabó con su supremacía interna en Ferrari.

Leclerc ocupa actualmente la quinta posición en la clasificación de pilotos con 119 puntos. Hamilton, aunque se siente más lento en la mayoría de los fines de semana de carrera, le sigue de cerca con 103 puntos. Muchos esperaban que Leclerc desmontara a Hamilton y que lo mandase a la jubilación. Pero no parece que vaya a ser así después de Silverstone. Ahora huele más a un duelo directo. Lo que habla muy a favor de Hamilton y en contra de Leclerc.

No te equivoques: Haber pilotado en F1 para Ferrari durante diez años, con unas cuantas victorias, es un logro extraordinario. En Italia adoran a Leclerc y eso se aplica no sólo al poderoso clan Agnelli, sino también a los aficionados de Imola y Monza. Estoy seguro de que Jean Alesi estaría de acuerdo, desde la perspectiva actual, en que tuvo una vida estupenda y privilegiada.

Sin embargo, Charles Leclerc no es Jean Alesi después de todo. En los karts, ha demostrado que en realidad pertenece más a la liga de Max Verstappen. Ya es hora de que lo demuestre. Y se convierta en campeón del mundo de Fórmula 1.

Pero eso no ocurrirá en 2025, eso seguro.