¿Cómo es una etapa maratón en el Rally Dakar?

Mizail-. La carrera más dura del mundo desafía a pilotos, equipos, organizadores y periodistas que se desplazan a miles de kilómetros de sus casas para vivir la emoción de una competición de más de dos semanas en el desierto. Si ya de por sí cada jornada es complicada, imaginemos vivir una etapa maratón, en la que los participantes no pueden recibir ayuda externa, como ocurrió tras la séptima especial del Rally Dakar 2023.

Debido a las condiciones climatológicas en los diferentes vivacs de Arabia Saudí, A.S.O. modificó la hoja de ruta prevista para poder completar un recorrido similar, por lo que decidieron poner un maratón en la primera semana antes de llegar a la jornada de descanso, sin eliminar la segunda etapa maratón que se llevará a cabo en el Empty Quarter. No obstante, no hace falta imaginar cómo es, puesto que un enviado especial de Motorsport.com estuvo allí para conocer de primera mano cómo se trabaja en una etapa maratón de esta mítica cita.

En primer lugar, hay que madrugar, y mucho, porque los pilotos salen hacia el enlace a las cinco de la mañana para completar cientos de kilómetros antes de ponerse en modo competición. Mientras, los equipos y periodistas se preparan para transportarse a unos 350 kilómetros del punto de llegada con todo el material necesario para hacer sus labores.

Los verdaderos protagonistas salen a por todas en la ruta cronometrada, algo totalmente normal hasta este punto, al mismo tiempo que los demás esperan atentos siguiendo el mapa virtual y las clasificaciones. Sin embargo, todo cambia cuando llegan al parque de asistencia en el que los mecánicos pueden tocar el vehículo durante dos horas hasta que los pilotos y copilotos se quedan solos ante el peligro.

Un lugar como ese está lleno de imágenes curiosas, con una carretera de 1,8 kilómetros a rebosar de camiones de asistencia, en donde los trabajadores de cada conjunto montan las carpas y descansan como pueden a partes iguales en camas improvisadas al lado de las camionetas.

Cuando todo está montado y se conoce a los ganadores, es turno de lo realmente interesante, ver cómo los pilotos gestionan el poco tiempo de reparaciones que tienen en el Rally Dakar. Eso provoca momentos muy curiosos como cuando se quedan mirando las piezas de fibra de carbono sueltas o hablan entre ellos de cómo ha sido la especial antes de pasar el punto de control que mide la hora, no sin antes atender a los pocos medios de comunicación desplazados hasta allí.

Algunos llegan bastante relajados, conscientes de que sus vehículos están sanos y salvos, pero otros sienten la tensión y los apuros por reparar las averías como puedan antes de que sus mecánicos les abandonen hasta el día siguiente por la tarde.

Eso supone un verdadero descanso para ellos, quienes dedican día y noche a arreglar los desperfectos para que los coches estén preparados para la salida de la siguiente etapa.

Los participantes ríen, lloran y muestran cientos de emociones encontradas mientras están apoyados en sus vehículos tras cuatro horas de carrera y otras tantas de enlaces por carreteras, una definición perfecta de lo que es el Rally Dakar.