30.000 fans en Monza: así se vivió la 'Rossimanía' en el GTWC

La primera carrera de la temporada del GT World Challenge Europe 2023 atrajo a un total de 30.000 personas durante los tres días que se celebraron en el Autodromo Nazionale di Monza, donde ni siquiera el riesgo de lluvia frenó la ilusión de los aficionados.

La prueba inaugural de la Endurance Cup de la serie SRO Motorsports Group volvió a la pista italiana tras un año de pausa, el 2022, en el que la acción fue en Imola. Además del GTWC, el Campeonato de Europa de GT2, GT4 y la Clio Cup también compitieron en el Monza, y desde el viernes, donde no hubo actividades de GT3 salvo las pruebas de pilotos de clase Bronce a última hora de la tarde, hubo muchos aficionados.

Ni que decir tiene que la mayoría de ellos se agolpaban frente al box del equipo WRT, esperando ver de cerca a Valentino Rossi, y había aficionados ya colocados tras las barreras desde las 8 de la mañana, cuando sólo estaban los mecánicos y los primeros trabajadores en el paddock.

Ahí también hay que señalar que la elección del sitio para el equipo belga y su hospitality, en cuya parte trasera se encontraba el motorhome del 'Doctor', vallado y obviamente rodeado de curiosos dispuestos a asomarse por las rendijas de los paneles, quizás no fue del todo la mejor.

La afluencia de público aumentó el sábado y el domingo, de modo que quienes se encontraban en las inmediaciones se veían prácticamente bloqueados por el muro de gente que iba mucho más allá de las barreras dispuestas para crear un pasillo central. Los equipos Mercedes Akkodis ASP y Audi Boutsen VDS, por ejemplo, fueron los que tuvieron más dificultades, ya que sus pilotos y técnicos tenían que dirigirse a sus puestos y atravesar esas barreras de gente.

Eso, por supuesto, también afectó a los periodistas que estábamos dentro, que a veces nos vimos obligados a pasar por los otros boxes o desde el pitlane (en los momentos en los que estaba permitido) para llegar a los equipos mencionados y obtener información de sus competidores. A nivel logístico, se podría estudiar una asignación diferente para Valentino y el WRT para la próxima vez, para permitir que todos puedan moverse sin problemas y evitar quedar atrapados en la aglomeración.

Más allá de eso, lo más bonito (algo que en Imola el año pasado apenas se vio) fue la atención prestada a los demás. A los pilotos de Ferrari los paraban en cuanto se les veía llegar al circuito o bajar de los camiones para hacerse fotos y firmar autógrafos, al igual que los de Lamborghini y las demás marcas. Una señal de que (¡por suerte!) no sólo Valentino atrae a la gente, como también nos dijeron directamente algunos aficionados que conocimos durante nuestras vueltas por el paddock.

"Sí, claro, Valentino es la principal atracción, pero hemos venido porque nos interesa el mundo de los GT y sus protagonistas. Las carreras son bonitas y los pilotos muy buenos, así que esa es la razón principal por la que queríamos estar ahí. No  olopor Rossi", fueron las mejores palabras que escuchamos el domingo por la noche.

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Efectivamente, tener a un campeón como Raffaele Marciello o a los pilotos de Ferrari compitiendo en el WEC a escasos metros era una oportunidad que no se podía desaprovechar, al igual que encontrar a los chicos de BMW Motorsport que acabaron ganando la carrera del domingo, en la que había mucha gente en la tribuna central cuando se alinearon los coches.

Ni siquiera las previsiones meteorológicas para última hora de la tarde o los problemas con los continuos apagones de la mañana que amenazaron con arruinarlo todo desanimaron a los aficionados, que no dejaron de rondar por el paddock para disfrutar del ambiente y de sus atractivos, como los supercoches expuestos, los simuladores, los puestos de merchandising y los souvenirs que muchos se llevaron en volandas.

En definitiva, parece que el moto sigue vivo en Italia y (¡afortunadamente, todavía!) no sólo para la Fórmula 1, por lo que hay que intentar por todos los medios potenciar todo lo que no sea sólo el Gran Circo. Ahora, tenemos mucha curiosidad por ver quién estará ahí -también en Monza- para las 6h del WEC en julio. La carrera del GTWC estuvo muy bien, ahora le toca el turno al espectáculo de los prototipos de resistencia. Después, el Gran Premio de Italia en septiembre, la joya de la corona.

En las 3 Horas de Monza, por cierto, Valentino Rossi tenía un gran ritmo e incluso marcaba vueltas rápidas en la tercera posición hasta que cometió un error que le hizo perder posiciones y el posterior pinchazo que sufrió su compañero Augusto Farfus arruinó sus opciones.