Los rumores sobre Horner crean malestar en Ferrari, pero ¿lo necesitan?

John Elkann ha reconocido que está implicándose directamente en el regreso de Ferrari a la victoria en la Fórmula 1. El desplome bursátil del jueves en la cotización del Cavallino no debe buscarse en sus palabras de compromiso "con nuestros fieles seguidores que están ansiosos por vernos ganar en la Fórmula 1, igual que estamos ganando en resistencia. Y es un orgullo que hayamos traído a casa el trofeo de Le Mans después de tres victorias consecutivas". 

La marca de Maranello se ha convertido ya en una auténtica "máquina de hacer dinero" en el mundo del lujo, pero son conscientes de que los márgenes de crecimiento no se pueden soportar únicamente en las cifras récord que alcanzan puntualmente las ventas de sus supercoches, reconoció el presidente en el Capital Markets Day, donde pronosticó un crecimiento más gradual, con cierta cautela.

Independientemente de la llegada del coche eléctrico, que se es un añadido y no una transición impuesta por el mercado, John Elkann tuvo que gestionar una transición delicada en la historia de Ferrari con una pérdida en Wall Street de casi el 16%. Un batacazo, pero nada que el CEO, Benedetto Vigna no tuviera en cuenta de alguna manera.

Pero en este clima de grandes turbulencias, la noticia que sobrevoló los objetivos de producción y financieros para los cinco años hasta 2030, fue la del contacto de Christian Horner para un puesto al frente de la Dirección Deportiva. Y la noticia, publicada por F1-Insider, dio inmediatamente la vuelta al mundo sin que hubiera ninguna verificación de credibilidad.

Y quienes siguen la F1 saben que ya hubo contactos preliminares en el pasado, pero cuando el directivo británico fue despedido por Red Bull, varias personas autorizadas en Maranello salieron al paso para asegurar que Christian no ficharía por Ferrari.

Christian Horner, ex director general de Red Bull Racing

Foto de: Sam Bagnall / Motorsport Images

Horner, tras haber cerrado un lucrativo acuerdo con la escudería de Milton Keynes por la rescisión de un contrato de larga duración (se habla de unos 80 millones de euros), quiere planificar su regreso a la F1, ya que tiene muchas ganas de demostrar de lo que puede ser capaz en una nueva aventura.

Sin embargo, los rumores sobre la posible salida de Frederic Vasseur de la Scuderia para dejar paso al ex de Red Bull no son creíbles. Horner, como todas las figuras destacadas del Gran Circo, tiene que someterse a un "gardening leave", es decir, el periodo de jardinería para evitar que se lleve inmediatamente sus conocimientos de un equipo a otro. 
 
Normalmente, para los empleados más destacados se habla incluso de un paréntesis de un año, pero es posible que Christian pueda quedar libre antes de mediados de 2026. Por tanto, está demasiado claro que la sustitución de Vasseur por Horner es impensable en este momento. Es cierto que la Scuderia atraviesa un momento especialmente difícil en la F1, pero un cambio ahora no sería bueno para la modificación reglamentaria que está a la vuelta de la esquina.

John Elkann renovó su confianza en Fre Vasseur a finales de julio: no puede echarle después de tres meses

Foto de: Clive Rose / Motorsport Images

Sin embargo, la realidad muestra que la situación ha caído en picado: cero éxitos con un coche que no responde a las expectativas debido a graves limitaciones de diseño y que podría llevar a Ferrari a ser incluso cuarta fuerza por detrás de McLaren, Mercedes y Red Bull. 
 
El ambiente, de hecho, se ha vuelto "tóxico", con pilotos a los que a veces se culpa de cosas que no son suyas y un equipo que pierde literalmente el norte. Las salidas de técnicos importantes no se han podido frenar con nuevas llegadas de renombre. 

Uno olvida también que Ferrari es un equipo de más de 1.500 personas, con un calendario de empresa que ya no puede ser tan humoral como antes: tras estar en duda durante meses, Vasseur fue renovado como director del equipo a finales de julio. ¿Puede ser que le echen después de sólo tres meses? Por supuesto que no.

Lo que falta a estas alturas es una comunicación clara sobre cuáles son los objetivos reales de Ferrari para la última parte de la temporada, porque no hay duda de que el trabajo de todo el equipo ya no se centra en el desdichado SF-25, sino sólo en el proyecto 678, el monoplaza de 2026 que tiene como objetivo devolver a la Scuderia a la parte alta de la clasificación en la F1.

Fred Vasseur tendrá derecho a mostrar lo que su equipo técnico será capaz de idear en el primer coche confiado al grupo dirigido por Loic Serra. Y serán los resultados del 678 los que determinarán si la confianza depositada en este personal se verá respaldada por las esperadas victorias de John Elkann. El presidente, en tiempos nada sospechosos, había señalado precisamente 2026 como el año en el que deberían volvería a luchar por un título. 
 
La fábrica de Maranello lo tiene todo para aspirar a lo más alto (Lewis Hamilton, a su llegada a Ferrari, se mostró muy sorprendido por la calidad de las estructuras) y si no lo consigue, seguramente será cuestión de hombres y más concretamente de nombres.

Charles Leclerc, Ferrari

Foto de: Lionel Ng / Motorsport Images

Vasseur tiene tiempo para jugar su partida: si al inicio de la temporada europea en 2026 no han llegado los éxitos prometidos, podría desencadenarse una profunda revolución que iría mucho más allá del director del equipo. ¿Podría Horner formar parte de esta operación? Por qué no, pero hay que recordar que la ambición de Horner es volver al Gran Circo con un papel bien definido: al igual que Toto Wolff en Mercedes, está deseando unirse a un equipo en el que pueda tener acciones.  
 
Wolff tiene el 33% del equipo Mercedes, mientras que Adrian Newey fue convencido para fichar por Aston Martin porque Lawrence Stroll le dio una participación en el equipo de Silverstone. Así que no estamos hablando de un proyecto novedoso y revolucionario.
 
Pero, ¿podría esgrimirse el mismo argumento en Ferrari? Probablemente las negociaciones con Newey en Maranello también encallaron en ese sentido y no sólo en los aspectos técnicos. Horner parece estar interesado en convertirse en el jefe de un grupo capaz de repetir el "milagro" de Red Bull, que llegó de la nada para imponerse a equipos mucho más poderosos, y eso ciertamente no encaja con los italianos.

Horner encontrará su camino, mientras que Ferrari tendrá que redescubrir el orgullo que parece haber sido pisoteado en estos momentos. John Elkann ha dado la cara: ha apostado por el WEC y las satisfacciones están llegando y se esperan más. Ahora es el turno de la F1. Los aficionados del Cavallino esperan ahora hechos en lugar de palabras...