La F1 y su problema con los límites de pista: ridículo en Austria
La Fórmula 1 salió del Gran Premio de Austria envuelta en polémica tras uno de los fines de semana más caóticos y vergonzosos que se recuerdan. ¿Por qué?
En los últimos años, los límites de pista han sido un grave problema para la Fórmula 1, pero en el pasado Gran Premio de Austria se cruzaron todos los límites y todos los involucrados quedaron retratados en mayor o menor medida a lo largo del fin de semana hasta tal punto que los propios comisarios pidieron "encarecidamente que se encuentre una solución a la situación de los límites de pista en este circuito" en un claro mensaje dirigido hacia la F1 y la FIA para que reaccionen de una vez por todas en este sentido.
Ya el viernes, en los entrenamientos libres previos a la clasificación, fue evidente que muchos pilotos aprovechaban al máximo los varios varios metros de escapatoria de asfalto que hay la curvas 9 y 10 del Red Bull Ring, ya que eso les permitía pasar a mayor velocidad y, por lo tanto ganar tiempo. De hecho, la mayoría de tiempos en esa P1 (lo que sería FP1 en un fin de semana normal) se hicieron excediendo los límites de pista en dichas curvas, pero el problema llegó después, cuando los comisarios de la FIA se pusieron serios con estas infracciones a partir de la clasificación.
En dicha sesión, en Dirección de Carrera llegaron a eliminar un total de 47 vueltas entre la Q1, Q2 y Q3, con Sergio Pérez siendo el protagonista del caso más alarmante, ya que en la segunda ronda clasificatoria, sobrepasó los límites en todas y cada una de sus vueltas, razón por la que tuvo que salir desde la 15º posición en la carrera del domingo por escasos milímetros que no marcaban diferencias sustanciales en alguna de esas ocasiones en las que se le eliminó un giro.
El sábado, con las sesiones al sprint, los límites de pista fueron un poco menos protagonistas, en gran parte debido a la intermitente lluvia que hizo que los pilotos tuviesen que evitar los pianos para así no perder el control de sus monoplazas. Sin embargo, el colmo de los colmos llego el domingo, durante la carrera y sobre todo tras ella.
A lo largo de las 71 vueltas del Gran Premio de Austria, pocos pilotos escaparon de una advertencia en forma de bandera y blanca por exceder los límites de la pista, y muchos de ellos cruzaron la barrera y además recibieron una penalización de cinco segundos que cumplieron durante sus paradas en boxes o al finalizar la carrera. Tal era la cantidad de infracciones, que fue Hamilton quien estrenó el casillero de sanciones antes siquiera de llegar a la vuelta 20, una penalización que replicaron luego muchos compañeros de parrilla.
Sin embargo, después de estar toda la carrera pendientes de los límites de la pista, llegó la mayor de las polémicas para la Fórmula 1 y la FIA (Federación Internacional del Automovilismo).
Aston Martin presentó una protesta por los resultados del GP de Austria, ya que la estructura de Lawrence Stroll consideraba que algunos pilotos habían excedido los límites de la pista sin recibir una sanción, mientras que otros sí la habían recibido.
Ese movimiento de la escudería británica fue el detonante que la FIA necesitó para tomarse en serio un tema que, de no ser eso, seguramente habría sido pasado por alto y habría provocado una vergüenza todavía mayor de haberse descubierto.
El órgano rector aceptó la protesta de los de Silverstone y explicaron que Dirección de Carreta había eliminado un total de 100 vueltas durante la carrera, un número que dejó atónitos a todos. Aunque más lo hizo la parte en la que reconocieron que habían detectado 1.200 posibles casos en los que los pilotos podrían haber excedido los límites de la pista durante las 71 vueltas, muchos de los cuales ni tan siquiera fueron revisados y, seguramente, tampoco lo hubieran sido de no ser por la queja formar de Aston Martin. Es decir, si el equipo de color verde no llega a presentar una protesta ante la FIA, algunos pilotos habrían sido sancionados y otros no por acciones exactamente iguales, y no se habrían aplicado los casi 100 segundos de penalización que sumaron postcarrera, un auténtico bochorno.
Después de esa revisión exhaustiva, que llevó horas y horas, los comisarios explicaron que desde Dirección de Carrera habían encontrado 83 casos en los que algún piloto excedió los límites de la pista y que, en consecuencia, se aplicarían las sanciones pertinentes a los pilotos que hubiesen sido reincidentes. Por tanto, un total de 4 horas y 51 minutos después de que se hubiese publicado el resultado provisional de la prueba, éstos resultados cambiaron, con todo lo que ello conllevo y muchos aficionados ya desconectados, dejando una imagen pésima de un deporte que casi cinco horas después de la conclusión de los hechos meramente deportivos cambiaba los resultados que ya todo el mundo conocía y había dado por sentados.
Pero lo más alarmante es algunos de esos casos, como el de Esteban Ocon, que recibió 30 segundos de penalización tras la carrera por haberse saltado los límites de la pista en las curvas 9 y 10 en 10 ocasiones prácticamente consecutivas entre las vueltas 27 y la 37 de la carrera. ¿Cómo puede ser que algo así pasase desapercibido por los comisarios de la FIA?
Aclaración: ¿Cómo aplicaba la FIA las sanciones por límites de pista en Austria?
Los comisarios se basaron en que cuatro infracciones de límites de pista suponían una sanción de cinco segundos y una quinta infracción suponía una sanción de 10 segundos. Sin embargo, esa cuenta se reiniciaba a partir de esa segunda penalización, por lo que para recibir otra, el piloto en cuestión debía sobrepasar los límites otras cuatro veces y así sucesivamente.
Otro de los aspectos que llamó la atención, es que sólo dos pilotos, George Russell y Guanyu Zhou completaron las 71 vueltas sin exceder los límites de pista en ninguna ocasión, una clara evidencia de que los pilotos profesionales siempre intentan aprovechar cada centímetro del circuito para intentar ser lo más rápidos posible.
Ante eso, sólo queda una solución: grava o hierba. No obstante, la Fórmula 1 se topa una y otra vez con el mismo enemigo: MotoGP. El pasado fin de semana, en Red Bull Ring, a FIA intentó que los organizadores añadieran grava a la escapatorias de las curvas 9 y 10 precisamente para evitar el ridículo que finalmente se vivió, pero éstos se negaron debido al desembolso que supondría directamente para las arcas del circuito añadir y quitar la grave para un solo fin de semana.
Sea como sea, después de esto, tanto la FIA como la Fórmula 1 están obligados a encontrar una solución a corto y largo plazo, ya que no se pueden permitir otro escándalo como el del GP de Austria, en el que la atención no fue para el espectáculo y la imagen de la categoría quedó realmente daña en una campaña que, además, no está siendo loable en casi ningún aspecto.
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