La apuesta aún más arriesgada de Laia Sanz
La piloto catalana de KTM sigue haciendo historia, a pesar de la complicación de esta 40ª edición, y acaricia de nuevo el top 10, logrando su segundo mejor resultado en el Dakar.
Laia Sanz, Red Bull KTM Factory Racing
Red Bull Content Pool
Córdoba (Argentina).- Los calificativos se acaban para hablar de Laia Sanz. Ella sonríe con la cara llena de polvo, no de colorete, sino de arena. Ha sufrido de lo lindo. Ha tenido caídas. Heridas. Agotamiento.
Y para colmo, una última etapa de fesh fesh y estrecheces que amenazó con poner en un aprieto a todos. Incluida ella, que se jugaba un puesto entre los 12 mejores.
“Había mucho polvo, era feo jugarse algún resultado porque con este polvo costaba mucho apretar. Tenía a [Daniel] Nosiglia bastante cerca en la general [a 1:44] y he apretado hasta que lo he pasado. Cuando lo he pasado, ya me he calmado porque sabía que si lo aguantaba iba a conseguir este 12º y estoy muy contenta de haberlo logrado”, aseguró la española a Motorsport.com tras llegar a meta.
Sanz ha vuelto a lucirse en el Dakar más duro que se recuerda en Sudamérica. Pero cada año, ella se supera. Afloja cuando no lo ve claro. Navega. Mira en el horizonte cuando otros solo siguen trazadas. Da gas.
“Ha sido una edición muy dura, pero al mismo tiempo que hemos sufrido, hemos disfrutado mucho. Creo que hay que felicitar a la organización porque el recorrido era exigente, pero también muy bonito. Hemos tenido un poquito de todo, mucho fuera pista y creo que un Dakar tiene que ser así”.
La catalana ha sufrido de lo lindo estos 15 días, con una caída camino de Fiambalá “por cansancio a 20 km de meta” y otra llegando a San Juan que le dejó tocadas cervicales, espalda y una mano inflamada. Pero cuando la llegada está tan cerca, no hay dolor.
“Estoy contenta y también especialmente de haber salido en 8 Dakar y haberlos terminado todos, que esto es siempre complicado. Y también muy contenta con el resultado, que ha estado cerquita del top 10, así que no puedo pedir más”, reconoce con esa sonrisa que brilla entre la arena, el barro y los que aún dudan si una mujer puede luchar entre los mejores.
El ansiado top 10, que ya consiguió en 2015 con ese mágico 9º puesto, se ha quedado a solo 14:26 tras 15 días de sangre, sudor y lágrimas. De querer poder y de poder queriendo. Pero el 12º sabe a gloria en el Dakar más duro de Sudamérica.
La reina del siete ya lo es del ocho. Ha subido la apuesta y nadie parece igualarla.
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