Yamaha estudia descorchar en Valencia un sexto motor para Viñales
Los ingenieros de Yamaha deben decidir en qué momento proporcionan un sexto motor a Maverick Viñales, una maniobra que acarrearía la sanción de salir desde el pit lane en la siguiente carrera.
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images
El equipo Yamaha está estudiando el momento en el que descorchar el sexto motor de la temporada para Maverick Viñales, algo que podría suceder con mucha probabilidad este mismo fin de semana en el Gran Premio de Europa, que se celebra en Valencia.
Por reglamento, los pilotos disponen de cinco motores para completar la temporada y abrir un motor más allá de esa cifra acarrea la sanción de salir desde el pit lane en la siguiente carrera, que sería la de este mismo domingo.
De los cinco motores con los que Viñales empezó la temporada, el #2 lo perdió después de tan solo tres entrenamientos libres, los tres primeros del Gran Premio de España, el primero del año, tal y como ya destapó Motorsport.com en su momento.
Del resto, el #1 solo lo utilizó en esos mismos tres entrenamientos y en los cuatro libres de Estiria. Desde entonces, no lo ha montado más. Algo similar ha pasado con su motor #3, usado solo en cuatro sesiones del primer gran premio del año, incluida la carrera, en la que fue segundo, y en tres sesiones de Estiria, abandonando esa unidad desde entonces.
Dotación de motores de Maverick Viñales en 2020
Photo by: MotoGP
Viñales ha hecho, prácticamente, toda la temporada con los motores #4 y #5, con los que ha disputado diez carreras, cinco con cada uno.
Esos motores han sobrepasado ya el límite aconsejable de kilometraje y en condiciones normales hace ya semanas que estarían en el desguace.
Motores ‘sancionados’
El problema para Viñales es que sus motores #2 y #3 son las dos unidades que Yamaha abrió de forma fraudulenta antes del arranque de la temporada, una vez se habían sellado en Qatar antes del inicio del curso.
La utilización del motor #3 en la carrera de Jerez ha acarreado a Yamaha una sanción de 20 puntos, los cobrados por Viñales en esa carrera. Si el equipo le montara uno de esos propulsores volvería a ser sancionado, y esta vez el piloto, no solo el equipo.
Con tres carreras por delante y el título en juego, Yamaha no puede arriesgarse a que uno de los dos motores utilizables se rompa, ya que eso significaría un cero en la carrera en la que sucediera, y además debería salir desde el pit lane en la siguiente al estrenar un nuevo motor, lo que comprometería dos de las tres citas que restan.
Esperar a la semana próxima podría condenar a Maverick a no poder puntuar en las dos últimas, mientras que tomar la decisión de no abrir un nuevo motor es una lotería, ya que tanto el propulsor #4 como el #5 pueden romperse en cualquier momento.
El propio Viñales lo reconoció este jueves desde Valencia: “Estoy en una situación tensa, me estoy quedando sin motores”, admitiendo que haberse quedado muchos minutos en el box durante los últimos entrenamientos responde al exceso de kilometraje de los dos únicos motores que, de momento, puede usar en su intento de luchar por el campeonato del mundo de 2020.
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