En el primer día de actividad en pista, los equipos aprovecharán las dos sesiones de entrenamientos libres del viernes 29 de julio para probar las actualizaciones antes de regresar a las fábricas y ajustar las piezas. Esa jornada no tendrán muchos problemas para salir a pista en Hungaroring, ya que se esperan temperaturas agradables, entre 33ºC y 18ºC, además que de hay pocas posibilidades de que llueva, solo un 20%.

No será así el sábado 30 de julio, puesto que lo más probable es que una tormenta eléctrica haga acto de presencia en el trazado, justo a la hora de la clasificación que decide en orden de la parrilla para la carrera en Hungría. Durante la jornada, la Fórmula 1 afrontará un 80% de posibilidades de que el asfalto se moje, con temperaturas de entre 26ºC y 14ºC.

Para el día de la carrera, el domingo 31 de julio, la lluvia también es una amenaza, ya que existe un 40% de opciones de que el agua cubra la superficie del circuito, aunque esto será por la mañana, y ya durante la tarde se reduce el porcentaje.