Tras haber corrido 15 años (en dos episodios) como corredor oficial de la fábrica japonesa, Rossi competirá este año con el equipo Petronas, la única estructura satélite de la marca de los diapasones, en la que tendrá a Franco Morbidelli como compañero de equipo.

A sus casi 42 años –los cumple la semana que viene–, el italiano, que durante la mitad de la temporada pasada estuvo dudando entre seguir corriendo o retirarse, decidió firmar por la escudería malaya por un año, con opción a otro (2022), que debe concretarse en los próximos meses.

Para el #46, la tendencia cada vez más generalizada en MotoGP, que lleva a los equipos a firmar a los pilotos cada vez más pronto, le jugó una mala pasada a Yamaha. Una afirmación sorprendente, en cualquier caso, si atendemos a que fue precisamente él, el peor clasificado de entre los cuatro pilotos que en 2020 dispusieron de una M1.

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“Yamaha eligió a su pareja de pilotos antes de que arrancara el pasado campeonato, y desde mi punto de vista eso fue un error. Eso [elegir tan pronto] es un vicio en MotoGP. Haría falta al menos esperar alguna carrera”, dice Rossi en una entrevista concedida a Il Corriere della Sera.

“En cualquier caso, Quartararo todavía es una promesa y Viñales, con sus altibajos, va muy rápido. Lo harán bien, estoy seguro de ello”, añade el de Tavullia, en una extensa charla en la que trata los temas más variopintos.

En un momento dado, el entrevistador le pregunta por la ausencia de Andrea Dovizioso en la parrilla del curso que teóricamente arrancará en Qatar a finales de mes. El multicampeón, también habla claro sobre este tema: “Lo veo absurdo. Dovizioso es rápido y tiene experiencia, pero habría que preguntarle a él. A lo mejor se quedó sin ganas. Si la decisión es suya, entonces perfecto”.