El francés, ganador de las dos primeras carreras del curso y líder sólido del Mundial, demostró en un circuito diferente y complicado, como es ahora mismo el de Brno, que sigue teniendo la velocidad que le ha llevado a ser la gran atracción del campeonato en estos momentos.

Pese a todo ello, se pudo ver a un Fabio Quartararo muy enojado encima de la moto durante la segunda práctica, llegándose incluso a pensar que tenía problemas con el motor de su M1.

“Fue un poco difícil. Sabemos que somos rápidos a una vuelta, pero el ritmo resultó ser mucho más difícil. Estamos trabajando duro para encontrar una solución porque no estoy muy contento. Es muy importante mantenerse concentrado. Hoy creo que Franco [Morbidelli] ha sido el más rápido, pero estoy muy cerca de él y eso es muy importante. Cometí muchos errores en mi vuelta rápida del FP2, lo que significaba que realmente no esperaba ser tan rápido. Estoy contento con el clima, pero tenemos que trabajar en nuestro ritmo de carrera”, advirtió el líder del Mundial.

Sobre sus expresiones de enfado sobre la moto en el segundo entrenamiento, Fabio descartó problemas con el motor.

“Cuando volví a boxes, lo primero que le dije al equipo fue que me encontraba muy bien, pero el único problema era la consistencia del neumático, que era muy mala. Sabemos dónde está el problema y es realmente positivo, porque de lo contrario a veces podemos perdernos un poco. Sé dónde está el problema y lo estamos abordando”, tranquilizó.

Le pidieron que ahondar un poco más en el problema.

“Cuando el asfalto no tiene mucho agarre es un problema para nosotros. Sabemos que las Ducati hacen sus tiempos de vuelta con su potencia cuando los pilotos enderezan la moto. Para nosotros es mucho más difícil: cuando hay agarre y no patina, tenemos una buena velocidad en las curvas, pero en realidad aquí patina mucho, aunque fue mucho mejor con el nuevo neumático Michelin”, valoró.

“Pero quiero seguir trabajando con el equipo y encontrar una solución porque es un poco extraño. También hay que decir que las condiciones mejoran constantemente, porque llovió mucho antes de llegar aquí y, por tanto, la pista no estaba muy bien. Trabajaremos en esto y ya estamos pensando en soluciones junto al equipo”.

Quartararo sigue sin poder disfrutar del sistema que baja la suspensión trasera de la moto, tanto en la salida como en las rectas durante la vuelta, el denominado holeshot, que este año estrena Yamaha imitando a Ducati.

“Francamente, lo intenté, ¡pero es demasiado difícil!”, exclamó. “No es el mismo sistema que el de Ducati. Lo intento, cada vez que salgo a la pista me digo 'vamos, en esta carrera lo pruebo una vuelta', pero es realmente es difícil usarlo en el momento perfecto, saber cuándo hacerlo, por lo que de momento solo lo uso en la salida”.

Las mejores fotos de Fabio Quartararo en Brno

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