La pista de Ciudad del Cabo, trazada en vías públicas para este primer E-Prix, era nueva para todos. Además del trabajo en el simulador, también hubo un reconocimiento del circuito a pie, un momento muy instructivo antes de la primera sesión de pruebas en la que todos pudieron hacerse una idea más precisa del trazado y sus exigencias.

"Había visto cosas en el simulador, como los baches, que están bien reproducidos, pero siempre hay un elemento sorpresa", dijo Vergne, piloto de DS Penske. "Además, en el simulador, cuando tomas una curva demasiado rápido y chocas con un muro, vuelves a empezar".

En el corazón de la ciudad sudafricana vimos el circuito urbano más rápido de la temporada donde la velocidad media superó los 150 km/h y los coches alcanzaron los 230 km/h de velocidad punta. ¡Nada mal para un circuito urbano con señales de tráfico y alcantarillas!

Sébastien Buemi, Edoardo Mortara y Sam Bird pagarían el precio de descubrirlo de una forma bastante violenta. Esta fue también la razón por la que algunos de los pilotos salieron mal parados durante los entrenamientos y antes de la calificación.

"No sentía demasiado el coche, así que preferí ser cauto", dijo Vergne. "Realmente empecé a tomar riesgos en la clasificación, donde era importante conservar el coche".

En el Grupo 1, los dos Porsche, que lideran el campeonato, también volvieron a estar en liza aunque Antonio Félix Da Costa se quedó fuera de la fase final. Vergne hizo su trabajo y se encontró en cuartos de final con Sacha Fenestraz, de Nissan, que en un gran momento de forma consiguió su primera pole en la Fórmula E.

En el Grupo B, las cosas no fueron tan bien para Porsche y DS Penske, ya que la sesión terminó bajo bandera roja. Stoffel Vandoorne, que acababa de marcar el mejor tiempo en el primer sector sólo pudo ser 12º, con su compañero Vergne en quinta posición.

La experiencia es la madre de la ciencia

En una pista tan compleja, donde cada error puede costar muy caro es, sobre todo, la correcta medición de los riesgos y la estrategia energética lo que permite a los pilotos sumar puntos. En este sentido, fue una vez más Vergne quien dominó la prueba junto a su antiguo compañero, Da Costa, al volante de un Porsche oficial. Desde el inicio de la temporada, DS Penske ha sido el único equipo que podido responder al fabricante alemán y se vio en esperada batalla de Sudáfrica.

Tras ponerse en cabeza en el E-Prix, Vergne se encontró con Da Costa en su retrovisor, cuando el portugués aún tenía un modo de ataque por gastar. Fue el juego del gato y el ratón durante las últimas vueltas de la carrera, ante un público que había acudido en gran número y que estaba visiblemente emocionado con el espectáculo.

Da Costa, de forma atrevida, consiguió finalmente escaparse tras una arriesgada maniobra y de este modo, se hizo con su primera victoria con Porsche tras salir desde la 13ª plaza.

La estrategia de Vergne le valió el segundo puesto y también consiguió la vuelta más rápida de la carrera.

"Por supuesto, habría preferido ganar, pero estoy contento con el resultado", dijo el piloto francés. "Tonio [Da Costa] ha sido bastante agresivo, y yo opté por mantener la cabeza fría, sobre todo porque no le vi por los retrovisores cuando empezó a adelantarme.

"Si le hubiera empujado contra el muro, podría haber chocado contra él, rebotar y dejarnos a los dos fuera de juego. Creo que si los dos no tuviéramos mucha experiencia en el automovilismo, podría haber acabado mal".

Tras un inicio de temporada muy ajetreado, con carreras cada quince días desde mediados de enero, los equipos del campeonato del mundo de Fórmula E disponen de un mes para preparar la siguiente ronda.

El campeonato les llevará de nuevo a un circuito desconocido, esta vez en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), para la sexta ronda, el 25 de marzo.