El problema que Mercedes F1 quiere solucionar con su nuevo suelo en España
El equipo de Brackley ha adaptado el fondo del W16 en función del nuevo alerón delantero, menos flexible. Resta, responsable del desarrollo, también ha previsto una modificación del alerón trasero en busca de la carga aerodinámica que le falta a la flecha plateada y negra.
Mercedes necesita salir del agujero negro de los dos últimos Grandes Premios (Imola y Mónaco), que dejaron muy pocas satisfacciones a George Russell y Kimi Antonelli. El equipo de Brackley ha llevado a Barcelona un nuevo fondo que ya había sido anunciado por Simone Resta, subdirector técnico, en Imola, así como un alerón trasero revisado para aumentar la carga en la parte posterior del monoplaza.
Foto de: Antonia Vandersee / circuitpics.de
Es interesante destacar que la estrella plateada no ha declarado oficialmente el nuevo alerón delantero: la solución capaz de superar las nuevas verificaciones técnicas de la FIA, que limitan la flexión según los nuevos parámetros de control, ya se había visto durante los entrenamientos libres del GP de Emilia Romaña. Los técnicos de James Allison pudieron recoger datos útiles para desarrollar las simulaciones con las modificaciones adicionales previstas para el W16.
Foto de: Antonia Vandersee / circuitpics.de
El GP de España será una carrera muy importante para las flechas negro y plata: el trazado de Montmeló es muy exigente para evaluar desarrollos, por lo que la cita catalana será estratégica para orientar futuras actualizaciones.
La nueva suspensión trasera vista en Imola y descartada en Mónaco no se ha vuelto a montar en Cataluña: antes de que vuelva a verse durante la temporada, necesitará algunos ajustes. Mientras tanto, el W16 se beneficia del esperado nuevo fondo, que funciona en perfecta sinergia con el alerón delantero menos flexible.
El cambio más llamativo afecta al borde exterior del suelo del coche: la salida de aire de los canales Venturi más externos ha sido ampliada, con la incorporación de nada menos que ocho pequeños generadores de vórtices más grandes, en lugar de los seis que vimos hasta Mónaco.
El objetivo es empujar ese flujo de salida hacia el exterior de la rueda trasera, con el fin de reducir las pérdidas generadas por las turbulencias que provienen de la rueda delantera. Se trata de un trabajo de limpieza aerodinámica que debería permitir encontrar más carga local, intentando compensar —al menos en parte— el equilibrio perdido con el alerón delantero menos flexible.
En Mercedes están convencidos de que, tan pronto como el nuevo paquete aerodinámico encuentre su equilibrio óptimo, el W16 debería poder aspirar a su primera victoria. A juzgar por la primera sesión de entrenamientos libres… no parece que vaya a ser en España.
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