Fernando Alonso fue uno de los grandes protagonistas del viernes en el Gran Premio de Hungría 2025. El piloto de Aston Martin Racing incendió las alarmas por la mañana al no subirse al AMR25 durante los Libres 1 debido a unas molestias en la zona lumbar que arrastra desde el pasado fin de semana en Spa. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, reapareció en la FP2 con buen ritmo y sensaciones positivas a pesar del dolor.

"Después de Spa tenía un poco de dolor en la zona lumbar izquierda, así que nos hicimos una resonancia para ver qué era exactamente. Salió una pequeña lesión muscular, y por eso decidimos limitar los kilómetros este fin de semana", explicó el propio Alonso al terminar la jornada.

El bicampeón del mundo fue sustituido en la FP1 por el piloto reserva del equipo, Felipe Drugovich, mientras el equipo buscaba soluciones para mejorar su comodidad en el cockpit.

Aunque reconoce que no está al 100% físicamente, Alonso afronta este Gran Premio con la tranquilidad de saber que después llega el parón veraniego, lo que le permitirá descansar y recuperarse por completo. "Tengo una pequeña lesión en un músculo de la parte baja de la espalda. Si fuera una persona normal, probablemente estaría sentado dos semanas… Pero es manejable. No tengo dolor en el coche, que es lo más importante", aseguró.

Alonso, incómodo con el balance del AMR25

En lo deportivo, el día dejó un sabor más dulce de lo esperado para Aston Martin. A pesar de que Alonso fue superado por Lance Stroll —algo poco habitual esta temporada—, ambos pilotos colocaron sus coches entre los cinco mejores de la FP2, por detrás de los McLaren y Charles Leclerc. "Obviamente me perdí la FP1, pero en la FP2 las sensaciones fueron buenas. El balance todavía no está en la ventana que me gustaría, sobre todo con algo de subviraje a mitad de curva y dificultades para girar en curvas lentas. Pero es normal para una primera sesión del fin de semana", valoró Alonso.

Parte de las buenas sensaciones pueden explicarse por la evolución del coche. Aston Martin introdujo nuevas piezas en Spa, incluyendo un nuevo alerón delantero, aunque el formato sprint impidió probarlas a fondo. En Hungría, ya con un programa más convencional, el equipo ha podido recopilar más datos. "Tenemos que revisar la información de los test que hicieron los chicos en la FP1 y tratar de poner el coche más rápido en pista mañana", añadió el asturiano.

En resumen, Fernando Alonso pilotará este fin de semana entre algodones, pero con la convicción de que el AMR25 puede dar guerra en Hungaroring. Y si algo ha demostrado a lo largo de su carrera, es que nunca hay que subestimar al asturiano, ni siquiera cuando está tocado físicamente.