Las mejores historias de 2017, 16: Ogier también gana el WRC con un equipo privado

Antes del inicio de la temporada 2017 del Campeonato del Mundo de Rallies, el WRC estaba absolutamente dominado por Sébastien Ogier y el potente equipo oficial de fábrica de Volkswagen, pero la casa alemana decidió, de forma inesperada y repentina, dejar el campeonato a finales del 2016.

El Mundial adquiría una nueva dimensión y la nueva temporada parecía ser especial con la introducción de los coches de nueva generación, más rápidos y de mejor diseño que los anteriores. Además, Toyota regresaba al Mundial por primera vez desde 1999.

La combinación de la marcha de Volkswagen y el resto de factores abrió la pelea y obligó a recolocar a tres pilotos importantes: Sébastien Ogier, Andreas Mikkelsen y Jari-Matti Latvala, abandonados por VW.

De hecho, Andreas Mikkelsen no pudo encontrar un nuevo asiento a tiempo para la temporada, pero Jari-Matti Latvala encontró refugio en Toyota y el cuatro veces campeón Ogier, a pesar de meditar la retirada, finalmente firmó con el equipo privado M-Sport.

Desde la temporada 2012 el equipo de Malcolm Wilson no había ganado un solo rally, y en 2016 estaba muy lejos de Volkswagen y Hyundai. Cuando Ogier y M-Sport unieron sus fuerzas, la perspectiva era motivante: ¿sería capaz el francés de llevar al equipo de nuevo la gloria, o sería una oportunidad de oro para que otro piloto pudiera ser campeón?

La temporada comenzó de la mejor manera posible, ya que Ogier obtuvo una victoria impresionante en en el Rally de Montecarlo que abría el curso. En un rally de alto desgaste, el francés no fue el más rápido (Thierry Neuville perdió una victoria segura al golpear su coche contra una roca) pero sí supo imponer la característica que le permitió dominar el WRC entre 2013 y 2016: su consistencia. Después de todo, hubo ocasiones en que sus compañeros Latvala y Mikkelsen pudieron ganar a Ogier, pero lo que no pudieron hacer fue mantener un nivel tan alto de rendimiento sin cometer errores, y fue la misma historia en 2017.

Los temores de que Ogier arrasara otra temporada se disiparon cuando Jari-Matti Latvala se llevó una victoria sorpresiva para Toyota. Eso significaba que por primera vez desde febrero de 2014, no era Ogier quien lideraba el campeonato.

México fue territorio de Kris Meeke, después de que el piloto de Citroen sobrevivió a una visita ridícula a un aparcamiento justo al final de la última etapa, y a continuación Neuville e Hyundai dominaron en Córcega para hacer que cuatro fabricantes diferentes ganaran las cuatro primeras citas del WRC.

Cuando Neuville volvió a ganar en Argentina, el ímpetu y el estatus de favorito al título comenzaron a cambiar hacia el belga. Pero Ogier, aunque no ganaba los rallies, acumuló sigilosamente podios, lo que le mantuvo al frente de la clasificación.

A mitad de temporada la brecha entre Ogier y Neuville fluctuó en torno a los 20 puntos, y no fue hasta el Rally de Finlandia, a fines de julio, cuando Neuville finalmente alcanzó a Ogier debido a un accidente inesperado del francés.

Sin embargo, Neuville sufrió fallos en la suspensión en las siguientes dos rondas, casi terminando con sus ambiciones de título, y Ogier eventualmente logró su quinta corona con su tercer puesto en el Rally de Gales.

Según la estadística, 2017 fue la campaña menos productiva de Ogier en sus cinco temporadas en que ha ganado el campeonato: solo ganó dos rallies, mientras que con Volkswagen nunca bajó de seis victorias.

Pero incluso cuando no pudo ganar, siempre estuvo entre los cinco primeros (excepto en Finlandia), mientras que, en contraste, Neuville estuvo fuera del top 10 en cuatro ocasiones, regalando hasta 100 puntos en el proceso. El título finalmente se decidió por solo 24 unidades.

Con su quinto título, Ogier ha silenciado a los pocos críticos que aún le quedaban, y nadie puede decir que el francés no esté realmente entre los mejores pilotos del campeonato. Y aunque el nombre inscrito en el trofeo sigue siendo el mismo, el hecho no quita que probablemente fuera la temporada más entretenida y emocionante del WRC en la última década.

Queda por ver si eso continuará el próximo año, especialmente con Ford incrementando su apoyo a M-Sport y Ogier, y teniendo tiempo para los preparativos de pretemporada adecuados, tiempo que no tuvo el pasado año. Sus rivales tienen muchas razones para estar preocupados.

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