Ari Vatanen rememora sus años con Peugeot

Ari Vatanen, Tupoovaara (Finlandia) 27 de abril de 1952, es una de las grandes figuras del automovilismo mundial. Campeón del mundo en 1981, diez victorias mundialista en rallyes y cuatro victorias en el Dakar, le dan el título de leyenda del automovilismo y así se lo reconocen los aficionados de todo el mundo que le veneran en todas sus apariciones públicas.

Con ocasión del Rallye Festival de Hoznayo, una cita ineludible desde hace años para todos los aficionados a los rallies, especialmente los que disfrutaron en vivo de esos coches en los años ochenta y noventa, Peugeot España invitó a Ari Vatanen a participar a bordo del mítico Peugeot 205 Turbo 16 con el que el finlandés consiguió cinco victorias durante las temporadas 1984 y 1985.

"Estoy muy feliz de estar aquí", comentó Vatanen en una comparecencia antes los medios desplazados a Hoznayo sobre su participación en el festival. "Y esto no es para adular, lo siento en mi corazón. Porque no tengo que hacer, a mi edad, este tipo de cosas si no quiero. Quería venir aquí, no he estado en España con mucha frecuencia últimamente. Así que cuando la gente me recibe como me recibió ayer... es fantástico ver a gente apasionada. Este fin de semana es todo pasión. En Finlandia, la gente es apasionada, pero lo expresan menos. Aquí la gente expresa su pasión".

Vatanen defendió los colores de muchas marcas durante los años que duró su carrera deportiva, aunque siempre tendrá en sus pensamientos a las tres más importantes, las que más éxitos le dieron: Ford, Opel y Peugeot. Cuando fichó por la marca francesa, fue toda una sorpresa, en plena explosión de los impresionantes Grupo B.

Ari Vatanen, Rally Montecarlo 1985, Peugeot 205 Turbo 16

Foto de: Peugeot Media

"Peugeot es parte de mi historia", admitió, "gran parte de mi historia. Porque la gente me pregunta, ¿cuáles eran tus coches favoritos? Yo siempre digo el Ford Escort y el Peugeot. Pero Peugeot fue una historia humana. Era una aventura. Peugeot en ese momento casi estaba en la quiebra. Así que el 205 le hizo subir. Ganamos todo, y perdimos todo. Murió gente. Yo casi muero en Argentina. Ya sabes, así era la vida. Fue una historia humana increíble lo que pasó con Peugeot. Así que, este fin de semana me trae muchos recuerdos".

Vatanen no sólo compitió con Peugeot en el mundial de rallyes, también se unió a la marca francesa para la aventura del Dakar, con los que consiguió tres de sus cuatro tuaregs a bordo del 405 Turbo 16 en la mítica prueba, la más dura del mundo, algo que también fue muy especial para él.

"La mayor victoria para mí fue cuando estaba en la plaza Trocadero de París. Justo antes del París-Dakar de 1987", confesó cuando fue preguntado acerca de sus mejores recuerdos junto a la marca francesa. "Porque un año y medio antes estuve muy, muy cerca de morir en Argentina. Y es un milagro, siempre se puede decir, gracias a Dios que sobreviví. Y la convalecencia duró 18 meses, un año y medio".

"Así que cuando estoy en la Plaza de Trocadero y digo, 'soy yo, soy Ari, mi cuerpo está más o menos funcionando' y sentí que era algo irreal estar de vuelta, donde estaba antes de Argentina. Y pensé que esto era como una segunda vida que comenzaba para mí. Porque mientras tanto no creía, sólo veía un muro negro frente a mí. Sin luz, sin esperanza, sin futuro, sin nada. Y ahí estaba. Así que, vaya, la vida es un gran misterio. Esa es la mayor victoria que he tenido. Vale, también tuve la suerte de ganar mi primer Dakar (risas)".

Ari Vatanen, Rally RAC 1984, Peugeot 205 Turbo 16

Foto de: Peugeot Media

En aquella época de los Grupo B del mundial de rallies, Audi eran los grandes dominadores con el impresionante Audi Quattro y Peugeot construyó un coche muy diferente para tratar de batirles. Vatanen abrió la puerta que luego derribaron sus compatriotas Salonen y Kankkunen con el 205 T16 consiguiendo el mundial para Peugeot en 1985 y 1986.

"Peugeot fue hecho para vencer al Audi Quattro", comentó Vatanen acerca de aquellos años, "entonces, al principio, nadie creía realmente. Nadie había probado la tracción a las cuatro ruedas y el motor en el centro, detrás de los pilotos. Pero resultó ser muy bueno, un coche realmente fantástico. Me gustaba mucho. Muy pronto, el coche llegó a ser muy competitivo. Incluso en el primer rally en Córcega, que tuve un accidente cuando estaba liderando. Fue un período muy especial".

"Como he dicho anteriormente, Peugeot estaba casi en bancarrota. Y era muy arriesgado comenzar la competición. Y Jean-Claude (Vaucard, ingeniero jefe del proyecto) era muy buen jefe, muy buen gerente. Tuvimos años fantásticos, como he dicho antes. Subimos y bajamos. Ganamos mucho".

Los buenos resultados en las carreras actuaron de espoleta dentro de una marca que no estaba viviendo los mejores momentos, como rememora Vatanen: "La gente en las fábricas de Peugeot estaban escuchando lo que estaba pasando. Porque la gente sabía que la empresa no estaba bien. Por lo tanto, no era sólo el equipo de rally. Era toda la empresa la que seguía lo que pasaba. Y tuvimos muchos momentos dramáticos. Fue un período increíble".

Ari Vatanen, Rally Montecarlo 1985, Peugeot 205 Turbo 16

Foto de: Peugeot Media

Sobre el coche, Vatanen no tiene más que buenas palabras y para él ha sido un gran momento el volver a sentir este fin de semana lo que supone volver a pisar esos pedales.

"El coche era tan fácil de conducir... el único coche que inspiraba confianza. Y, por supuesto, si el coche te da confianza, puedes volar, vuelas con tu coche. La gente a menudo pregunta '¿cómo lo haces?' Pero no hay explicación, si crees en tu coche, piensas que ese coche hará lo que quieres, no hay problema, te olvidas de todo lo demás. El único inconveniente de ese coche fue, por supuesto, lo que me pasó en Argentina, pero de todos modos, fue un coche increíble, un período increíble, no sólo como competidor, sino como ser humano, parte de la aventura humana" dijo para concluir.