Vietti explica su debut en MotoGP: "Seguramente, el mejor día de mi vida"

Cuando el pasado domingo terminó la temporada 2025 de Moto2, Celestino Vietti no esperaba ser uno de los protagonistas del test de MotoGP del martes en Valencia. Pero el italiano, séptimo clasificado en la clase intermedia con una victoria y dos terceras posiciones en este curso, recibió a última hora el premio de subirse a una moto de la clase reina, concretamente de una Ducati.

La razón no fue la más agradable: justo antes de empezar la última carrera larga del año en MotoGP, Franco Morbidelli impactó en la parrilla con la parte trasera de la Honda de Aleix Espargaró. Aunque el italiano trató de empezar la carrera tras un paso por boxes, tuvo que retirarse después de un par de vueltas por daño en la mano izquierda. Más tarde, se confirmó que estaba lesionado, con una fractura del quinto metacarpiano, y que no podría disputar el habitual test de postemporada.

El domingo por la noche, Ducati y el Pertamina Enduro VR46 decidieron y le comunicaron a Vietti que él sería el sustituto, y ya el martes se subió a la Desmosedici GP25. Completó un total de 24 vueltas al Circuit Ricardo Tormo, y marcó un tiempo de 1:32.511, que le dejó último a 3.1 segundos del mejor crono, un 1:29.373 de Raúl Fernández.

"Seguramente, ha sido el mejor día de mi vida", empezó diciendo el corredor de la Academy VR46, con una imborrable sonrisa en la cara, en DAZN en cuanto se bajó de la MotoGP. Luego, ante los medios escritos, entre los que estaba Motorsport.com, dio más detalles de su debut.

"Ha sido un día muy especial, que nunca olvidaré. La moto es increíblemente rápida en las rectas, pero también la potencia de los frenos es realmente impresionante, porque frenas más o menos como con la Moto2, pero llegas [a la curva] mucho más rápido. Quiero dar las gracias a todo el mundo: a Ducati, al equipo VR46, al SpeedRS, que es mi escudería en Moto2. Lo siento mucho por Franco, que ha tenido que saltarse los test. Seguro que no es nada muy difícil de superar, así que espero que pueda descansar bien y empezar la nueva temporada con buen pie".

Celestino Vietti, VR46 Racing Team

Foto de: Gold and Goose Photography / LAT Images / via Getty Images

El transalpino detalló después qué fue un reto para él: "Realmente es [un reto] físico, especialmente la frenada, porque como he dicho llegas mucho más rápido, pero la distancia de frenado es la misma. En cuanto a la manejabilidad, esperaba que fuera un poco más rígida, pero la moto es muy ligera y se conduce muy bien, más o menos como la Moto2, así que me sentí bien después de unas cuantas vueltas. Quizás estaría más cansado si hubiera dado algunos giros más".

Los discos de freno de carbono también fueron una novedad para Vietti: "Al final, cuando has alcanzado la temperatura adecuada, el freno de carbono es manejable, más o menos, como un disco normal. Tiene mucha potencia, pero cuando alcanzas la temperatura adecuada es muy agradable de usar. La mayor diferencia, en mi opinión, es entender el límite del neumático; definitivamente es un compuesto diferente, también en términos de tamaño. Aún no lo he entendido del todo, pero ha sido agradable".

El turinés explicó cuándo se enteró de que tendría que subirse a una MotoGP: "Me enteré el domingo por la noche, después de que hicieran los chequeos a Franco y decidieran que no iba a correr. En ese momento, creo que el VR46 me preguntó si era posible [que le sustituyera]". Eso sí, nadie del equipo tuvo que advertirle de que evitara caídas: "No era necesario, me lo dije a mí mismo. Sabía que no tenía que hacer locuras. Era un día tranquilo y sólo tenía que pensar en divertirme. Mi primer pensamiento al salir a pista fue que no debía caerme. En cuanto metes dos marchas, enseguida te das cuenta de que es algo diferente e incomparable a lo que has hecho siempre. Luego pensé en meter el neumático en temperatura y divertirme", finalizó.