Las mejores historias de 2018, 8: Fenati pierde la cabeza en Misano

Fenati, que a mediados de 2016 ya había salido por la puerta de atrás del equipo y de la Academia de Valentino Rossi por un incidente con los miembros del Sky VR46, había protagonizado varias acciones polémicas desde que compite en el Mundial, pero ninguna había sido tan grave ni había alcanzado la notoriedad que sí lo hizo lo sucedido con Stefano Manzi durante la carrera de Misano.

El piloto del Marinelli Snipers estaba realizando un discreto estreno en Moto2 tras proclamarse subcampeón del mundo de Moto3 unos meses atrás, lo cual no fue obstáculo para que el Forward Racing hiciese oficial su fichaje en agosto apenas dos semanas antes del incidente, para ser uno de los encargados de liderar el proyecto de MV Agusta en su regreso al campeonato tras 42 años de ausencia.

Sin embargo, el 9 de septiembre todo cambió. Fenati y Manzi estaban teniendo un tira y afloja durante la carrera del Gran Premio de San Marino por la posición, cuando en la vuelta 15 el de Forward Racing intentó un arriesgado adelantamiento y acabó echando fuera de la pista a su compatriota, haciéndole perder varias plazas. Tras remontar y darle caza de nuevo, Romano se tomó la justicia por su mano –literalmente– y en plena recta a 217 km/h trincó la leva del freno delantero de Stefano.

La acción era recogida por las cámaras y los comisarios le mostraban bandera negra. Al acabar la prueba, los dos eran llamados a declarar, pero en lugar de pedir disculpas y mostrar arrepentimiento, el piloto de Ascoli se reafirmaba sobre lo hecho.

"Al principio ha habido un contacto y me ha sacado fuera de la pista. Luego me ha sacado otra vez, obviamente no es una justificación, pero siempre son los mismos pilotos los que molestan y estropean la carrera. No es un movimiento acertado, es peligroso para él y para mí, pero hay que verlo en perspectiva. Siempre son los mismos que cometen los errores, hay que ser más correctos", explicó Fenati, quien fue sancionado con dos carreras de suspensión, mientras que Manzi tampoco salía indemne y era penalizado con seis posiciones en la parrilla del siguiente gran premio.

A partir de ese momento comenzó una caza de brujas. Algunos como Márquez o Lorenzo pedían una sanción ejemplar, mientras que otros como Crutchlow iban aún más lejos y proponían que no volviese a correr nunca más. La acción trascendió más allá del mundo del motociclismo, acusándole incluso de intento de asesinato.

El lunes después de la carrera, MV Agusta anunciaba que rompía el contrato que les vinculaba para 2019. Horas más tarde su actual equipo también rompía la relación que les unía.

"El Marinelli Snipers Team cancela el contrato del piloto Romano Fenati por su comportamiento antideportivo, incalificable, peligroso y dañino para la imagen de todos. Con gran decepción, tenemos que recalcar que su gesto irresponsable ha puesto en peligro la vida de otro piloto y no se puede disculpar de ninguna manera", decía entonces el equipo en el comunicado en el que se hacía oficial el despido. 

El piloto de 22 años tardó, pero acabó reconociendo su error y pidiendo perdón, para seguidamente amagar con su retirada del motociclismo. La Federación Italiana y la Internacional le retiraban la licencia, por lo que independientemente de lo que decidese hacer con su carrera, en 2018 no se le volvería a ver sobre una moto. 

Paradójicamente, Manzi –el piloto que más caídas ha protagonizado esta campaña– acabó renovando con Forward, quienes se plantearon repescar a Fenati, por lo que en 2019 llevará la MV Agusta que en un principio iba a ser para el de Ascoli. El subcampeón de Moto3 finalmente encontró plaza en el campeonato, precisamente en el mismo equipo que le expulsó meses atrás, pero en la categoría pequeña. 

"Es una nueva vida para él. De acuerdo, cometió un error, pero creo que los medios lo han agrandado más de lo que se merecía. Trabajaremos juntos para empezar una nueva vida juntos", rezaba el comunicado del equipo

Fenati cometió un error, uno más, y fue sancionado. Sin embargo, como bien indicó Rossi, el italiano fue sometido a un juicio público por gente que jamás ha visto una carrera. En 2019 tendrá una nueva oportunidad, quizás la última, de demostrar que ha aprendido una dura lección. Deberá aprovecharla.

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