La naturaleza del Circuito urbano de Montecarlo dejó una carrera en la que un par de equipos utilizaron a sus pilotos para taponar a los rivales que iban por detrás y crear un hueco para que su otro piloto, por delante, hiciera sus paradas obligatorias sin perder posición. Lo hizo primero Racing Bulls y luego Williams, y uno de los grandes perjudicados fue Mercedes.

George Russell y Andrea Kimi Antonelli se vieron primero taponados por Carlos y luego por Alexander Albon, y tras la carrera surgió una imagen en redes sociales en la que James Vowles, director de Williams, parecía discutir con un enfadado Toto Wolff, jefe de Mercedes, que desde una ventaja gritaba y gesticulaba hacia su homólogo que iba por el pitlane.

Sin embargo, ahora, en The Vowles Verdict, la habitual conclusión de Vowles tras cada gran premio, ha salido a la luz la verdad... o al menos la teoría del de Williams. "Toto sólo estaba gritando porque había mucho ruido en el pitlane, pero de lo que estábamos hablando era de cómo podemos mejorar estas reglas", explicó, negando cualquier discusión.

Y continuó: "De lo que estaba hablando era de si establecemos un tiempo máximo al que puedes ir más lento y creo que he leído recientemente que también habló de eso ante los medios de comunicación". 

"De lo que hablaba con Toto es de si usamos una vuelta comodín, como la que hizo George al final, en la que adelantó efectivamente fuera de la pista [saltándose la chicane], pero permitir que eso ocurra varias veces en una carrera para crear una oportunidad diferente, porque así los coches ya no van a ir tan despacio y eso significa que puedes salirte del tráfico. Esa fue la breve conversación que tuvo lugar en el pitlane, pero no era frustración hacia el otro, era frustración hacia el reglamento y, al final hacia cómo se desarrolló la carrera, que fue hacia donde nos vimos obligados a ir".

Tras acabar la carrera, Toto Wolff reveló, enseñando su teléfono móvil ante los medios de comunicación, que el de Williams le había mandado un mensaje de texto disculpándose por haber tenido que hacer esa jugada, y de hecho el austriaco admitió que le comprendía.

Y cuando en rueda de prensa de la FIA le preguntaron a Vowles si habría esperado un gesto así en circunstancias similares si hubiera sido al revés, contestó: "Es una buena pregunta, pero casi no importa lo que él hubiera hecho. Yo estoy aquí para ganar diseñando, construyendo y gestionando un coche mejor que nadie. Pero así no es como sumamos puntos en Mónaco. Sumamos puntos en Mónaco aguantando a todos los coches de fuera y detrás de nosotros y por eso, lo que dije públicamente, lo que dije en la tele en ese momento, y lo que nuestros pilotos dijeron es que así no es como nos gusta correr".

"Pero lo haremos si tenemos que sumar puntos. Si estoy teniendo un impacto significativo en las carreras de otras personas, en este caso, de Mercedes que justo detrás de nosotros, como deportista, creo que es lo correcto. Es un mensaje claro: 'voy a hacerlo, y no te va a gustar", concluyó.

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