Los riesgos a los que se enfrenta Hamilton con Ferrari en la F1

El fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari de cara a 2025 es el mayor movimiento de mercado en la Fórmula 1 desde que el propio piloto británico dejó McLaren para pasar a Mercedes.

Aquella decisión se produjo a finales de 2012, poco antes antes de su debut en la Fórmula 1 con las flechas plateadas el año siguiente. Sin embargo, el tiempo de espera en esta ocasión será algo más largo, ya que deberá completar toda la temporada 2024 antes de dar el siguiente paso.

Su único rival es el factor sorpresa, como le ocurrió a Fernando Alonso al cambiar Alpine por Aston Martin hace el pasado curso. Por otro lado, Ferrari sigue siendo la escudería más exitosa de la F1 y a su vez Hamilton es el que más se hace notar de todos los pilotos. Eso es importante si tenemos en cuenta que los actuales dominadores, Max Verstappen y Red Bull, siempre intentan evitar que sean ellos los protagonistas y el centro de atención.

En esta noticia, los paralelismos con la salida de Hamilton de McLaren son obvios. Entonces, la era de los V6 turbohíbridos estaba a punto de empezar y fue un gran éxito para Mercedes. Ahora, aunque el gran cambio de reglamentario de 2022 todavía está muy reciente, los cambios en el reglamento de 2026 -especialmente en los motores, que contarán con un extra de energía eléctrica y combustible sostenible- ya están en el horizonte ahora que ya arranca 2024.

Pero, aunque es un nuevo capítulo positivo y emocionante para la Fórmula 1 en general y para el propio Hamilton, los riesgos de un cambio son diferentes para él en esta ocasión.

Cuando llegó a Mercedes en 2013, Hamilton no podía saber si conseguiría sumar otro título al que ya había conquistado en 2008, pese a que justo en ese momento estaba en sus mejores años. Pero, al igual que con este cambio, tenía una gran ventaja debido a ese inminente cambio de reglas.

Por lo tanto, este movimiento debería verse inicialmente como un paso similar al de 2012 y 2013, dado lo cerca que estaban Mercedes y Ferrari entre sí a finales de 2023, pero a su vez lejos de la estela de Verstappen y Red Bull. Aunque, por otro lado, los austriacos están en realidad en una posición aún más a prueba de balas, dado que no pueden hacerse una idea de lo que podrán mejorar sus rivales antes de salir a pista en las próximas semanas.

Pero el primer riesgo para Hamilton es que, a corto plazo, pueda suponer un paso atrás en su objetivo de ganar un octavo título. La longevidad de su carrera a largo plazo también es un factor importante a tener en cuenta en general, ya que en el breve comunicado de prensa de Ferrari se anunció que se unía con un contrato "multianual", que en teoría podría llegar más allá de 2026.

En 2013, él y Nico Rosberg lograron triunfos esporádicos para Mercedes. En 2023, Ferrari fue la única escudería capaz de ganar una carrera cuando la escudería de las bebidas energéticas perdió un poco el rumbo en Singapur. Pero la regularidad de Mercedes fue clave para hacerse con el segundo puesto en el campeonato de constructores.

Y lo que es más importante en esta época del año, hay un enfoque marcadamente diferente en las posiciones de Mercedes y Ferrari sobre sus respectivos florecientes monoplazas de 2024.

El director técnico de Mercedes, James Allison, dijo que su equipo siente que "algunas de las características más negativas de la parte trasera de nuestro coche" ya han sido solucionadas.

Si Mercedes consigue hacer del W15 un rival para Red Bull, Hamilton se enfrentará a otro riesgo a corto plazo: que se quede aislado en su actual equipo. Eso, seguramente, se medirá en torno a George Russell, ya que ambos tienen estilos de conducción diferentes.

Por su parte, el director técnico de Ferrari, Enrico Cardile, terminó 2023 diciendo que "para mí, la configuración de la suspensión está un poco sobrevalorada". Se trata de una afirmación que fue muy sorprendente, teniendo en cuenta lo abierto que ha sido Red Bull al asegurar que ese elemento es clave en los coches de Fórmula 1 actualmente. Sin embargo, esas palabras son claramente una pista de lo que se puede esperar del diseño del SF-24 de Ferrari en este aspecto; no demasiados cambios.

Sin embargo, en todo eso también subyace la salida de Hamilton de Mercedes en primer lugar.

Sería lógico esperar que lo que ha visto de los datos previos a la pista del W15 del equipo no le ha inspirado demasiado, ni a corto ni a largo plazo. Como mínimo, sugiere que Hamilton no confía en que Mercedes pueda volver a ganar títulos.

Pero por otro lado, Ferrari no tiene la fama de tener éxito tras los últimos cambios de reglas - como sí Mercedes hizo en 2014 - o ser capaz de mantenerse en la pelea cuando consiguen un buen coche, como sucedió en 2022.

Los de Maranello también han perdido parte de su personal técnico en los últimos tiempos. El jefe de concepto de vehículos, David Sánchez, está ahora en McLaren, mientras que el anterior director deportivo, Laurent Mekies, se unió a VCARB y Mattia Binotto, tras casi un cuarto de siglo en Ferrari, también está ausente después de ser despedido como director del equipo. En cambio, el único fichaje destacable ha sido el exdirector de rendimiento de Mercedes, Loic Serra, que de todas formas no podrá empezar a trabajar con ellos hasta 2025.

Un factor clave en el fichaje de Hamilton es que, al atraer al piloto estadísticamente más exitoso de la historia de la F1, todavía cerca de la cima de su rendimiento, Ferrari podría atraer a una gran cantidad de personal. Pero si ahora se produce una oleada de contrataciones en la Scuderia, seguramente tardará años en dar sus frutos, ya que sus efectos no son instantáneos.

Por lo tanto, podría ser que, en cuanto a resultados, 2025 se desarrolle de forma muy similar a 2013, ya que toda la parrilla converge poco a poco hacia el mismo diseño downwash de Red Bull. Pero, de nuevo, alcanzar el éxito en 2026 no está garantizado en lo absoluto.

Algunos se quejarán de que, al unirse a Ferrari, Hamilton se expone ahora a los diversos errores de estrategia que el equipo ha cometido en las últimas campañas. Pero no está de más recordar que en 2023 Mercedes cometió varios errores de comunicación que le costaron muy caros tanto a Hamilton como a Russell.

Otro gran riesgo surge en cómo Hamilton se enfrentará a Charles Leclerc. Russell demostró estar mucho más cerca del nivel de Hamilton que Valtteri Bottas en Mercedes. Y el talento de Leclerc, sobre todo en clasificación, podría ser clave en esta batalla.

El monegasco también tiene mucha más experiencia con los paquetes de Ferrari, que tienden a ser arriesgados en términos de pilotaje. También habla italiano y está familiarizado con lo que sigue siendo una organización compleja a la que adaptarse, ya que dista mucho de las escuderías "normales" que realizan sus operaciones en el Reino Unido.

Sin embargo, es evidente que Hamilton sigue estando un paso por delante, y Russell es el criterio clave, en lo que se refiere a la habilidad que da puntos en la F1: la gestión de los neumáticos. Habrá que ver cómo su dominio en ese sentido puede ayudar a un equipo con un historial de debilidad en el desgaste de las gomas en carrera.

Pero quizá el mayor riesgo de la decisión de Hamilton se refiera a su reputación.

Inevitablemente, algunos dirán que todo se debe al dinero. No se tiene en cuenta que Hamilton iba a ganar 50 millones de euros en Mercedes, y cualquier mejora financiera no es exactamente un cambio de vida para una persona como él que ya cuenta con una fortuna de más de 220 M€.

Hamilton tampoco puede perder ya sus títulos con Mercedes, ya que la mayor amenaza para su palmarés es el caso judicial de Felipe Massa por Singapur 2008. Pero existe el riesgo de que haya renunciado a una posible asociación de por vida con la marca a través de un papel de embajador en Mercedes y sus contribuciones a sus iniciativas benéficas Mission 44.

Hay precedentes en otros deportes en los que los equipos acaban reconciliándose con estrellas que abandonaron el barco: véase el caso de los New England Patriots de la NFL y Tom Brady, que acabó retirándose con un campeonato más en los Tampa Bay Buccaneers. Y en cualquier caso, Ferrari también podría conceder a Hamilton ese estatus de leyenda en Maranello.

En este aspecto, las palabras del jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, así lo respaldan: "Lewis siempre será una parte importante de la historia del automovilismo de Mercedes".

En definitiva, con este cambio Hamilton se arriesga a pasar años en el desierto bajo el escalón más alto del podio (no gana desde Yeda 2021), Pero eso ya le ocurró en Mercedes en los dos últimos años, por lo que al unirse a Ferrari y hacer realidad el sueño que tantas otras leyendas de la F1 tuvieron, Hamilton ha impulsado su reputación en muchos aspectos.

Además, sabemos que lleva mucho tiempo soñando con Ferrari...

En este sensacional cambio, Hamilton se arriesga a pasar años en el desierto repleto bajo el escalón más alto de un podio de F1 que no ha visitado desde la carrera de Jeddah de 2021, todo ello mientras se enreda con un joven y decidido compañero de equipo. Comentar eso en el contexto de su éxito anterior sería la leche.

Pero eso ya estaba ocurriendo en Mercedes en los dos últimos años, después de su angustia de 2021.

Al unirse a Ferrari y hacer el sueño romántico que tantas otras leyendas de la F1 tuvieron también -uno que muchos creyeron que su héroe Ayrton Senna haría- Hamilton ha impulsado su reputación en muchos sectores.

Además, sabemos que lleva mucho tiempo soñando con Ferrari.

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