Cómo Hamilton soltó a Mercedes F1 su bombazo con Ferrari

Estas charlas entre Toto Wolff y Lewis Hamilton han servido, tradicionalmente, para asimilar los acontecimientos de la temporada anterior, repasar lo sucedido durante el invierno y hablar de los objetivos y ambiciones para la batalla que se avecina.

Han sido la oportunidad perfecta para pasar mucho tiempo juntos, comprender mejor la mentalidad del otro y ponerlo todo en orden mientras se preparan para la intensidad de la campaña que tienen por delante.

Wolff ya se había referido anteriormente al valor de estas reuniones: "Creo que hacerlas al final de la temporada es un buen momento, donde se puede poner todo sobre la mesa, algunas de las frustraciones y temas no discutidos, y reflexionar sobre ellos, analizarlos y ponerse de acuerdo o averiguar lo que realmente sucedió".

Esa reunión anual tuvo lugar este pasado miércoles por la mañana, 31 de enero, en la casa del jefe de Mercedes en Oxford, después de que Hamilton estuviera en Brackley el día anterior para una prueba de asiento con el monoplaza de 2024.

Wolff explicó cómo fue esta reunión, además de que daba por hecho que la unión de Hamilton y Mercedes acabaría, aunque le cogió por sorpresa el momento: "Un poco de contexto. Cuando firmamos la renovación, con Lewis optamos por un plazo más corto. Así que los acontecimientos no son una sorpresa. Tal vez sí el momento".

"Así que lo que pasó es que nos reunimos para tomar un café en mi casa, en Oxford. Me dijo que había decidido correr para Ferrari en 2025. Y eso fue básicamente todo. Luego tuvimos una buena conversación. Aquí es donde estamos".

Desde la perspectiva de Wolff, había muchas razones para pensar que esta sería una oportunidad para poner fin a los problemas del equipo en las dos últimas temporadas y prepararse para lo que se espera que sea un renovado impulso competitivo, gracias al nuevo W15 de este año.

Pero las cosas no salieron como se esperaba y, en su lugar, el punto clave de la reunión fue Hamilton soltando la bomba de que iba a activar una cláusula de liberación en su contrato, y que había fichado por Ferrari para la temporada 2025.

Casi simultáneamente, Marc Hynes, hombre de confianza de Hamilton desde hace muchos años, y que recientemente ha vuelto a desempeñar un papel más activo en la gestión del siete veces campeón del mundo, había llegado a la fábrica de Mercedes en Brackley para entregar una carta formal al equipo notificándole la situación.

Hamilton, con Marc Hynes

La marcha de Hamilton ya era oficial para Mercedes y, a pesar de la conmoción, el balón empezó a rodar para gestionar la noticia, antes de que el jueves por la noche se confirmara abiertamente y definitivamente.

Aunque se ha sugerido que la fecha de ese 31 de enero podría haber sido significativa, como punto decisivo para que el heptacampeón activara cualquier opción de salida, se entiende que no fue así. Por el contrario, los acontecimientos únicamente se produjeron esta semana porque parece que Hamilton quería hacérselo saber a Wolff cara a cara en la primera oportunidad que tuviera, en lugar de hacerlo a través de una llamada telefónica o vía abogados.

No olvidemos que cuando Nico Rosberg le dijo al dirigente austriaco que se retiraba después de ganar el Mundial de Fórmula 1 de 2016, no pudo soportar hacerlo en persona, así que lo hizo a través de una llamada telefónica en el aeropuerto después de que hubieran pasado horas juntos, volando de vuelta a Europa.

Aclarar las cosas antes del inicio de la temporada también tenía mucho sentido para Hamilton, al quitarse la noticia de encima lo antes posible. Si se hubiera guardado el acuerdo con Ferrari bajo la manga, sabiendo que los rumores inevitablemente saldrían a la luz, se habría arriesgado a que la situación se convirtiera en un frenesí mediático durante toda la temporada, que podría haber distraído su atención y la de Mercedes.

Aunque hace tiempo que existen rumores que vinculan al #44 con Ferrari, que hasta ahora no habían llegado a ninguna parte, se entiende que la revelación de Hamilton de que había fichado por el equipo ha pillado a Mercedes por sorpresa.

Cuando surgieron los primeros rumores sobre la marcha del multicampeón inglés, era inevitable pensar que quizás las cosas llevaban tiempo cocinándose y que Mercedes había estado intentando alinearlo todo para mantener contento a su piloto.

Los recientes anuncios de que Wolff y el director técnico, James Allison, habían ampliado sus contratos, fueron quizás señales de que la escudería había querido dejar claro a Hamilton que había estabilidad a largo plazo en la cúpula directiva.

Sin embargo, se entiende que los acontecimientos de Wolff y Allison no tenían nada que ver con Hamilton, especialmente porque no había habido ninguna indicación en ese momento de que existiera la posibilidad de que se marchara.

También se entiende que no había habido problemas entre bastidores que hubieran provocado que Hamilton quisiera irse, ni ninguna preocupación por el progreso del W15, que ha ofrecido algunas señales alentadoras desde el simulador. En su lugar, como Hamilton confirmó en el comunicado de prensa de Mercedes, se trataba simplemente de que era el momento adecuado para salir del equipo.

Con Wolff y la alta dirección de Mercedes conscientes de la importancia de la decisión de Hamilton, tenía sentido que el equipo se moviera rápidamente para poner las cosas en orden, para la propia escudería y para el público. Wolff convocó una reunión en la fábrica de Brackley para las 14:00 horas del jueves, a la que se animó a asistir a todos los miembros del equipo.

Y fue aquí, a través de una videollamada, ya que se encontraba en Milán para una reunión del equipo de ingenieros de Mercedes con Pirelli, donde Wolff anunció que Hamilton se marcharía al final de la temporada.

A estas alturas, a pesar de que Mercedes y Ferrari no habían hecho ningún comentario público, la noticia ya se había filtrado antes de que ambos equipos hicieran sus anuncios, sobre las ocho de la tarde del jueves.

El fichaje de Hamilton por Ferrari es una de las noticias más impactantes de los últimos años en la F1, y ha provocado una de las jornadas informativas más dramáticas de los últimos tiempos. Pero es una historia que emocionará al Gran Circo en los años venideros, sobre todo porque ahora mismo nadie sabe cómo se desarrollará.