Pirelli repite el salto de compuesto en Austin para agitar las estrategias

La Fórmula 1 regresa a Estados Unidos tras la vista a Miami en mayo para disputar un nuevo fin de semana de carreras en Austin, con la lucha por el título de pilotos abierta y la expectación por las sorpresas que pueda deparar el gran premio.

Inaugurado en 2012, el trazado estadounidense se ha convertido ya en un fijo del calendario, uno de los pocos circuitos modernos capaces de conquistar a pilotos y aficionados gracias a su gran variedad técnica y al encanto de sus curvas inspiradas en otros circuitos históricos.

Sin embargo, este año la atención no se centrará únicamente en el trazado o en el ambiente americano. De hecho, Pirelli ha optado por saltar un compuesto para ampliar la diferencia entre el neumático más duro y el medio-blando. Una decisión destinada a aumentar el espectáculo y multiplicar las opciones estratégicas para los equipos.

No es ningún misterio que el fabricante italiano está intentando ampliar las opciones estratégicas este año, en un contexto en el que las carreras giran cada vez más hacia una única parada. Los equipos, de hecho, pretenden mantener un ritmo constante para alargar sus paradas y defender su posición en la pista. Incluso cuando Pirelli apuesta por compuestos más blandos, los equipos prefieren adaptar su ritmo para evitar una segunda parada.

Por eso, después de Spa, el salto de compuesto se probará también en Austin. En comparación con el año pasado, el cambio afecta principalmente al neumático más duro: el C1 ocupa el lugar del C2, siendo un paso más rígido para permitir stints más largos, mientras que el medio y el blando se mantienen sin cambios, con el C3 y el C4 como opciones más blandas.

En Bélgica, el mal tiempo había impedido evaluar plenamente los efectos de esta elección, pero en Texas el escenario será muy diferente. El gran premio podría convertirse así en el primer banco de pruebas real para comprender si esta filosofía puede realmente abrir escenarios tácticos más variados. La previsión es de altas temperaturas, incluso por encima de los 30ºC, un factor que podría acentuar la degradación y hacer que la gestión de los neumáticos sea aún más decisiva.

Juegos de neumáticos Pirelli medios y duros utilizados por McLaren

Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images

Sobre el papel, la mayor diferencia de rendimiento entre el duro y el medio crea dos escenarios. Los que opten por el C1, más lento pero muy sólido, podrían intentar hacer una sola parada, combinándolo con el C3. Por el contrario, los que prefieran un mayor ritmo de carrera con el medio y el blando probablemente tendrán que hacer dos paradas, a pesar de los progresos del C4 en términos de resistencia a la degradación ya evidenciados en otros fines de semana de carreras.

También complicará los cálculos el formato al sprint, que reduce el tiempo de los entrenamientos y limita la recogida de datos tanto en las vueltas en seco como en las tandas largas. Una incógnita que podría hacer aún más imprevisible el fin de semana, con los equipos obligados a confiar en los datos "históricos" y en los datos sprint para configurar los coches una vez reabierto el parque cerrado.

El Circuito de las Américas es un mosaico de curvas que recuerdan algunas de las características más famosas de la Fórmula 1: desde la secuencia estilo Maggots-Becketts de Silverstone hasta las eses de Suzuka, curvas de Hockenheim e incluso Istanbul Park. Pero su firma más icónica sigue siendo la subida de 41 metros que hay inmediatamente después de la salida, que conduce a una primera curva ciega e inclinada, una de las más espectaculares del mundial y un terreno ideal para los adelantamientos.

La variedad del trazado exige monoplazas versátiles, capaces de exprimir la velocidad en las rectas, pero también la estabilidad y la precisión en los tramos más revirados. Las tensiones sobre los neumáticos se distribuyen uniformemente entre los delanteros y los traseros, pero prevalecen las laterales, generadas por las curvas rápidas y los rápidos cambios de dirección. Esto ya es evidente al inicio de la vuelta, donde en el pasado, especialmente con gomas más blandas y con vientos fuertes, se han observado movimientos de los neumáticos que reducen el agarre al inicio de una vuelta.

La degradación es principalmente de naturaleza térmica y se ve acentuada por las altas temperaturas que pueden superar los 30ºC en octubre, como ocurrió el año pasado. No hay que olvidar el reasfaltado parcial de 2022, que ha hecho que la superficie sea más uniforme y menos bacheada, un detalle que podría afectar a la gestión de los neumáticos. Sin embargo, el hecho es que el asfalto de Austin sigue siendo irregular, lo que también afecta a las opciones de los equipos en términos de distancia al suelo.

Con el calor, el salto de compuestos y el formato al sprint, Austin ofrecerá un fin de semana lleno de variables. Queda por ver si la elección de Pirelli provocará una mayor variedad de estrategias o si, por el contrario, los equipos convergerán rápidamente en la solución más prudente.