Hay una alargada sombra en el desarrollo de los motores de 2026 después de que no se aprobase la idea de introducir en la Fórmula 1 un combustible de cero emisiones. Con la aprobación de un nuevo reglamento que dará lugar a unidades de potencia de 1.000 CV con un 50% de potencia eléctrica y combustión, no se ha bloqueado la investigación de uno de los temas que más relevancia tendrá para los futuros monoplazas de F1: el combustible 100% sostenible.

La Fórmula 1, por tanto, se convertirá en una categoría de carreras "limpias" que acabará con muchos de los prejuicios que condicionan actualmente la política, sobre todo en Europa, y las consiguientes repercusiones sobre el mundo del automóvil, que carga con casi toda la culpa, a pesar de que sólo representa el 13% de las emisiones que se producen a nivel mundial.

El e-combustible, por tanto, tendrá una función estratégica a partir de 2026, aunque algunos están subestimando que el carburante podría convertirse en un elemento de rendimiento clave que, de momento, ha permanecido un poco por debajo del radar.

¿A qué nos referimos? Aramco, Petronas, Mobil1 y Shell son las petroleras más implicadas en el estudio de nuevos combustibles. Aramco es patrocinador y accionista de Aston Martin Racing, escudería que a partir de 2026 usará motores Honda, mientras que Petronas tiene vínculos con Mercedes, Mobil1 con Red Bull Racing y Shell con Ferrari.

Los árabes, es decir, Aramco, fueron los primeros partidarios del e-fuel y han invertido una gran cantidad de dinero en innovación, llevan años trabajando en el desarrollo de gasolina sintética que pueda satisfacer las necesidades de la Fórmula 1. Los proveedores de carburantes ecológicos pueden gastar todo lo que quieran y puedan permitirse, mientras que los equipos se ven limitados por el famoso límite de costes de la máxima categoría del automovilismo.

Existe una duda o sospecha de que alguien esté tratando de obtener doble ventaja de este sentido: en primer lugar, tener una gasolina mucho más avanzada que la competencia podría dar una ventaja que, según se estima, podría alcanzar valores del 5% de la potencia de los 6 cilindros endotérmicos (estamos hablando de unos 30 CV de potencia).

En segundo lugar, facilitar el desarrollo de las complicadas unidades de potencia de 2026 con pruebas que se realizarán en los bancos de potencia de los proveedores y no en los de los fabricantes, donde los controles se hacen no sólo difíciles, sino imposibles.

La impresión, por tanto, es que los que hayan entendido esta línea de investigación antes que los demás podrán tener una ventaja de rendimiento al menos en el inicio de 2026, quizás desencadenando una "guerra de la gasolina" que ya hemos visto varias veces en la historia de la Fórmula 1.

Aston Martin Racing, Aramco

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