¿Está Lewis Hamilton realmente en caída libre en la F1?

"Lewis está en caída libre, ¿verdad?". Ese fue el mensaje que recibí esta semana de un amigo que apoya incondicionalmente a Hamilton. El momento era interesante, ya que poco antes había recibido un correo electrónico con los comentarios de un expiloto de F1 que afirmaba que Lewis Hamilton había perdido el rumbo con Ferrari y que sería mejor que la escudería italiana pusiese todos sus huevos en la cesta de Charles Leclerc y así olvidarse del británico.

Es una valoración justa, y llegó después de que Hamilton terminara sexto gracias a la penalización de Max Verstappen en en el GP de España 2025; de lo contrario, habría sido séptimo, mientras que su compañero Leclerc había subido otra vez al podio.

Tras la carrera de Barcelona, Hamilton la calificó como: "la peor que había vivido nunca". Un elogio poco grato, teniendo en cuenta que era su 365ª carrera en la F1. Cada carrera que pasa, es cada vez más difícil ignorar la creciente frustración que está experimentando el siete veces campeón de F1 a medida que se adapta a su nuevo entorno tras su salida de Mercedes el invierno pasado.

No se puede cuestionar el compromiso de Hamilton. Pasa tiempo en la fábrica de Ferrari en Maranello y se queda hasta bien entrada la noche durante los fines de semana de carrera, investigando los datos con la esperanza de encontrar elementos que, hasta ahora, no ha encontrado. La realidad es que las personas que trabajan cerca de él pueden ver su determinación en su búsqueda incesante de una importante mejora del rendimiento y en consecuencia de los resultados.

Sin embargo, aquellos días halagüeños y sus primeros días de ensueño en Ferrari parecen ahora un recuerdo muy lejano, y hay una sensación premonitoria de que su sueño de ganar un octavo campeonato del Mundo de Fórmula 1 vestido de rojo no son más que eso, sueños.

Tanto la victoria en la carrera al sprint de China como su felicidad en las sesiones de prensa posteriores a la carrera de Imola han resultado ser falsos amaneceres, e incluso, como es el caso de la persona que envió el mensaje, hasta el fan más apasionado de Hamilton debe estar temiéndose ahora lo peor.

Quizá no deba sorprendernos. Al igual que Hamilton, otros campeones del mundo de F1 como Alain Prost, Fernando Alonso y Sebastian Vettel llegaron a la escudería más famosa de la F1 con la esperanza de conquistar otro título, pero no fue así.

Lewis Hamilton, Ferrari SF-25

Foto de: Andrej Isakovic / AFP vía Getty Images

¿Por qué no le funciona a Hamilton?

La situación es complicada y no hay un solo factor evidente. Al principio de la campaña, los problemas de Ferrari provenían de la puesta a punto, con la altura de pilotaje como principal factor. De hecho, Hamilton fue descalificado en China debido al desgaste de su plancha, ya que su coche estaba demasiado bajo respecto al suelo.

También está la afición de Hamilton por un coche de F1 que está configurado para ser rígido, de nuevo comprometida por la suspensión trasera más blanda, que le ha impedido ponerlo a su gusto. Además, las mejoras tardaron en llegar en la primera parte del curso, mientras que Mercedes y Red Bull sí pudieron contar con piezas nuevas.

Las malas estrategias también han sido un problema frecuente para Ferrari, a lo que no ha contribuido el hecho de que Hamilton haya tenido que forjar una nueva relación con su ingeniero de carrera, además de tener que lidiar con la barrera del idioma.

Tampoco hay que subestimar la importancia del cambio cultural que supone pasar de una escudería del Reino Unido a otro con sede en Italia. A Hamilton siempre le iba a llevar tiempo adaptarse, pero, a sus 40 años el tiempo en la F1 no es algo que le sobre.

Lewis Hamilton, Ferrari

Foto de: Peter Fox / Getty Images

La situación parece sombría y, quizás para el que no lo ve, Hamilton está en caída libre. Su comportamiento y sus comentarios en Barcelona están respaldados por unos resultados de carrera decepcionantes, lo que significa que está sexto en el campeonato de pilotos, a unos 23 puntos de su compañero de equipo. Además, la historia dice que Ferrari no suele dar un final feliz a las carreras deportivas de los campeones del mundo de F1.

Sin embargo, el cambio de Hamilton a Ferrari nunca tuvo que ver con esta temporada, sino con la preparación para el nuevo reglamento que llegará en 2026, con la esperanza de una tirada de dados para el octavo título mundial que marcaría un nuevo récord histórico en la Fórmula 1.

Incluso los aficionados más fervientes de Hamilton están teniendo que cavar hondo, y algunos están empezando a preguntarse si sucederá.

¿Es éste realmente el principio del fin, que le verá salir por la puerta de atrás de un deporte que ha dominado durante muchos años? Espero que no sea así, pero la realidad es que no lo sabemos.