Edgar Canet, de pensar en quedarse en silla de ruedas a ganar el Dakar

Shubaytah-. Con apenas 19 años, el español consiguió terminar su primer Rally Dakar, aunque no tan solo eso, sino que consiguió colarse entre los diez mejores con una octava posición y se llevó la victoria en la categoría de Rally2, con lo que lo siguiente debería ser el salto al estrellato. Edgar Canet llevó a la línea de meta muy emocionado, y se fundió en un emotivo abrazo con su padre en el mismo Empty Quarter, con las lágrimas de Albert, pero no con las de su pequeño.

En una reducida charla con un grupo de medios, entre los que estaba Motorsport.com, reveló que las únicas lágrimas que le cayeron fue después de un accidente que sufrió a mediados de la carrera, en la sexta especial, aunque seguro que después vendrían más: "He pensado que todo el trabajo que he hecho hasta ahora ha valido la pena, que tantos días de sacrificio, tantos entrenamientos, tantas lesiones, ente que me ha apoyado sin saber qué iba a pasar, y quiero darle las gracias a todos ellos".

"Hoy no he soltado ninguna lágrima, pero sí hubo un día que lloré encima de la moto. El día que me caí, porque cuando me subí a la moto sí que no sabía si podía continuar, y ahí sí que lo pasé mal", continuó. "Durante 20 kilómetros no sabía si llamar a que me vinieran a buscar o no. No me he hecho nada, pero del golpe y todo lo pasé un poco mal, y ahí sí me desfogué, tuve que desfogarme, fue volver a empezar y creo que salió todo muy bien".

Además, el catalán contó todo por lo que pasó hace exactamente cuatro años, en donde un accidente le hizo pensar que se quedaría sin poder volver a andar, y mucho menos ir en moto: "Hoy hace cuatro años de ese 17 de enero en el que tuve un accidente haciendo motocross en el que me rompí cinco vértebras. En ese momento no sabía si podía volver a andar o si podía volver a subirme a una moto".

"Tuve que pasar por tres operaciones, y si ese Edgar pudiera charlar con el Edgar que soy yo, le diría que no se lo creería, que estaría muy orgulloso y que significa que todo el trabajo que he hecho durante estos cuatro años han valido la pena, estoy muy contento por eso", continuó. "Significa que hemos hecho las cosas bien, que todo el trabajo ha valido la pena y estoy muy orgulloso de lo que he logrado".

Lo siguiente para Edgar Canet es volver a su hogar, en la que le espera su madre después de que su padre le siguiera en todo momento: "Tengo muchísimas ganas de llegar a casa. Mi padre creo que ha pasado las dos peores semanas de su vida, sufriendo cada día mucho, esto también es para ellos, para que los disfruten. Están muy orgullosos de mí y eso me enorgullece mucho también, poder devolverles todo lo que han hecho así, pues estoy muy orgulloso, estoy viendo a mi padre llorar y…".

El español también tuvo tiempo para poder hablar de su futuro, uno que parece muy brillante, aunque no se quiso adelantar a los acontecimientos: "Ahora voy a disfrutar de esto, a disfrutarlo con los amigos, con mi gente y pensar en el futuro, en trabajar, en prepararme bien y poder estar aquí el año que viene. ¿El próximo Dakar? Seguir aprendiendo, seguir disfrutando como lo estoy haciendo y seguro que sale bien".

Edgar Canet quiso reconocer el mérito de su equipo, el que le llevó a una octava posición y ser el mejor debutante de la edición: "Quiero dar las gracias a Jordi Viladoms [director del conjunto] por toda su ayuda. En este Dakar me ha ayudado mucho con cosas que tienen sentido, siempre me hacía poner los pies en el suelo y es una de las personas que más me ha ayudado, como Nani Roma, como mi padre y tantas personas más".

"Son las personas que han estado día a día ayudándome y les quiero dar las gracias", explicó. "KTM tiene que estar muy orgullosa, de Daniel [Sanders], por ganar la general, y ganar Rally2 y terminar con tres pilotos entre los diez mejores creo que es un sueño para ellos".

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