Las estadísticas no mienten: ¿funcionan las reglas de 2022 en F1?
La FIA modificó el reglamento de la Fórmula 1 para favorecer el número de adelantamientos, ¿lo ha conseguido? Las estadísticas dan las primeras respuestas.
La Fórmula 1 decidió modificar el reglamento técnico para crear una categoría llena de emoción, espectáculo y, sobre todo, adelantamientos. En los últimos años, la gran mayoría de aficionados se habían quejado de carreras más parecidas a procesiones que a la competición más elitista del automovilismo, aunque, por otra parte, hay que dejar claro que un gran premio con muchos adelantamientos no siempre es sinónimo de un gran espectáculo.
En la temporada 2022, el Gran Circo estrenó la nueva generación de monoplazas con efecto suelo, destinados a favorecer el número de pasadas en pista, reduciendo el nivel de carga aerodinámica y simplificando los elementos, además de los costes.
El resultado de esto han sido cuatro emocionantes grandes premios en los que Ferrari y Red Bull han demostrado ser las fuerzas dominantes, aunque más que fijarse en los vencedores, hay que prestar atención a si la FIA ha cumplido con el objetivo que se proponía.
Los dirigentes de la categoría expresaron su deseo de ver más adelantamientos, y ello significaba desprenderse de parte del llamado aire sucio, el cual es una desventaja cuando se persigue de cerca a un coche. Así pues, los equipos crearon máquinas capaces de perder solo entre el 18% y el 4% de carga aerodinámica, en lugar del 45% y 35%.
La despedida de estas molestas turbulencias permitió ver algunas luchas interesantes, como la de Fernando Alonso y Esteban Ocon en Arabia Saudí, donde ninguno de los dos Alpine podía abrir hueco, adelantándose continuamente y confirmando que se había logrado lo que se pretendía.
Ahora es posible plantar cara a otro piloto en las mismas condiciones, y es más raro ver que alguien se descuelga para conservar los neumáticos, aunque sigue pasando debido a la degradación extrema que ha sucedido en momentos puntuales.
Sin embargo, las estadísticas no mienten, y la Fórmula 1, a pesar de ver los duelos en pista, no han conseguido lo que se proponían, puesto que la media de adelantamientos ha caído con respecto a la pasada temporada; 32,25 de media por cada carrera.
En 2021, en las cuatro primeras citas, vimos 38,5 pasadas por evento, y no hay grandes excusas que puedan rebatir esto, ya que fueron en circuitos parecidos, incluso menos propicios para la acción.
En este 2022, los nuevos monoplazas rodaron en Bahrein, Arabia Saudí, Australia e Imola, pistas que, a excepción de la italiana, son favorables para los adelantamientos, mientras que el año pasado, el mismo Shakir e Imola acompañaron a dos trazados propensos a los atascos como son Portimao y Barcelona.

Esto, en realidad, podría quedarse en una simple anécdota, ya que es posible que las circunstancias de las carreras hayan provocado estas estadísticas, o que los pilotos no se hayan sentido lo suficientemente confiados con sus monoplazas.
En el anterior gran cambio de reglamento, de 2016 a 2017, la Fórmula 1 vivió un hecho histórico, ya que se pasó de una increíble cifra de 61,75 adelantamientos por carrera en el inicio de la temporada, a tan solo 16,5.
Aquí se puede comparar a la perfección, ya que se trataban de las mismas pistas, aunque hay un factor diferencial más, el formato de clasificación por eliminación cada 90 segundos, algo que duró dos grandes premios, y hacía que pilotos con coches más rápidos salieran desde atrás tras el más mínimo despiste. Al 2016 también le ayudó la prueba en China, donde se vieron 128 movimientos de adelantamiento, pero hay que contar que Lewis Hamilton salía desde del fondo de la parrilla con un Mercedes muy superior y que había 22 pilotos en pista.
En la temporada 2018, cuando los participantes contaban con un año de experiencia con monoplazas mucho más anchos, grandes y, lo más importante, sin tanta velocidad punta al sacrificarlo por la carga aerodinámica, el número subió a 36,75 adelantamientos por carrera, en los mismos circuitos, salvo Rusia, que se sustituyó por el de Bakú.
Con el paso de las campañas, el número fue en aumento, y en 2019 subió a 37 adelantamientos por prueba en el inicio, aunque 2020 es la excepción, ya que fueron solo 29 pasadas por carrera, en circuitos, eso sí, complicados para ello, como eran Hungaroring y Silverstone.
El paso de una normativa a otra casi siempre se traduce en menos adelantamientos, porque no es casualidad que en la introducción de los motores híbridos en 2014, se pasaran de 50,75 adelantamientos por gran premio a 31 en los mismos escenarios.

Hay circunstancias que pueden cambiar los desarrollos y desenlaces de las pruebas en el Gran Circo, pero que coincidan cosas como la modificación de las reglas y los trazados donde se disputan las citas sugieren dos hipotéticas ramas.
Una, y la que es más probable, es que los pilotos aún no tengan esa confianza de la que tanto se ha hablado con los coches de efecto suelo y ruedas de 18 pulgadas, más pesados y, por tanto, más complejos de hacer entrar en curva y de parar en las frenadas.
La otra es que la FIA haya fallado en creación de una Fórmula 1 destinada al espectáculo, queriendo ir tan lejos que quizá se hayan pasado y que ha provocado que nadie quiera arriesgarse a fallar, cosa que no es tan probable después de ver los datos que nos ofrecen las cuatro primeras carreras de la última década.
| Año (*cambio de reglamento en la Fórmula 1) | Número medio de adelantamientos en las primeras 4 carreras |
| 2013 | 50,75 |
| 2014* | 31 |
| 2015 | 32,25 |
| 2016 | 61,75 |
| 2017* | 16,5 |
| 2018 | 36,75 |
| 2019 | 37 |
| 2020 | 29 |
| 2021 | 38,5 |
| 2022* | 32,25 |
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