Quartararo: "Puedo ser más el rápido, que en la carrera estaré detrás"

A pesar de la hemorragia de puntos (61) que ha sufrido en las últimas cuatro citas respecto de Pecco Bagnaia, el francés todavía mantiene una ventaja al frente de la tabla de 30 puntos sobre el italiano, un margen de más de un gran premio que le otorga un comodín.

Fabio Quartararo se presentará este domingo en Motorland con la intención de detener esa sangría de puntos, pero siendo consciente que el escenario no es de los más propicios para que eso ocurra.

Más que el circuito, la zona que se le atraviesa a su moto ya no es ni el cuarto sector en concreto, sino la recta de atrás, en bajada, que antecede a la última curva. Allí, el actual campeón pierde vuelta tras vuelta una media de cuatro décimas, un lastre demasiado importante cuando uno se enfrenta a las Ducati.

Quartararo, que hace diez días probó en el test de Misano el propulsor que Yamaha ha proyectado para el prototipo de 2023, bromeaba entonces con la posibilidad de incorporarlo de forma inmediata a su M1 actual, habida cuenta de la ganancia de potencia que ofrece el nuevo motor. En Motorland, esa nueva unidad de potencia le habría venido de perlas, dado que muy probablemente le habría permitido ganar una línea en la parrilla.

"No existe ningún plan legal para neutralizar el último sector. Sabemos dónde perdemos esas casi cuatro décimas, que, en el total de 23 vueltas es mucho tiempo. Hemos podido ver en el vídeo que empleamos para analizar el pilotaje, y en la última curva no pierdo tiempo", resumió Quartararo, tan resignado por la falta de pegada de su M1 en recta, como satisfecho por sus prestaciones a nivel personal.

"Estoy muy contento con mi ritmo; que creo que es [suficientemente bueno] como para luchar por la victoria. Pero es lo de siempre: ya puedo tener un ritmo tres décimas más rápido que el de los demás, que en la carrera estaré detrás. La cronometrada es super importante y la sexta plaza fue el mejor resultado posible", añadió el corredor de Niza, quien, eso sí, no negó el cabreo que le provoca esa escasez de caballos.

"Cuando ves que llegas al último sector con el mejor tiempo absoluto, y que justo después cruzas la meta y estás el sexto, pues ya puedes estar orgulloso de ti mismo, que dentro de mi cabeza solo se me ocurren que tacos. Lo que ocurre es que me estoy acostumbrado a ello", ahondó el Diablo.

El de Yamaha fue al máximo cada vez que se subió a su moto, especialmente en la eliminatoria definitiva (Q2), en la que estuvo a punto de irse al suelo nada más colocar el último juego de gomas nuevas. "Lo único que podría achacarme es que cometí un error en la segunda curva y tuve un susto que me llevó a tener que hacer la vuelta buena en el segundo intento. Pero, de cualquier forma, tampoco habría mejorado medio segundo", remachó Quartararo.

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