'Un fin de semana emotivo en Bakú', por Charles Leclerc
En su última columna para Motorsport.com, el piloto de Prema, Charles Leclerc, habla de un fin de semana casi perfecto de Fórmula 2 en Bakú solo unos días después de la trágica muerte de su padre.
Antes del fin de semana fue, lógicamente, muy duro centrarme al 100% en la competición dadas las circunstancias.
Es imposible olvidar la enorme pérdida que había sufrido en mi familia pocos días antes, y mi mente al principio no estaba completamente en la pista.
Sufrí para dormir en la noche del jueves y tuve una muy mala primera sesión de entrenamientos libres para empezar el fin de semana, aunque los resultados desde ese momento fueron mejores, y al final fue bueno para el equipo recuperarse de un fin de semana desafortunado como el de Mónaco.
Éxito duro
El circuito urbano de Bakú no es una pista fácil. Las curvas son muy duras, hay una sección muy complicada y el agarre es muy bajo, así que es comprensible que hubiera tantas paradas en los entrenamientos, aunque eso no ayudó mucho.
Sabía que teníamos la posibilidad de lograr la pole o, al menos, que el coche podía hacerlo. Pero después de dar solo unas tres vueltas al máximo en los libres, en una pista que no conozco, sabía que era muy difícil lograr el mejor rendimiento en clasificación, tenía que ir a por una vuelta perfecta.
Al final, gestionamos la clasificación muy bien. Quería salir sin tráfico en el primer intento, para estar seguro de que podía completar una vuelta de aprendizaje sin tener que retroceder.
La segunda tuvo un poco más de tráfico, pero conseguí algo de rebufo y acabé con la pole gracias a una vuelta con la que estaba muy contento.
Por alguna extraña razón, fue probablemente el momento más difícil del fin de semana emocionalmente. Tras la vuelta de la pole me sentía mal, sentado en mi coche con mi casco puesto, porque estaba pensando en mi padre y fue duro".
Las preocupaciones por el safety car
Logramos otra buena salida desde la pole en la carrera del sábado, lo cual fue genial porque demuestra que nuestro trabajo da resultado. En GP3 el año pasado, las salidas no eran mi mejor virtud, pero he trabajado mucho en ese aspecto y el equipo me ha dado buenos consejos.
Sin embargo, rápidamente apareció el safety car. Estaba preocupado porque en las resalidas en Bakú es muy difícil llegar líder a la primera curva, cuando todo el mundo coge tu rebufo y tú no tienes a nadie delante.
Pero tanto el equipo como yo habíamos hablado mucho sobre esto antes de la carrera, porque sabíamos que sería una parte crucial después de tanta bandera roja en los entrenamientos. Y parece que funcionó bien.
Durante la parada en boxes, arranqué como siempre cuando me dan permiso. Pero inconscientemente miro el retrovisor cuando lo hago, y esta vez vi que llegaba otro coche y me paré. Tuve suerte, porque habríamos recibido sanción de no haber frenado.
Luego hubo otro safety car, y estaba detrás de Luca Ghiotto, que seguía una estrategia alternativa. Ralph Boschung había hecho lo mismo y estaba entre mi coche y mi rival más cercano, que tenía mi misma estrategia, Nyck de Vries.
Nyck rápidamente pasó a Ralph, y cuando me quedé un poco taponado detrás de Luca, que era muy rápido en recta, Nyck se colocó justo detrás de nosotros. Pero en la vuelta en la que pudimos volver a utilizar el DRS, Luca paró y pude ponerme en cabeza.
Cuando llegó la bandera roja en la parte final, no tenía ni idea de que la carrera se había acabado, así que fue un poco estresante, ya que volver significaría otra resalida, donde las oportunidades de perder el liderato serían muy grandes. Pero el resultado fue que se acabó.
La sanción
Para la segunda carrera, tuvimos una configuración de embrague que no estaba en el punto exacto, pero no perdimos mucho tiempo en la salida. Sin embargo, en la curva 2 acabé en el lugar equivocado en el momento equivocado, y me vi bloqueado por otros pilotos a su vez bloqueados en la parte exterior mientras los que iban por dentro lograban pasar más rápido.
Ahí perdí alguna posición, y las primeras vueltas fueron un poco frustrantes, porque todo el mundo utilizaba el DRS al ir pegados unos a otros y era casi imposible adelantar en recta.
Pero algunos pilotos perdieron la opción de DRS y eso nos permitió avanzar. Pasé a Artem, que se pegó a mí al final de la recta intentando devolvérmela, pero conseguí mantenerme delante.
A partir de ahí fueron vueltas como de clasificación intentando recuperar tantas posiciones como fuera posible, intentando ganar la carrera. Cuando vi la diferencia con los de delante tras pasar a Artem, sabía que sería muy, muy, muy difícil, pero no imposible.
Tenía que apretar como un loco y es lo que hice, arriesgándome mucho en cada vuelta para adelantar a tantos como fuera posible e intentar lograr una doble victoria.
Según iba ganando posiciones, hubo banderas amarillas en la curva 3 por Nick. En esa vuelta, finalmente tuve aire limpio y gané mucho tiempo en ese sector. Levanté y perdí unas seis o siete décimas en esa curva, pero gané más que eso en las siguientes, así que el tiempo de ese sector apareció como verde, ya que en Fórmula 2 no tenemos mini sectores.
Por eso, aunque llegamos primeros a la bandera a cuadros, tenía sanción y me bajaron a la segunda plaza.
Comprendo perfectamente la sanción, ya que Oliver Rowland fue sancionado en la misma situación el día antes y no sería justo que no me penalizaran a mí. Pero definitivamente creo que deben hacer algo para que eso no suceda. Oliver y yo seguimos las reglas y no deberíamos ser sancionados por ello.
Al final pude ser segundo, que siguen siendo puntos importantes y creo que el ritmo que mostramos en pista fue mucho más importante que el resultado final.
Hacia el Red Bull Ring
La siguiente prueba del calendario es la del Red Bull Ring, mi pista favorita además de los circuitos urbanos. En GP3 fue allí donde logré mi pole con mayor diferencia sobre el resto. En realidad fue mi mayor diferencia en clasificación en cualquier categoría hasta este año.
Me encanta y siempre he tenido buenos resultados allí. Bueno, la segunda carrera de GP3 el año pasado fue un desastre, ya que tuve un problema de presión de aceite y luego cometí un error, pero no creo que eso reflejara nuestro ritmo.
Me alegro de que llegue dentro de poco, porque creo que competir me está ayudando mucho a pasar por estos momentos difíciles.
Obviamente nadie me devolverá a mi padre, pero al menos puedo intentar hacer lo mejor que pueda en mi vida, tratar de homenajearle de la mejor manera posible.
Creo que estoy trabajando más que nunca para tratar de lograr los mejores resultados posibles, para darle las gracias, de alguna manera, por todo lo que me ha enseñado, por hacerme el piloto que soy hoy.
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