Red Bull F1 también falla; Max Verstappen abdica

Max Verstappen abdica. Lo hace con calma, sin un atisbo de nerviosismo o decepción a pesar de haber completado su peor clasificación como piloto de Fórmula 1. Cuando se le pregunta cómo valora sus opciones de campeonato del mundo a estas alturas, Verstappen es demasiado claro: "Olvídalo, teniendo en cuenta dónde voy a empezar la carrera y los problemas que tenemos, no veo cómo puede haber nada a mi favor".

Para Max el guión en Q1 y Q2 en los últimos años ha sido casi siempre el mismo: un juego de neumáticos nuevos, una vuelta rápida y el paso de ronda como un mero trámite. Que el aire no era bueno en Interlagos quedó claro tras el primer intento, que acabó en 1:10.681. Verstappen tuvo que volver a pista con un nuevo juego de blandos, pero en la primera tanda no pasó de 1:10.727, para cerrar con 1:10.403 en la tercera y última vuelta rápida. Por sesenta y seis milésimas se quedó fuera de la Q2, que logró Nico Hulkenberg.

"Fue realmente malo", comentó Max, "no podía apretar, el coche patinaba mucho. También reduje la potencia para intentar conseguir un poco más de manejabilidad, pero obviamente en clasificación no es una estrategia que dé resultados".

En la carrera sprint de la mañana, Red Bull Racing había utilizado a Yuki Tsunoda (que salió desde el pitlane) como conejillo de indias para probar la reacción del coche a los cambios de configuración, y luego trabajó en el coche de Verstappen antes de la clasificación.

"Hicimos cambios bastante sustanciales", admitió Helmut Marko, "pero en lugar de mejorar, el comportamiento del monoplaza empeoró aún más. Los problemas que teníamos desde el viernes en el sector medio no se solucionaron, y al mismo tiempo empeoramos el rendimiento en el primero y el tercero. Tenemos que analizar qué ha fallado, es una situación muy difícil".

Yuki Tsunoda, Equipo Red Bull Racing

Foto de: Lars Baron / LAT Images vía Getty Images

El director del equipo, Laurent Mekies, confirmó que a todo el equipo le había pillado por sorpresa.
"Nadie esperaba algo así", admitió. "Durante todo el fin de semana el comportamiento del monoplaza nunca fue bueno, pero antes de la clasificación al menos habíamos conseguido situarnos detrás de los líderes. Arriesgamos un poco tratando de marcar el ritmo del coche, hicimos algunos cambios atrevidos y los resultados fueron en la dirección opuesta a la que esperábamos. Duele, pero a veces es el precio que hay que pagar cuando se asumen riesgos".

En el box de Red Bull optaron por arriesgar tras el cuarto puesto de Verstappen en la carrera al sprint, una carrera en la que Max nunca tuvo ritmo para plantar cara a McLaren F1 y Mercedes. La intención del equipo es volver a trabajar en la puesta a punto del monoplaza de Verstappen antes del inicio del Gran Premio; empezar la carrera desde la 16ª posición, sabiendo que tendrán que sufrir con el monoplaza durante 71 vueltas, no es el escenario más atractivo. En esas condiciones, salir desde el pitlane puede no ser la peor perspectiva.

"Primero, sin embargo, tenemos que analizar bien la situación en la que estamos", reiteró Verstappen. "No entiendo cómo puede ser tan mala. La prioridad es entender qué es lo que no funciona". La postura de Max es clara: está bien arriesgar, pero primero hay que encontrar el quid de un lío enredado en estos momentos.