Suzuki ya ha probado el motor de 2022
Antes incluso de la primera jornada de test de pretemporada de 2021, Suzuki puso en pista este viernes la primera versión del motor que proyecta para su GSX-RR con vistas a 2022.
Foto de: Suzuki
Los acuerdos a los que llegaron los constructores con el objetivo de paliar las consecuencias económicas derivadas del coronavirus propiciaron la congelación en el desarrollo de los motores con vistas a 2021.
A excepción de KTM, que se aprovechó de una zona gris del reglamento y que sí competirá este curso con un propulsor nuevo, y de Aprilia, que aún goza de las concesiones, las demás marcas (Honda, Yamaha, Ducati y Suzuki) incorporarán en sus prototipos propulsores idénticos a los empleados en 2020.
Esa circunstancia ha hecho que los esfuerzos se centren desde muy pronto en 2022, curso en el que se espera que se vuelva a dar rienda suelta para que los ingenieros modifiquen los motores en busca de más rendimiento.
En ese sentido, la compañía que más prisa se ha dado ha sido Suzuki, la campeona del mundo de la mano de Joan Mir, que ya ha estrenado la primera versión del que será su motor de 2022.
El encargado de estrenarlo fue Sylvain Guintoli, el probador de la marca de la gran S, durante el test de este viernes, el conocido como ‘shakedown’, destinado a novatos y estructuras de pruebas.
“Todo el mundo en Suzuki está trabajando al máximo, y no solo para este 2021 sino también para el futuro. Las primeras sensaciones que nos ofreció [el viernes] el motor del año que viene son muy buenas”, reconoció este sábado el francés, durante el acto de presentación de la escudería de las motos azules, en la recta principal de Losail.
En los últimos años, Suzuki ha tenido mucho trabajo con el motor. Especialmente para recuperarse del error cometido en 2017, ejercicio en el que un error conceptual en el diseño del propulsor llevó al equipo a no sumar un solo podio, y a recuperar las concesiones.
A partir de entonces, el rendimiento de los motores de las máquinas de 2018 y 2019 siguió una línea ascendente, que en 2020 se coronó con el título. La potencia, muy por debajo de la exhibida por Honda y Ducati, en 2019, ya no es un hándicap capital en una apuesta que tiene otros puntos fuertes, como la manejabilidad y la estabilidad, en frenada, pero, sobre todo, en curva
La idea con vistas a 2022 es ganar algo de pegada sin perder un ápice de agilidad. Tan fácil de decir como difícil de hacer.
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