Aunque la lluvia tuvo el buen gusto de esperar hasta el final de la primera carrera, la pista estaba copiosamente empapada incluso antes de los entrenamientos del sábado. Y cuando llueve en esta árida región, las gotas son tan grandes como balones de fútbol... En 5 minutos la pista queda empapada, lo que hace que la grasa suba a la superficie del asfalto. Por tanto, la precaución estaba a la orden del día cuando los coches salieron de los garajes, pero el suelo se había secado tan rápido como se había humedecido.

A las 13:00h (hora local), la única sesión de entrenamientos del día terminó con un tiempo de referencia marcado por Max Gunther , el hombre más fuerte del viernes, en sólo 1:15.044, a sólo cinco centésimas de su vuelta perfecta establecida el día anterior. Jean-Eric Vergne merecidamente terminó 11º, a menos de 0.5 segundos del líder. Nada de eso le daba puntos, pero fue bueno para su confianza.

En la clasificación, muchos de los mejores pilotos se encontraron en el Grupo A. Günther se aseguró el pase a cuartos de final al terminar tercero. Jean-Éric Vergne se quedó a una centésima de segundo. En cuartos de final, Günther se cruzó con Oliver Rowland (Nissan), ansioso de revancha tras haber sido derrotado el día anterior por el DS Penske del piloto alemán. Esta vez, fue el inglés quien dijo la última palabra y continuó su racha hasta la final, donde perdió ante Taylor Barnard (McLaren). Con sólo 20 años, Barnard se convirtió en el poleman más joven de la historia de la Fórmula E.

Jean-Eric Vergne, DS Penske

Jean-Éric Vergne, en el fragor de la batalla en Yeda

Max Günther y Jean-Éric Vergne, 6º y 12º respectivamente, estaban listos para la batalla. Pero una colisión en las primeras vueltas entre Günther y el Porsche de Antonio Félix da Costa les relegó a la parte trasera de la parrilla. Obligados a entrar en boxes, tuvieron que retirarse, y Jean-Éric Vergne se convirtió en el único representante de DS Penske en pista. El francés hizo su trabajo, terminando entre los cinco primeros. Es una buena posición donde no malgastar energía. JEV, el hombre con 36 podios en la Fórmula E, se colocó rápidamente entre los tres primeros para unirse a las luchas con el Maserati de Jake Hughes y el McLaren de Taylor Barnard. Para la segunda carrera del fin de semana, no hubo Pit Boost (una parada obligatoria para una recarga exprés), pero los pilotos sí tuvieron que lidiar con el muy estratégico Attack Mode, que ofrece tracción a las 4 ruedas y potencia extra durante 8 minutos de carrera.

En cabeza, Oliver Rowland (Nissan) lideraba, pero el juego estratégico de los Modos de Ataque volvió a barajar las cartas en las últimas vueltas. En una impresionante batalla donde cada porcentaje de energía de la batería contaba, Vergne se vio obligado a ceder algunas posiciones en las últimas curvas. En su 137ª carrera de Fórmula E, el único bicampeón de la disciplina terminó en séptimo lugar, sumando valiosos puntos para DS Penske.

Tras este sesperanzador fin de semana, DS Penske puede sacar una conclusión positiva de su paso por Arabia Saudí. Max Günther dio al equipo una contundente victoria, Jean-Éric Vergne demostró un gran espíritu de lucha y ambos sumaron importantes puntos para el equipo.

Próxima parada: Estados Unidos, con un nuevo circuito en Miami el 12 de abril.

Jean-Eric Vergne, DS Penske