Silverstone, el inicio de la guerra Verstappen-Hamilton

La temporada 2021 de Fórmula 1 será una de las más recordadas con el paso del tiempo entre los aficionados a la máxima categoría del automovilismo, en gran parte gracias al titánico duelo por el título mundial entre Lewis Hamilton y Max Verstappen, que llegó a su desenlace en la vuelta final de la última carrera del año.

Sin embargo, el momento de mayor tensión llegó un 18 de julio, justo en la salida del Gran Premio de Gran Bretaña, donde ambos colisionaron después de medio giro de infarto en el que fueron en paralelo en todo momento. Cuando el de Red Bull y el de Mercedes intentaron pasar rueda a rueda en la mítica Copse, el siete veces campeón del mundo tocó el neumático posterior derecho del neerlandés, mandando a Verstappen contra el muro y, poco después, al hospital como consecuencia del gran accidente.

Al final de la prueba, Hamilton celebró por todo lo alto un nuevo triunfo en su casa, en Silverstone, en la que sería su octava victoria para igualar a Michael Schumacher como el piloto con más éxito en una misma pista, ya que el alemán lo hizo en Magny-Cours, además de empatar consigo mismo por sus actuaciones en Hungaroring.

Eso generó el enfado del holandés y todo su entorno, y desde entonces, la cordialidad pasó a un segundo plano para desencadenar una tremenda pelea que caló hondo en el imaginario de los seguidores a la Fórmula 1.

Desde aquel día, los dos candidatos al título mundial se volvieron a encontrar en repetidas ocasiones sobre el asfalto, aunque tuvieron que esperar hasta el Gran Premio de Italia para otro duelo, puesto que en Hungría hubo una alocada carrera, en Bélgica no se corrió bajo el agua, y en Países Bajos se vio una clase magistral del de Red Bull ante su afición.

En Monza, en el mes de septiembre, los dos pilotos se retaron en el que sería el segundo fin de semana con formato al sprint de la historia, y en la clasificación del viernes, Valtteri Bottas sorprendió a los dos protagonistas.

En la carrera corta del sábado, una mala salida de Hamilton generó que no estuvieran cerca en las 18 vueltas que componían la cita italiana, pero la guerra volvió a estallar el domingo.

En el giro 26, después de las paradas en boxes, Verstappen intentó apurar la frenada en la primera chicane, mientras que el británico no cedía, dejando casi sin hueco al holandés. La acción hizo que el RB16B acabara por los aires, impactando contra el Halo del Mercedes y, de no ser por ese elemento de seguridad, muy posiblemente, la integridad física del inglés se habría visto afectada.

Ambos no querían ni mirarse, pero Dirección de Carrera tomó cartas en el asunto y sancionó a Verstappen con tres posiciones para el siguiente gran premio en Rusia, además de con dos puntos en su Superlicencia.

Debido a esa penalización, Red Bull decidió equipar un nuevo motor para el holandés, que bajó el diluvio de las vueltas finales consiguió la segunda posición en un épico triunfo de Hamilton, quien llegó al centenar de victoria en la Fórmula 1.

En esa cita se pudo ver de nuevo a los dos compartiendo podio tras el ficticio Gran Premio de Bélgica, pero quitando esa prueba, no coincidían descorchando el champán desde la segunda carrera en Austria, donde coparon la primera y segunda posición.

Solo dos semanas después, en la clasificación en Turquía, Hamilton sumó una pole position más, pero decidió cambiar su motor, lo que le envió a la 11ª plaza, dejando en bandeja de plata el triunfo a su compañero, mientras que Vestappen acababa justo por detrás, en segundo lugar para mantener el liderato en la clasificación general.

Sin embargo, llegó el Gran Premio de Estados Unidos, donde ambos se enzarzaron en una batalla estratégica que se saldó con el de Red Bull conquistando por primera vez tierras texanas en Austin. Tras eso, el paddock se desplazó en medio de una sensación de absoluto dominio de los de Milton Keynes a México, el hogar de Sergio Pérez, donde quiso regalar a su público una victoria que, de nuevo, fue a parar a manos de Verstappen, mientras que Hamilton nada pudo hacer para evitarlo.

Con una desventaja de 19 puntos, el británico afrontaba la cita en Interlagos en el tercer y último fin de semana con formato al sprint del curso, y ahí llegó el milagro de la unidad de potencia alemana.

Tras una increíble pole position sacando más de cuatro décimas al resto, el heptacampeón fue descalificado por irregularidades en su alerón trasero, por lo que Mercedes decidió cambiar el motor para salir a por todas en la carrera sprint, mientras que Verstappen se hacía con los dos puntos extra de esa prueba corta del sábado tras ser segundo.

Ya el domingo, después de remontada en 24 giros del inglés, Verstappen regresó a lo más alto, pero un W12 más parecido a un cohete que a un monoplaza de Fórmula 1 permitió a Hamilton atraparle en el giro 59, justo después de otro encontronazo polémico en la pista en el que el de Red Bull y el de Mercedes se fueron por el exterior, saltándose todas las normas impuestas en el reglamento.

Bajo un aura de ser casi imbatible, recordando a Ayrton Senna en su país, el británico recortó distancias en la clasificación, y repitió en Qatar, donde fue inalcanzable, dejando a más de 25 segundos a Verstappen en una carrera que lideró de principio a fin con Alonso volviendo al podio siete años después.

Por si esto fuera poco, llegó el estreno del circuito urbano de Yeda, donde, como no podía ser de otra forma, Hamilton y su máximo rival se encontraron. Dos banderas rojas y un brake test del neerlandés después, provocaron que el perseguidor en la general de pilotos igualara en puntos a Verstappen con una sola cita pendiente, en el que fue uno de los episodios más polémicos, ya que fue una situación cómica a la vez que inexplicable entre dos grandes del automovilismo al tocarse en plena recta.

Eran 369,5 puntos los que relucían en ambos marcadores, y solo quedaban 58 giros para descubrir quién sería el campeón del mundo. De nuevo, con la polémica de la FIA de la mano por el intento de adelantamiento de Verstappen en la primera vuelta y el coche de seguridad del final por el accidente de Nicholas Latifi, crearon un escenario en el que todo se decidiría a un solo giro.

En la reanudación, el neerlandés se tiró con fe en la curva cinco, y aunque Hamilton trató de devolvérsela en la segunda recta con el DRS, el holandés se coronó por primera vez en la Fórmula 1, rompiendo el sueño del inglés por ser el único con ocho títulos en la máxima categoría del automovilismo.

Desde entonces, el de Mercedes desapareció unos meses hasta anunciar que volvería más fuerte que nunca, pero el W13 impidió continuar con sus esperanzar de luchar con Verstappen en 2022.

Sin posibilidades de vencer, el inglés sufrió un humillante a la vez que doloroso adelantamiento en Imola por parte del que fuera su rival un solo año antes, pero no era en condiciones de carrera normal, sino que el de Red Bull lo estaba doblando.

Esa fue la única de las ocasiones en las que se vieron sobre la pista después de su lucha por el mundial, aunque pase el tiempo que pase, ambos seguirán con el hambre para repetir una pelea por otro título.

¿Quieres leer nuestras noticias antes que nadie y de manera gratuita? Síguenos aquí en nuestro canal de Telegram y no te perderás nada. ¡Toda la información, al alcance de tu mano!