Cuando Senna logró finalmente domar a 'El león'
Ayrton Senna acabó con el dominio de Nigel Mansell en el arranque de la F1 1992 con una de sus mejores actuaciones de siempre en las calles de Mónaco.

Se conoce a Mónaco como un lugar en el que adelantar es casi imposible. Esta característica ha convertido en aburridos muchos de los grandes premios que ha acogido a lo largo de los años, pero en 1992 ofreció una de las carreras más emocionantes de la historia de la F1, con Senna de protagonista.
Antes del fin de semana, el brasileño sabía que sus opciones eran muy reducidas, ya que Mansell, líder del campeonato con Williams, había dominado las primeras cinco citas del año.
La única opción realista del brasileño era que el británico tuviera un problema, por lo que Senna sabía que tenía que estar en el lugar adecuado para aprovecharse de ello.
Mansell y su compañero, Riccardo Patrese, ocuparon la primera fila de la parrilla, pero Senna sabía que tenía que colarse entre los Williams nada más comenzar si quería tener alguna esperanza de superar al británico.
Y eso fue exactamente lo que pasó, ya Senna frenó lo más tarde posible al llegar a Ste. Devote y no solo superó a Patrese, sino que se pegó a la trasera de Mansell.
"Fui a por ello en el último momento al llegar a la primera curva, para no dar ninguna opción a Riccardo, porque, si no, me habría cerrado", aseguró después.
"Me coloqué segundo así. Pero el problema fue parar el coche antes de que Mansell girara, porque llegué tan rápido que pensé que no me habría visto. Pero funcionó y fue una gran maniobra, la única oportunidad que tenía en ese sitio".

Ayrton Senna, McLaren MP4/7A, Riccardo Patrese, Williams FW14B
Aunque Mansell rápidamente se escapó, metiéndole casi un segundo por vuelta, Senna siempre pensó a largo plazo.
Sabía que necesitaba ir lo más rápido posible, pero asegurándose de que no destruía los neumáticos, porque si Mansell tenía problemas, entonces los necesitaría para atacar.
"Sabía que no había manera de abrirle. Era imposible por la superioridad de su coche. Pero nunca sabes lo que puede pasar en Mónaco. Así que intenté estar en una posición en la que me pudiera beneficiar si algo le pasaba a Mansell. Desde el principio estuve pensando a largo plazo".
En cierto momento, Senna supo que necesitaba conservar su coche y neumáticos, pero era complicado para él mantener así la atención y la concentración.
"Me grité a mí mismo: 'Presta atención, concéntrate, no te distraigas, idiota".
Sus esfuerzos dieron resultado en la vuelta 71, cuando Mansell tuvo problemas. Al pasar a través de túnel, el británico derrapó. Creyendo que tenía un pinchazo (más tarde se pensó que fue una tuerca suelta), habló con boxes para cambiar ruedas.
Debido a que no esperaban que parara, Williams no completó el cambio rápidamente. La entrada de Mansell tampoco ayudó, ya que posicionó el coche ligeramente girado, dado que solo podía frenar con tres ruedas. Eso hizo que se retrasara el cambio de la trasera derecha.
Senna se puso líder y el ataque de Mansell comenzó a siete vueltas para el final. De más de cinco segundos, la diferencia bajó a 4,3, luego a 1,9 y con tres vueltas para el final estaban pegados.

Ayrton Senna, McLaren MP4/7A, Nigel Mansell, Williams FW14B
Pero aunque Mansell tenía un coche mejor y gomas nuevas, Senna jugó sus cartas. Posicionaba su coche exactamente donde tenía que hacerlo para cerrar cualquier intento de adelantamiento, a pesar de algunas trayectorias alternativas y embestidas teatrales de Mansell.
No había espacio para que el británico pasara y al final las vueltas fueron pasando, dando a Senna una sensacional quinta victoria en las calles del Principado.
Tras su primera derrotada en 1992, Mansell dijo: "Debo felicitar a Ayrton porque adivinaba completamente cualquier movimiento que yo hacía. Fue justo y tuvo derecho a hacer lo que hizo".
A Senna también le sorprendió el haber logrado gestionar sus nervios en las últimas tres vueltas y superar a 'Il Leone', tal y como se conocía a Mansell de sus años en Ferrari.
"No sabía cómo podía mantener el liderato. Tuve que usar todo mi conocimiento sobre Mónaco y fue muy emocionante. Sabía que Nigel iba a intentar todo para adelantarme, y él era más rápido en todos lados. Así que intenté mantenerme en el interior en las curvas. En las rectas, el coche iba lentísimo, con las ruedas patinando en segunda, tercera y cuarta marcha", dijo el brasileño tras la carrera.
"Pero gané y sienta bien domar al león".

Ayrton Senna, McLaren Honda, con Ron Dennis en el podio
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