Por qué las sanciones de México son el estándar correcto para la F1

Se repite la historia. Todavía quedan cuatro fines de semana para que la Fórmula 1 cierre el telón de la temporada 2024 y la pelea por el título entre Max Verstappen y Lando Norris es cada vez más tensa, y parece que el siguiente punto caliente está a la vuelta de la esquina.

Tras la noticia del sábado pasado de que la FIA está abierta a modificar las directrices de la F1, hubo una especie de alivio en algunos sectores del paddock del Gran Circo.

La esperanza general es que esa voluntad de comprometerse con un cambio en las reglas de carrera pueda finalmente acabar con la cínica táctica defensiva de Verstappen.

El holandés está acostumbrado a ir siempre al límite, pero cuando se trata de defender su posición en la pista suele cruzar ciertos límites, y eso ocurrió de nuevo en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez en la vuelta 10 del Gran Premio de México del pasado fin de semana.

Pero eso no quedó ahí, ya que hizo una maniobra aún peor unos segundos más tarde en la curva 7, donde no sólo echó de pista a Norris, sino que también él se fue muy largo.

Esta vez, después de que la decisión sobre el choque entre Verstappen y Norris en Austin fuera calificada por gran parte del paddock como "una chapuza", los comisarios de México penalizaron al campeón del mundo con dos penalizaciones de 10 segundos que se convirtieron en 20.

Sólo por lo sucedido en la curva 4, esto sienta un fuerte precedente que los comisarios deberán tener en cuenta en las próximas carreras de Brasil y Las Vegas.

En cuanto a la sanción de 10 segundos, fuentes de la FIA explicaron en México que en realidad es la sanción estándar para ese tipo de maniobras según las directrices que tienen los comisarios.

Verstappen y Red Bull han rebatido el par de penalizaciones de 10s que se le impusieron por sus acciones en la lucha con Norris.

Foto: Simon Galloway / Motorsport Images

Sin embargo, en el otro lado de la balanza, el asesor de deportes de motor de Red Bull, Helmut Marko, afirmó que los 20 segundos eran "una reacción a todos los incidentes que tuvieron lugar en Austin".

Pero la explicación de por qué la penalización fue más dura que la de cinco segundos a Norris por adelantar fuera de los límites de la pista en Austin es porque allí los comisarios aplicaron las circunstancias atenuantes por la pasada de frenada de Verstappen.

Esta vez, sin duda alguna, Norris estaba por delante en el vértice de la curva 4 y Verstappen le empujó.

Tras la carrera, el jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, también defendió a su piloto, y afirmó que Norris iba "15 km/h más rápido y frenó más tarde que en su vuelta más rápida", a lo que añadió:"No habría hecho la curva", antes de mostrar una fotografía de los datos de GPS de la vuelta rápida del británico superpuestos con la vuelta en la que se produjo esa polémica con Verstappen.

"Se habría salido de la pista", añadió. "Se puede ver en su cámara on board y, por supuesto, en este punto de la carrera, tiene probablemente 80 kg más de combustible que cuando ha cho su vuelta más rápida [en la vuelta 68, cuando Norris además no tenía DRS como cuando atacó a Verstappen]", dijo.

Pero la trayectoria de Norris no sólo indica que sí habría podido hacer la curva si no hubiera sido forzado, sino que los datos del GPS que Motorsport.com ha visto de otras vueltas de Norris desvirtúan la afirmación de Horner sobre el punto de frenada, porque Norris no frenó mucho más tarde de lo que lo hizo en la vuelta 9 o en la 11, y en ambos casos pudo hacer la curva.

Hay que señalar que en el toque con Verstappen no levantó el pie del acelerador y frenó en seco en cuanto soltó el acelerador al acercarse a la curva 4. Al igual que en el incidente de Austin, Max pareció soltar el acelerador de forma diferente a otras vueltas en lugar de soltar los frenos, en consecuencia, su derrapada fue lo que obligó a Norris a irse a la hierba.

¿Fue la decisión de penalizar fuertemente a Verstappen un efecto secundario del choque de Austin?

Foto de: Red Bull Content Pool

Tras la carrera, Verstappen, que parecía bastante relajado, sonriendo y bromeando con un jefe de prensa de Red Bull, dio respuestas bastante cortas a las preguntas de los periodistas, y señaló la incoherencia en las decisiones de los comisarios de los dos últimos fines de semana.

"Al final del día, cada uno habla por sí mismo", dijo Verstappen. "¿Pueden mejorarse las reglas? Tal vez sí, tal vez no. Siempre es lo mismo. Yo simplemente piloto como creo que tengo que hacerlo. La semana pasada era legal y esta semana son 20 segundos de penalización. Es lo que hay. La vida sigue".

Y tiene razón, aunque sólo porque la decisión fue errónea en Austin. Allí, o Verstappen debería haber sido sancionado por forzar a Norris a salirse de la pista o no se le debería haber impuesto ninguna sanción al piloto de McLaren. Pero, dado que las normas sobre adelantamientos fuera de pista son más claras, la idea de haber penalizado a ambos se repitió una y otra vez en el paddock en México.

Esa incoherencia es precisamente la razón por la que es tan importante trazar una nueva línea a partir de aquí, antes de la carrera de Qatar a principios de diciembre, después de Interlagos y Las Vegas. Aquí es donde los cambios en las directrices de carrera de la FIA se presentarán a los pilotos.

Dado que el director de la GPDA, George Russell, afirmó que "19 de los 20 [pilotos] estamos todos de acuerdo en lo que hay que hacer", se puede dar por hecho que los cambios se aprobarán.

Mientras la F1 llega a Brasil el próximo fin de semana, ¿qué nos deparará Sao Paulo?

Foto de: Andy Hone