Análisis F1: qué supone la marcha de Lewis Hamilton a Ferrari
Lewis Hamilton y Ferrari unirán sus fuerzas a partir de la F1 2025. Analizamos qué nos dice este traspaso y qué preguntas surgen a partir de ahora.
En los últimos años, la posible marcha de Lewis Hamilton a Ferrari ha sido un rumor que ha sonado con frecuencia, pero esta vez sí se ha confirmado, e incluso un contrato en vigor con Mercedes no ha sido un obstáculo. El siete veces campeón del mundo ha aceptado el atractivo reto del Cavallino Rampante. Es, con razón, el traspaso más grande y espectacular de la historia reciente de la Fórmula 1, y también ocupa un lugar destacado en la lista de los movimientos más sonados de todos los tiempos.
La noticia llegó inicialmente en la prensa italiana. Las conversaciones de los de Maranello con Hamilton supusieron un parón de las negociaciones de renovación de Carlos Sainz. El español reveló previamente que le gustaría saber cuál sería su futuro antes de que empezara la temporada en Bahrein. El madrileño ha sido vinculado al proyecto de Audi en varias ocasiones, aunque él mismo dejó entrever que Ferrari sería su primera opción para los próximos años. Pero Ferrari acabó tanteando la opción de Hamilton.
Lo que dice de Lewis Hamilton su marcha a Ferrari F1
El traspaso de Hamilton a Ferrari tiene muchas implicaciones para todos los implicados. En primer lugar, para el propio heptacampeón, que a menudo ha expresado su lealtad a Mercedes y ha creado un vínculo con la marca con su programa de diversidad, que va mucho más allá del automovilismo. "Mercedes es la marca que me ha apoyado desde el principio, incluso en los tiempos de McLaren F1", declaró. El hecho de que Hamilton cierre la puerta a Mercedes dice mucho de las consideraciones deportivas que ha tenido en cuenta. Hamilton ya no siente que Mercedes sea el lugar adecuado para luchar contra Red Bull.
El trasfondo de esto se remonta a 2022, y especialmente al invierno de 2023. Hamilton dejó constancia de que se dio cuenta muy pronto de que el concepto sin pontones de Mercedes no sería el camino correcto con el nuevo reglamento de la Fórmula 1. Al pensar en el coche de 2023, Hamilton también dejó claro que Mercedes debería seguir "la ruta de Red Bull".
Sin embargo, el equipo técnico tomó una decisión diferente, creyendo que la versión sin pontones tendría aún más potencial. "Vimos en nuestras simulaciones y en el túnel de viento que era posible hacer mucho más. Solo que no conseguimos llevar ese potencial a la pista en 2022", explicó Toto Wolff. Así, Mercedes llevó a cabo un último intento, aunque fuera a contracorriente de Hamilton.
A partir del Gran Premio de Mónaco de 2023, los de Brackley cambiaron de rumbo, pero el siete veces campeón del mundo pensó que deberían haberlo hecho mucho antes. La progresión del monoplaza tampoco fue suficiente para convencer a Hamilton después, lo que quedó patente en sus numerosas comparecencias ante los medios. Más de una vez hizo saber que Red Bull estaba muy por delante, y que sería un trabajo infernal para Mercedes recortar la distancia en este ciclo reglamentario. La confianza en que la formación dominadora de la era híbrida podría darle la vuelta ya no estaba suficientemente presente con el #44.
Eso explica de forma inmediata por qué esta vez se mostró abierto a una marcha a Ferrari, aunque, por supuesto, este cambio tampoco es necesariamente una garantía de éxito. El hecho de que Mercedes y Ferrari lucharan entre sí por la segunda posición del Mundial de Constructores hasta la última carrera de 2023 muestra que ambos están exactamente en el mismo barco: tienen una brecha particularmente grande que cerrar con Red Bull, o al menos con Max Verstappen. No es garantía de que las cosas vayan a ir mejor en Ferrari, ni mucho menos, pero esa conclusión no quita que el desmoronamiento de la confianza haya hecho a Hamilton mirar a su alrededor, y buscar otra cosa.
En segundo lugar, el fichaje demuestra que al multicampeón no le asusta en absoluto asumir un nuevo reto a sus 39 años. El desafío es doble. Para empezar, Hamilton deja atrás un entorno muy familiar, y la situación es completamente distinta en Maranello, donde hay mucha política, que en Brackley. Será un cambio enorme, pero que Hamilton está muy dispuesto a asumir en esta etapa de su carrera deportiva.
El segundo reto hace referencia a tener a Charles Leclerc como compañero de equipo. Hamilton no tiene por qué temer a nadie dada su velocidad y su palmarés, que volvió a demostrar en 2023 superando de forma habitual a George Russell. Sin embargo, la situación entre ambos compañeros es diferente. Russell logró despuntar en el bastión que ya giraba en gran medida en torno a Hamilton. Leclerc, en cambio, es un referente de Ferrari, y desde hace tiempo se le considera el predestinado a ganar con la Scuderia. Esto hace que la dinámica y la batalla entre ellos sea muy interesante de seguir, aunque es digno de elogio que Hamilton lo asuma pronto a sus casi 40 años.
Lo que el fichaje de Hamilton dice de Ferrari F1
Otro aspecto de la historia, por supuesto, es que Ferrari está apostando por el piloto de F1 estadísticamente más exitoso de todos los tiempos. Encaja en la línea que la casa italiana ha seguido a menudo en el pasado: llevar a Maranello a múltiples campeones del mundo, pilotos con experiencia y muchas tablas. Hamilton encaja, sin duda, en esta lista. Sin embargo, la Scuderia la ha abandonado un poco en los últimos años, con Leclerc como piloto joven y con Carlos Sainz como compañero de equipo. Con la llegada de Hamilton, Ferrari vuelve a una receta ya probada y con mucho dinero de por medio.
Y lo que es más importante, dice mucho de la necesidad de Ferrari de que las cosas sean diferentes para conseguir su primer mundial desde 2008, y de pilotos desde 2007. Este fichaje supone una gran conmoción en la Fórmula 1 y es exactamente lo que Ferrari cree que necesita para dar el siguiente paso. Mucho dependerá de si Hamilton podrá o no doblegar al equipo a su voluntad. Aunque el piloto es importante, la estructura general del equipo lo es aún más. ¿Puede este traspaso provocar una mayor agitación dentro de la organización, como pasó en la era de Michael Schumacher?
Existen, por tanto, dos detalles de gran importancia en el cambio. Para empezar, el propio Hamilton trae consigo un gran bagaje de Mercedes y sabe, por sus años de éxito, lo que se necesita para ganar, cómo debe ser una organización, a pesar de que Ferrari y Mercedes sean completamente diferentes. Además, Hamilton conoce bien a Fred Vasseur de su época en la Fórmula 3. Es un aspecto interesante de este traspaso: el francés contará en 2025 con dos pilotos con los que él mismo ha trabajado mucho tiempo atrás.
En este sentido, el hecho de que Vasseur sea ahora el jefe de equipo de Ferrari y que él y Hamilton estén en la misma onda juega un papel importante en el cambio. Ferrari y el dirigente galo saben que las cosas tienen que ser diferentes para romper su maleficio en la F1, y ven en Hamilton al hombre adecuado para lograrlo.
Lo que la marcha de Hamilton dice de Mercedes F1
La combinación de Lewis Hamilton y Toto Wolff parecía casi inquebrantable, pero ahora se separan después de todo. Cabe preguntarse eso de, '¿y ahora qué?' y, más concretamente, quién debe sustituir a Hamilton. Esa elección tendrá implicaciones de largo alcance. Después de todo, optar por Sainz o por Alexander Albon aportará una dinámica muy diferente al equipo que contar inmediatamente con un talento de sus filas como Andrea Kimi Antonelli. En términos de dinámica, Russell debería al menos asumir el papel de líder del equipo en 2025, y reclamar ese papel este año en caso de que un piloto experimentado como Sainz llegue a su lado.
Y también hay que mirar hacia atrás en el equipo inglés. Por ejemplo, se puede decir que, para retener a Hamilton, quizá intervinieron cuando la confianza ya estaba, en parte, perdida. Mercedes tuvo que apartar a James Allison del corazón del equipo técnico por un papel algo menos drástico y más centrado en el largo plazo. El año pasado, sin embargo, regresó como director técnico, con lo que volvió a estar más implicado en el día a día del equipo y a asumir responsabilidades.
Sin embargo, ese cambio no surtió efecto de la noche a la mañana. Por ejemplo, cuando él estaba al margen, ya se habían dado algunos giros en el marco del reglamento actual que no pueden revertirse pronto. En otras palabras, empezar con dicho proceso de vuelta a la cima ahora es más complicado que empezar con una hoja en blanco, también porque entran en juego las restricciones del límite presupuestario.
Aunque Hamilton acogió con satisfacción el regreso de Allison a un papel más "práctico", como lo llama Mercedes, no ha sido suficiente, llegó demasiado tarde como para mantenerlo. Eso significa que Mercedes necesita reorientarse después de todos estos años con Hamilton como máximo exponente. Básicamente, el equipo se mantiene en pie, lo que hace que su situación sea muy diferente a la de Ferrari.
En la Scuderia, la cuestión principal tras el sorprendente traspaso de Hamilton es si también tendrá consecuencias estructurales, a lo Schumacher, mientras que en Mercedes se trata principalmente de una cuestión de sucesión y de cómo cambia con ella la dinámica de pilotos. En cualquier caso, se trata de cuestiones cruciales que surgen tras el que ya es uno de los traspasos más sonados de la historia de la Fórmula 1.
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