¿Se puede aumentar la potencia de los motores de F1 en 2023?

La temporada 2023 de la Fórmula 1 está a la vuelta de la esquina y por lo tanto es el momento de echar un vistazo al reglamento: ¿qué cambiará este año y qué opciones hay de que se rompa la hegemonía de Red Bull y Max Verstappen?

El curso pasado, el equipo austriaco contó con una gran ventaja en las rectas. El campeón del mundo y su compañero Sergio Pérez se beneficiaron de una velocidad punta superior a la de sus rivales, lo que les permitió dominar con más facilidad las carreras.

La principal explicación a la superioridad de Red Bull en las rectas está en la cantidad de resistencia aerodinámica de su coche. Los de las bebidas energéticas tenían un RB18 muy eficiente, que hacía que fuese relativamente fácil alcanzar una gran velocidad punta. Ferrari, y sobre todo Mercedes, tenían más resistencia y por ello se centraron en esa área para mejorar de cara a 2023.

La velocidad punta también puede aumentar notablemente si consigues más potencia en el motor. Pero, ¿está permitido? La respuesta sencilla, el desarrollo de la unidad de potencia está congelado hasta 2025 inclusive, razón por la que no se permite trabajar en mejorar la potencia. Sin embargo, indirectamente, sí es posible hacerlo.

Ferrari y Renault asumieron riesgos a propósito con sus motores de F1

Para entender las reglas actuales, tenemos que remontarnos al otoño de 2020. Ese año y de forma repentina, Honda decidió que abandonaría su proyecto de F1 a finales de 2021. Los japoneses apostarían todo a la electrificación de los coches de calle, aunque el miedo a la COVID-19 obviamente también jugó un papel importante en su decisión.

En ese momento, Helmut Marko se apresuró a pedir que se "congelara el motor", es decir, que se detuviera su desarrollo. Era un requisito necesario para mantener a los dos equipos propiedad de Red Bull en la F1, ya que llevar los por entonces "actuales" motores de Honda hasta 2025 era una buena solución para ellos, pero entrar en una guerra de desarrollo no.

Los fabricantes de motores, junto a la FIA, llegaron a un acuerdo para detener el desarrollo a partir de 2022, con una fecha límite para la "mejora de rendimiento" fijada para el día 1 de septiembre. Entonces, eso significa que ni Ferrari, ni Mercedes, ni Renault, ni Honda, que dio un paso atrás después de los éxitos de los austriacos y siguen trabajando a su lado de una forma u otra, no pueden hacer cambios en su motor expresamente para aumentar los CV de cara a 2023.

Sin embargo, sí tienen permitido seguir trabajando en la fiabilidad. Si un fabricante tiene un problema que quiere resolver, debe presentar una serie de documentos a la FIA en los que de alguna forma demuestren que el problema puede solucionarse con un cambio y, si reciben la autorización previa de la federación, podrán entonces ejecutar su plan.

Eso explica por qué Ferrari y Renault arriesgaron tanto con el motor en 2022. Ambas marcas tenían un déficit de potencia que recuperar y se lo jugaron a todo o nada. "Tuvimos que elegir, porque el número de horas en el banco de pruebas es limitado. Sin esa limitación, habríamos intentado conseguir tanto potencia como fiabilidad, pero en esas condiciones teníamos que elegir", dijo el exdirector de equipo de Ferrari, Mattia Binotto. "Por eso hicimos más hincapié en la potencia y forzamos los límites mucho más de lo normal".

Renault -y por tanto el equipo Alpine- estaba en la misma situación. "Hemos recortado distancias", aseguró Bruno Famin en nombre de la marca francesa. "Creo que ahora ya no hay una diferencia significativa entre el motor más potente y el menos potente de la parrilla, se ha reducido como mínimo tres veces en el último año".

Eso provocó que la ventaja de motor que Mercedes había tenido hasta 2021, desapareció. La propia marca de la estrella explicó que el año pasado tuvo problemas sobre todo con la resistencia, pero el cambio al E10 tampoco parece haberles beneficiado. El motor Mercedes ha demostrado ser el más fiable, pero en términos de potencia, ya no parecen estar por delante de Honda y Ferrari, quienes parecen llevar ahora la voz cantante en este sentido.

¿Se puede aumentar la potencia de un motor de F1 con una actualización de fiabilidad?

Ferrari y Renault asumieron muchos riesgos el curso pasado por una simple razón. Puede que los fabricantes ya no puedan trabajar en la potencia, como se ha dicho, pero sí en la fiabilidad. 

Analizándolo en frío, es mejor tener un motor potente que hay que hacer que sea fiable, que pasarse años y años con un gran déficit de potencia frente a tus rivales directos. Así que Ferrari y Renault han asumido un riesgo previamente calculado: el precio a pagar era tener más problemas y abandonos en 2022, a cambio de contar con un gran potencial hasta que entre en vigor el futuro reglamento relacionado con las unidades de potencia, que llegará en 2026.

En el caso de Ferrari, el trabajo de fiabilidad ya se realizó en la segunda mitad de la temporada y han continuado durante el invierno de cara a la próxima temporada. Si esas modificaciones tienen éxito, Ferrari podría correr con modos de motor más agresivos en 2023, de esta forma, los de Maranello realmente no aumentan la potencia pura de su PU, sino que exprimen más del mismo motor.

Es conocido por todos por ejemplo, que Ferrari no exprimió el motor en 2022, sobre todo después de los problemas de Bakú y Barcelona. Así que los 30 CV extra de los que se habla, realmente ya estaban en el motor. Entonces, si las modificaciones autorizadas para 2023 lo permiten, es muy razonable que los italianos den un paso adelante en el apartado de la potencia.

Eso plantea una pregunta interesante en el paddock: ¿qué es un ajuste de fiabilidad y qué no lo es? "Es muy difícil", reconocen en Renault. "Muchos de esos problemas de fiabilidad también acaban proporcionando más potencia. Si tienes un problema con la bomba de agua, como nos pasó en 2022, es bastante obvio, y con eso no ganas más potencia. Pero si vas a cambiar los materiales de la unidad de potencia para hacerlos más resistentes, entonces sí puedes obtener más potencia. Entonces, ¿dónde está el límite?".

La respuesta a esta pregunta es arbitraria y depende de la FIA. En 2023, esa duda podría convertirse en una de esas cosas que en la F1 generan descontento y política, aunque desde Renault creen que la solución es hacer siempre un proceso transparente: "Tengo que decir que el proceso con la FIA y el resto de fabricantes en 2022 funcionó bien. Era transparente hasta un punto en el que todo el mundo estaba informado de las peticiones de los demás. En mi opinión, eso es positivo".

Sin embargo, la pregunta sigue siendo cómo será eso en 2023. ¿Pueden los equipos hacer cambios en busca de más fiabilidad con el objetivo de encontrar más potencia, y cuándo pisará la FIA el freno? "En 2022, la FIA permitió bastante", dijo Famin.

"Creemos que era normal, porque casi todo el mundo tenía problemas de fiabilidad. En total, hubo más o menos unas 70 solicitudes entre todos. Pero supongo que la FIA tomará medidas más duras en los próximos años, aunque aún no tengo información al respecto". En cualquier caso, ese es un factor muy interesante de cara 2023: las mejoras de rendimiento están totalmente prohibidas, pero al mejorar la fiabilidad, se puede aumentar indirectamente con la potencia. ¿Es una laguna? ¿Se permitirá o intentarán poner límites a esas actualizaciones?