Newey asegura que todavía no piensa en dejar a Red Bull F1

Adrian Newey, que celebra su 65 cumpleaños en el Boxing Day, ha sido reconocido como parte esencial de la transformación de Red Bull en una máquina de ganar campeonatos del mundo de Fórmula 1 desde su llegada a la estructura en el año 2006. 

El ingeniero británico se dio a conocer en la F1 con su primer puesto como director técnico en el equipo Leyton House, antes de fichar por Williams y luego por McLaren, donde diseñó algunos coches con los que ganó seis títulos de constructores y seis de pilotos. 

El director del equipo Red Bull, Christian Horner, le sacó entonces de McLaren y los diseños de los monoplazas austriacos dirigidos por Newey se impusieron en la era del difusor soplado entre 2010 y 2013, así como también desde la introducción de los coches con efecto suelo de 2022. 

Pero aunque Newey ha estado mucho menos involucrado en el trabajo diario de diseño que antes, con vía libre para implicarse en otros proyectos, sigue siendo un activo clave y dice que no tiene intención de dejar la F1 todavía después de firmar un nuevo acuerdo a principios de este año. 

"Absolutamente", respondió cuando Motorsport.com le preguntó si todavía disfruta formando parte del equipo Red Bull en la Fórmula 1. 

"Cuando me uní a Williams y McLaren, entonces eran dos grandes equipos que habían ganado carreras y campeonatos mucho antes de que yo llegara, por lo que había muy poco que hacer en cuanto a la infraestructura, era realmente sólo tratar de aportar un poco más al lado del diseño".  

"Por eso me fui a Red Bull, fue un riesgo para mi carrera en aquel momento, pero quería volver a participar en el desarrollo de un equipo desde el principio", admitió.

"En ese sentido, habiendo estado involucrado desde el inicio con Christian y Helmut [Marko], viendo cómo desarrollamos el equipo, entonces ¿por qué podría querer alejarme de esto?". 

Adrian Newey asegura que la temporada 2014 de la F1, cuando Mercedes se convirtió en la fuerza dominante con sus nuevos motores turbo híbridos, mientras que Red Bull se quedó atascado con las unidades de potencia poco competitivas de Renault, fue el único punto en el que consideró dejarlo todo y buscar otras opciones. 

"La única vez que eso estuvo cerca de pasar fue en 2014 y fue por motivos completamente diferentes", explica. "Muy simple, en ese momento, teníamos una unidad de potencia que no estaba rindiendo, lo que puede suceder por supuesto".  

"Y no parecía haber un gran deseo por parte del fabricante de volver al más alto nivel, no por parte de los chicos [de la fábrica], sino por parte de los altos cargos de invertir para darle la vuelta a esa mala situación competitiva".  

"Por lo tanto, nos encontramos en una situación un poco deprimente en la que, como todos ya sabemos, para ganar campeonatos tienen que rendir bien los tres factores clave: piloto, chasis y motor, por lo que si uno de ellos es débil, no ganarás", concluyó posiblemente el ingeniero más respetado de la Fórmula 1.

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