La inversión de Ferrari F1 en simulación para mejorar en tres áreas

Fred Vasseur está llevando a cabo un trabajo de reorganización muy profundo en Ferrari. El director de los italianos inició un programa de cambio para hacer del conjunto algo más moderno y ligado con las necesidades de un equipo que tiene la ambición de volver a ganar en la Fórmula 1.

Al mismo tiempo, el CEO de los del Cavallino Rampante, Benedetto Vigna, está desarrollando la misma estrategia de crecimiento en la dirección industrial, dando valor a las palabras del presidente, John Elkann, que en el Exor Investor Day de Turín dijo que eran una única empresa, sin separación entre departamentos, como en el pasado.

En Motorsport.com adelantamos la inclusión de una quincena de jóvenes ingenieros en el entramado del Reparto Corse, con cuatro o cinco ya en Maranello, mientras que otros irán a la Gestione Sportiva de aquí a principios de la temporada 2024, una vez que termine el proceso del gardering.

Ferrari está reforzando un área técnica que será cada vez más estratégica, no solo en la Fórmula 1 y el WEC. Hablamos de la simulación, una palabra que cada vez engloba más cosas y que es difícil de explicar, porque las escuderías son reacias a divulgar cualquier información considerada como sensible y, por tanto, de alto secreto.

Ya no basta con encontrar una buena unión entre los datos recogidos en la pista con las pruebas aerodinámicas y el trabajo de interior realizado en CFD, en el túnel de viento y en el simulador. Se hace imprescindible construir modelos matemáticos que ayuden a ser fiables con la realidad, mostrando posibles líneas de desarrollo, y se hace a través de ciencias aplicadas en las que todo cada vez podría ser más difuso, dando lugar a acciones coordinadas y precisas.

Y, entonces, se hace fácil comprender que no estamos ante una simple fase de renovación de técnicos, sino que la llegada de gente joven procedente de equipos como Mercedes o Red Bull trae consigo la necesidad de revisar los procesos y la organización del trabajo que esté en consonancia con las nuevas exigencias.

Se trata de competencias, pero también de nuevos y sofisticados programas informáticos que en este 2023 se han implantado en los distintos puestos de trabajo para ofrecer a los técnicos la posibilidad de actuar en simulación en tres frentes: rendimiento, fiabilidad y regularidad.

La unidad de potencia, por ejemplo, ha demostrado resistir el impacto de las 22 carreras, utilizando los cuatro motores permitidos por el reglamento, y también ha demostrado ser tan potente como el Honda RBPT H001. Los problemas han surgido de la parte electrónica, que será objeto de cuidados invernales por parte de los especialistas de Enrico Gualtieri.

Ferrari, a partir de la pausa veraniega, cambió su enfoque sobre el uso de los propulsores, y empezaron a trabajar en la estrategia, con un especialista llegado de Red Bull, David George, modificando el uso de la parte híbrida con un reparto diferente de la potencia eléctrica, lo que ha tenido un doble efecto beneficioso.

Estos son menos par en la aceleración a la salida de las curvas, al mismo tiempo que reduce la tendencia al sobrecalentamiento de los neumáticos, que no solo era provocado por el porpoising.

Consumir menos potencia al pilotar significó reducir el límite al final de las rectas, aunque empezaron la temporada con un motor que no tenía más parte híbrida que explotar en velocidad punta, mientras que en la segunda mitad, todo fue mejor. En Maranello han entrado en esta nueva dimensión, encontrando espacio para el crecimiento, no solo en la unidad de potencia, lo que alimenta el optimismo que se respira estos días en el Departamento de Carreras.

El desarrollo de estrategias de carrera, y quizá de salida, cada vez más funcionales para cada gran premio debería conducir a un conocimiento mucho más profundo del potencial del monoplaza. El SF-23, lleno de errores en su diseño, tenía cualidades que permanecieron ocultas durante mucho tiempo, y Fred Vasseur hizo bien en no tirarlo todo por la borda o, de lo contrario, no habrían podido celebrar esa victoria en el Gran Premio de Singapur, o luchar contra Mercedes hasta la última prueba.

Se ha emprendido un camino que ya ha dado las primeras señales positivas este año, pero los márgenes de crecimiento pueden ser importantes. Los italianos están invirtiendo en recursos humanos y en programas desarrollados en exclusiva para el Cavallino Rampante, con la esperanza de que el 676 pueda ser un coche capaz de pelear en todos los circuitos de 2024, sin los altibajos de la pasada campaña.

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