La bendición de un cura para que Sainz ganara el Dakar 2024

La victoria de Carlos Sainz en el Rally Dakar 2024 fue histórica, puesto que volvió a batir la marca de longevidad con la que un piloto consiguió ganar la carrera más dura del mundo. Lo hizo a los 61 años, aunque quizá sin algo de la ayuda divina que un joven sacerdote le prestó le hubiera sido algo más complicado.

Se trataba de Marcin Jablonski, una encantadora persona que siempre saludaba por el campamento ambulante y en el que su trabajo era conducir una de las autocaravanas del equipo Audi. El polaco bendijo el coche del piloto español, y puede que esa fuera una de las razones por las que el RS Q e-tron del madrileño no corrió la misma suerte que sus rivales, con muchos problemas mecánicos, como los Hunter de Sébastien Loeb o Nasser Al Attiyah, con roturas fatales para sus opciones de triunfo.

Esta historia la pudo conocer Motorsport.com en una de las frías noches de Arabia Saudí al calor de la hoguera del vivac, en donde uno de los ingenieros españoles del fabricante de los cuatro aros presentaba al simpático cura, allí sentado como uno más que amaba el automovilismo. Todo surgió a raíz de que Dani Gratacós, encargado del coche de Stéphane Peterhansel, conoció a Marcin Jablonski a través del colegio de sus hijos, y cuando el sacerdote le pidió que le hiciera un hueco en Audi en cualquier puesto porque quería experimentar lo que era el Rally Dakar, se le abrió la posibilidad de llevar una de las caravanas.

Si a eso se le suma la fe de Carlos Sainz en la religión, era algo que debía suceder, y el madrileño le pidió al polaco que bendijera con agua su coche para la carrera, cosa que sucedió ante los ojos del propio piloto y de su copiloto, Lucas Cruz, quienes volvieron a hacer historia, quién sabe si gracias a la ayuda divina que pudo haberles librado de algún que otro susto al volante.

¿Quieres leer nuestras noticias antes que nadie y de manera gratuita? Síguenos aquí en nuestro canal de Telegram y no te perderás nada. ¡Toda la información, al alcance de tu mano!