La difícil tarea que se le plantea a Suppo en Suzuki
Livio Suppo desembarca en Suzuki como team manager a sabiendas de que la primera opción para ese puesto fue siempre Davide Brivio, y con la compleja misión de recuperar la unidad de un equipo desorientado por los bandazos y la desconexión con la jefatura.
De cualquier forma, si alguien puede salir victorioso de un desafío de tales dimensiones es el ejecutivo italiano, que aterriza en la marca de Hamamatsu tras una larga experiencia en MotoGP. El hito más destacable de su hoja de servicios es el título alcanzado por Ducati en 2007 de la mano de Casey Stoner, el único que hasta hoy han celebrado en Borgo Panigale. Tras fichar por Honda en 2010 –inicialmente cono director de comunicación– sumó otras cinco coronas (2011, 2013, 2014, 2016 y 2017), formando un peculiar tándem con Shuhei Nakamoto, por aquel entonces director de HRC. En un movimiento que le pilló a trasmano, el constructor del ala dorada decidió relevarle de su cargo a finales de 2017 para colocar en su lugar a Alberto Puig. Desde entonces, el turinés se centró en un proyecto del ámbito de las bicicletas eléctricas, por más que su intención siempre fue la de regresar al paddock de MotoGP. Ahora lo hará enfundado en el uniforme de Suzuki y sin un segundo que perder.
Siempre que la covid se lo permita, Suppo se desplazará la semana que viene a Qatar para el arranque del Mundial previsto para el domingo. Allí deberá comenzar a hacerse cargo de la multitud de carpetas que Shinichi Sahara dejó desatendidas en los últimos meses. Como él mismo ha reconocido cada vez que se le ha preguntado, el japonés se vio completamente superado por la marcha de Davide Brivio a la escudería Alpine, de Fórmula 1, en enero del pasado año. En gran parte, eso fue debido a la infravaloración que él hizo de las tareas que recaían en el anterior team manager, y que en un primer momento se vio en condiciones de manejar, en paralelo a la cuestión técnica, la que es básicamente su negociado.
Nada más darse cuenta de su error, la principal estrategia de Sahara se centró en recuperar a Brivio para la causa. Sin embargo, el ejecutivo permanecerá otra temporada más en la estructura francesa, aunque en una posición distinta, a cargo de la división de jóvenes pilotos y de los proyectos deportivos al margen de la F1. La reorganización de Alpine se comunicó el jueves, y una semana después Suzuki anunció la llegada de Suppo, que es plenamente consciente de que la primera opción para ocupar ese puesto no era él, por más que su nombre figurara en la lista de candidatos. Siendo conocedor de esa información, al recién nombrado responsable del fabricante japonés se le presentan unas semanas de trabajo frenético, y que muy probablemente definirá también su recorrido dentro de la compañía de las motos azules.
Una de las principales cuestiones en la que deberá involucrarse será en la configuración de la pareja de pilotos de Suzuki a partir del curso que viene, dado que los contratos de Joan Mir y de Alex Rins expiran a finales de este. Según reconoció Sahara en unas declaraciones hechas este invierno a Motorsport.com, su intención es la de renovar el acuerdo con ambos. “Suzuki quiere renovarles y ya se lo ha comunicado”, dijo a quien escribe estas líneas. La prolongación del vínculo con Mir es fundamental, tanto en el aspecto estrictamente competitivo como en el emocional, porque de forma indirecta reafirmaría las aspiraciones de un equipo que, últimamente, comenzaba a tener dudas acerca de la solidez del proyecto y las aspiraciones de la marca en el Mundial. Habrá que conocer, de todos modos, cómo digerirá el mallorquín el desembarco de su nuevo jefe. Rins, por su parte, no ha tenido ningún problema en afirmar en las últimas semanas que echaba de menos a Brivio, y que le hubiera encantado tenerle de vuelta.
Paralelamente a estas negociación, Suppo tendrá que recuperar la moral de una tropa que en el último tercio del año se ha sentido abandonada por parte de Sahara, totalmente centrado en la faceta técnica y que descuidó la gestión humana, esa que en tiempos de Brivio fue capital para entender el éxito deportivo y la armonía en Suzuki.
Y todo ello con el campeonato en marcha y sin estar al tanto de las dinámicas de una estructura muy particular, en la que cualquier decisión relevante debe trasladarse a la cúpula directiva del grupo, en Japón, donde hay de todo menos prisa. Allí, sin duda, le seguirán de cerca mientras él se empeñará en dejar claro que es tan válido para ocupar la silla de team manager como lo fue su antecesor.
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