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Finalmente los coches de F1 en 2023 no pierden peso, y aún falta dieta

La Fórmula 1 ha decidido finalmente mantener el límite de peso mínimo de los coches para la temporada 2023, y se mantienen los 798 kg. Un valor aún muy alto.

Los mecánicos llevan a Sergio Pérez, Red Bull Racing RB18

Los mecánicos llevan a Sergio Pérez, Red Bull Racing RB18

Zak Mauger / Motorsport Images

Los coches de Fórmula 1 tendrán que tener un peso mínimo de 798 kilos, y ahí hay que incluir el peso del coche con el piloto dentro, con neumáticos de seco y sin carga de combustible.

Cuando la Fórmula 1 estrenó reglas en 2022, el peso mínimo de los coches pasó a ser de 795 kg, el número más alto de la historia, pero los equipos fabricaron monoplazas con 'sobrepeso' y ante la dificultad de reducir carga (y para hacer frente al porpoising), la categoría aceptó subir tres kilos ese límite, a 798 kg

Eso no hizo que de repente todos lograran estar en el límite de peso, y de hecho varias escuderías durante el curso recurrieron a trucos como cambiar la pintura (o directamente quitarla) para quitar algunos gramos de más a sus coches.

Red Bull fue el equipo que más lamentó su exceso de peso, y de hecho solo Alfa Romeo creía tener un coche sin sobrepeso. Para 2023, la F1 decidió bajar el peso mínimo de los coches a 796 kg, es decir, entre lo originalmente planeado para 2022 (795kg) y lo finalmente acordado para el pasado curso (798kg). Sin embargo, Pirelli ha comunicado oficialmente a la FIA que los neumáticos de 2023 pesarán 1,5 kg más que un juego de gomas del año pasado y la decisión ha sido volver a los 798 kg de peso mínimo.

Una publicación de Autosport con una infografía sobre la evolución del peso de los Fórmula 1 desde 2007 abrió de nuevo el debate sobre si los monoplazas de la máxima categoría son muy pesados, y todos coinciden en que, si bien es necesario para tener una seguridad tan alta (solo el Halo pesa 7 kilos), es excesivo.

Mira aquí cómo ha cambiado todo:

Como puedes ver en el artículo justo aquí arriba, ha habido un aumento de más de 300 kilos desde la década de los años 60, pero sin irse tan lejos, los coches de 2023 pesarán casi 200 kilos más (191, siendo exactos) que los monoplazas de 2007, hace solo 16 cursos. 

Los principales afectados por ese peso son los pilotos, que protestan por el comportamiento de sus coches en curvas de baja velocidad, donde sufren subviraje. El director de la GPDA (asociación de pilotos) y por lo tanto voz autorizada, George Russell, ya señaló el posible peligro de seguir aumentando el tamaño y peso de los coches, citando que ahora chocarte con un monoplaza es como hacerlo contra un autobús, mientras que antes, con 200 kilos menos de peso, sería como hacerlo contra un smart.

El equilibrio que debe encontrar la Fórmula 1 es el de la seguridad de los elementos que hacen que los coches sean tan pesados y a su vez la seguridad que puede faltar al hacer los coches precisamente con tanto peso.

En 2023, en cualquier caso, tendremos una generación de coches que no han 'adelgazado' respecto a 2022. ¿Seguirá la tendencia de aumentar cada vez más y más el peso de los coches? Que las palabras de Russell tengan su efecto.

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