La travesía de Honda por el desierto de la F1 acaba 11 años después

Honda saboreó las mieles de un podio en la Fórmula 1 por primera vez desde que Rubens Barrichello se subiera al tercer escalón del GP de Gran Bretaña 2008.

El calvario que Honda ha pasado desde que decidió volver a fabricar motores de Fórmula 1 solo los trabajadores de Sakura pueden explicarlo de manera completa. La compañía japonesa se aventuró en la era turbo híbrida V6 con retraso, un año después de que lo hicieran Mercedes, Renault y Ferrari, y lo hizo acompañando a McLaren.

El resultado no pudo ser peor: ningún podio, 40 abandonos y solo 30 carreras en los puntos de las 60 en las que participó con el equipo de Woking. Las quejas de los pilotos de McLaren, sobre todo por parte de Fernando Alonso, fueron un duro castigo para los japoneses, que no consiguieron que el equipo lograra grandes resultados. En 2018, sus caminos se separaron.

En 2018 motorizaron a Toro Rosso, con quienes solo sumaron puntos en 8 ocasiones –con un 4º puesto de Gasly en Bahrein como mejor resultado– y acabaron penúltimos en Constructores, solo superando a Williams. En 2019 sustituyeron a Renault también en la trasera de los Red Bull y en la primera carrera llegó su primer podio desde 2008.

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Hace 11 años fue Rubens Barrichello quien estuvo en el podio de Silverstone con los colores del equipo oficial Honda, logrando el mejor resultado de los nipones en 2008. Aquel año, Honda acabó antepenúltimo, con 14 puntos, solo superando a Force India y a Super Aguri (también motorizado por los japoneses), que no lograron sumar ningún punto.